25 de agosto del 2002
Carta abierta al Presidente Álvaro Uribe Vélez
Las FARC-EP reafirman su deseo de diálogo y negociación
Carta abierta al Presidente Álvaro Uribe Vélez
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, agosto 20 de 2002
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo
(FARC-EP) ha hecho un permanente, atento y objetivo seguimiento a todas sus
intervenciones públicas: campaña electoral, discurso con motivo
de su victoria electoral del 26 de mayo, discurso de posesión, posesión
de sus Ministros y la oficialización de la Cúpula Militar, y su
discurso siempre ha sido el mismo: guerra total; donde sólo le ofrece
a la Insurgencia la fuerza bélica del Estado para someterla por medio
de las armas.
Si la Insurgencia decidiera aceptar un diálogo condicionado, como usted
lo propone, el interlocutor de la guerrilla, según el planteamiento suyo,
no será ni usted ni el Gobierno que usted preside, sino la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), 0rganización ésta con la que conservamos
buenas relaciones, como si el conflicto social y armado que padece Colombia
por cerca de cuatro décadas, fuera entre la ONU y la Insurgencia colombiana
y no entre la Insurgencia y el Estado colombiano, personificado en la casta
dirigente liberal-conservadora, siempre dispuesta a impedir los cambios democráticos,
como lo hicieron con el Movimiento Político Unión Patriótica
(UP).
No obstante a lo anterior, las FARC-EP reafirman su propuesta firmada por el
Secretariado del Estado Mayor Central, de mayo 15 de 2002, la que a continuación
adicionamos:
COMUNICADO
1- Las FARC-EP le reiteran al pueblo colombiano y al nuevo Presidente,
sea quien fuere, su profunda convicción en la urgente necesidad de la
solución política al conflicto social y armado que padece la familia
colombiana.
2- Diálogos que estamos dispuestos a desarrollar en Colombia y
de cara al país, retomando la Agenda Común por el Cambio hacia
la Nueva Colombia, firmada con el Gobierno Pastrana, donde deberán participar
activamente las organizaciones sociales y populares, en las definiciones de
su interés.
3- Mientras persista la política gubernamental de conversar en
medio de la guerra, solicitamos del Estado y el Gobierno efectivas garantías
consistentes en:
a- Desmilitarización de los Departamentos del Putumayo y el Caquetá.
b- Excluir del lenguaje de los funcionarios oficiales los calificativos
de "terroristas y narcoterroristas", para referirse a nuestra Organización
de oposición política-militar al Estado.
c- Política clara del Gobierno ante el pueblo para erradicar el
paramilitarismo como política oficial del Estado, financiado fundamentalmente
con dineros del tráfico y comercialización de drogas, la CIA y
algunos industriales, como lo ha reconocido su mismo Jefe; con castigo y destitución
para los militares, policías y demás funcionarios gubernamentales
implicados en esta actividad criminal; castigar igualmente a los promotores,
instigadores y financiadores.
Atentamente:
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, agosto 20 de 2002