"Conmoción
interior": No es ninguna sorpresa
fuente: Notipaco
Ni un hecho aislado. Tampoco el resultado de acontecimientos de última
hora. La declaratoria de la conmoción interior es la política
lógica de un gobierno autoritario, mesiánico y policivo. Es el
desarrollo de la estrategia de los Estados Unidos y de la oligarquía
colombiana de imposición de una pretendida solución militar a
la crisis nacional que destierre definitivamente la posibilidad de una solución
política que implique reformas sustanciales, y del amordazamiento total
de la protesta popular contra las políticas neoliberales.
No dejarse confundir
Pensar que las últimas acciones de la guerrilla, independientemente del
calificativo que ellas tengan, es la razón de la declaratoria de la conmoción
es un inmenso desconocimiento de la realidad, de la historia y de los proyectos
oligárquicos. Estamos hablando de la misma clase gobernante que durante
casi un siglo ha manejado a Colombia a punta de estados de sitio y de violencias.
Son las ordenes del imperio desde hace mucho rato consignadas en Santa I, II
, III y IV.
Contra la movilización popular
Puede alguien pensar que limitar el derecho de reunión o de movilización
afecta a las guerrillas?. . . Es una medida contra las movilizaciones sindicales,
estudiantiles y campesinas. Es contra las jornadas, paros y huelgas que han
impedido la completa privatización de Ecopetrol, Telecom, y la educación
pública. Y contra las peleas cívicas por los servicios públicos.
Y contra las marchas de cafeteros, algodoneros, paneleros, arroceros y otros
sectores campesinos afectados por la apertura. Y contra las movilizaciones sociales
por la paz, la soberanía y los derechos humanos. En esto no puede haber
equívocos ni engaños.
Allanamientos e interceptaciones
Acaso se han necesitado de leyes de conmoción para los miles de allanamientos
realizados en Colombia en el último año? O para el espionaje telefónico?
O para los montajes jurídicos? O para los grandes operativos militares
contrainsurgentes?
La red de informantes, la propuesta del centro nacional de inteligencia, los
estatutos supuestamente antiterroristas, el control gubernamental a las organizaciones
no gubernamentales, los recortes a las libertades, las reformetas políticas,
la ampliación de las cargas tributarias, la mayor elitización
del parlamento y la militarización extrema son políticas connaturales
a la cúpula bipartidista, al generalato, empresariato, usureros, hacendados
y monseñores que gobiernan, o desgobiernan, este país.
El Plan Colombia y Uribe son el asalto final del gran capital para su modelo
de acumulación y desnacionalización. Por eso Londoño es
el superministro a pesar de su endeble situación ética y jurídica.
Y Plinio será embajador. Y Rito Alejo del Río será el jefe
del Centro Nacional de Inteligencia. No son sorpresas.
Pero ninguna dictadura ha prevalecido. Ni Somoza, ni Papa Doc, Ni Pinochet,
Ni Fujimori.
A pesar del atolondramiento, o el miedo, las históricas fuerzas democráticas
del país, y ante todo el movimiento popular, sabrán defender las
libertades y sus derechos.