23 de agosto del 2002
Rescatando el puchero de antes...
La fonda
Rescatando el puchero de antes, el guiso carrero, la pelota de trapo y otras
tradiciones perdidas (como el agua, la luz, el teléfono, las frutas y
las verduras sin IVA; los sueldos y aguinaldos dignos y en fecha; el laburo;
los DD.HH; la democracia...)
La fonda
Alcohol y humo
manda la vuelta de grapa con bitter y presenta
¡Charlabarata!
"Uruguay en el 2005 tendrá menos pobreza y estará más
integrado hacia adentro y hacia fuera. Habrá mejorado su calidad de vida
y ampliado horizontes. Pero, además del progreso material, serán
muchos los logros intangibles que agregarán entusiasmo y serenidad".(1)
La tasa de desempleo para Uruguay (cifras oficiales tomadas en localidades urbanas
de 5.000 o más habitantes) correspondiente al año de asunción
de Batlle, es decir, el 2000, era de un 13.6 %; para el año 2001 fue
de 15.3 %. Es decir que se pasó de 167.700 uruguayos sin trabajo a 193.200.
A nivel departamental, Durazno pasó de una tasa de desempleo del 22 %
en el 2000 a una de 23.8 % en el 2001; Florida pasó de 15 % a 20.5 %
en igual período.
"Todo esto mejorará nuestro nivel de vida, afincará a los productores
en el campo, dará trabajo a la industria, abatirá el desempleo
en el interior de la República tanto como en la capital y atenderá
al destino natural de esta región".(2)
Según la liga de defensa comercial (Lideco), en el año 2000 hubo
101 concordatos aprobados, 43 quiebras y liquidaciones y 56 concursos civiles,
por un pasivo total de más de 106 millones de dólares. Durante
el 2001 fueron pedidos 110 concordatos y moratorias judiciales, 51 quiebras
y liquidaciones y 57 concursos civiles, por deudas equivalentes a más
de 78 millones de dólares.
"Han sido 15 años de procesos difíciles, iniciados con la apertura
cambiaria en la década del 70 y alcanzados, finalmente, en esta administración
a través de la reforma de la seguridad social, el comienzo de la reforma
del estado y el consenso de que el país sólo crece sin inflación,
sin déficit fiscal y con estabilidad cambiaria. Ello está sin
duda definitivamente arraigado entre nosotros".(3)
El 20 de junio de 2002, el gobierno liberó el precio del dólar;
un mes y diez días después, el presidente Batlle decretaba feriado
bancario para el día 30 de julio. Al día siguiente decreta la
extensión del feriado bancario por 72 horas: "VISTO el decreto de fecha
30 de julio de 2002 que declaró ese día como feriado bancario;
RESULTANDO que dicho decreto se fundó en las consecuencias que para la
operativa del sistema financiero nacional tiene la resolución del banco
central del Uruguay por la cual se dispuso que la intervención de banco
de Montevideo SA y banco La caja obrera SA se desarrolle con suspensión
total de sus actividades; que las dificultades emergentes de la suspensión
de actividades antes referidas no pueden ser allanadas dentro del breve plazo
de 24 horas establecido en el mencionado decreto..." El entonces ministro de
economía y finanzas, Alberto Bensión, sostenía: "El poder
ejecutivo ha tomado una decisión importante, me refiero a la modificación
del régimen cambiario. A partir de la fecha vamos a pasar a un régimen
de flotación del tipo de cambio. En consecuencia, estamos dejando de
lado el régimen cambiario que con distintos matices ha venido aplicándose
en el país, para pasar a un régimen cambiario distinto, con pocos
antecedentes en el país, pero que hoy es casi unánime en el resto
de los países del mundo".
"En primer lugar, el gobierno central debe reordenar y disminuir el gasto muchas
veces innecesario y redundante. En segundo lugar, las empresas públicas
tienen que continuar mejorando las condiciones de calidad y precio de sus servicios".(4)
En cadena de radio y televisión de mediados de mayo de 2002, al presidente
Batlle anunció su ley de urgencia conteniendo medidas que profundizaron
el ajuste fiscal, con aumentos en el impuesto a las retribuciones personales
de activos y pasivos y la extensión del IVA a los servicios de agua potable
y el transporte. Sin embargo, el acuerdo celebrado entre el presidente Batlle
y el ministro de relaciones exteriores, Didier Opertti, el 11 de junio, decretó
el cierre de las embajadas uruguayas en Bulgaria y Hungría, más
el consulado general en Hong Kong. Ahora bien, el embajador uruguayo en Budapest
recibió una prórroga en el plazo de su desempeño como embajador
extraordinario y plenipotenciario de la República en Hungría por
el término de 90 días a partir del 23 de junio. Conclusión,
70.000 dólares para ese caballero. Tres días después de
haber firmado el decreto, Didier Opertti firmó la renovación del
contrato de las dependencias que ocupaba el consulado general uruguayo en Hong
Kong hasta el 31 de enero de 2005. Por tanto, en pleno ajuste fiscal, la resolución
del ministerio fijó en Hong Kong dólares 24.720 mensuales la partida
de arrendamiento del consulado. Conclusión, 114.372 dólares a
pagar de alquiler hasta el 2005.
"A lo largo de mi vida he tratado de hablar claramente siempre sin medir ventajas
o desventajas en ello y por lo tanto en mi calidad de presidente de la república
debo decir que el año que corre será para el Uruguay un año
difícil; será un año difícil especialmente en el
primer semestre, comenzando a mejorar en el segundo y afirmándose dicha
tendencia hacia fines de año".(5)
Durante el año 2000 hubo depresión de la demanda interna, nueva
caída del PIB, aumento del desempleo y disminución de la recaudación
tributaria. A lo largo de 2001 la economía tuvo otro año recesivo,
creció el déficit externo y hubo salida de capitales privados.
El semanario Brecha expresaba en su edición del 4 de enero de 2002: "Un
nuevo año se termina con indicadores económicos y sociales negativos,
producto de impactos adversos y de una política económica incapaz
de superarlos". Por su parte, el derechista El país decía al día
siguiente: "¿Puede el 2002 ser peor que el 2001? Hay que agarrarse fuerte, porque
muchos estiman que el año que llega promete menos que el que acaba de
pasar".
"Un aspecto insospechado de las tecnologías de la información
es que la gente desde las zonas rurales más remotas se siente en el centro
del mundo; desde allí puede trabajar; allí puede recibir toda
la cultura; allí puede aprender y desde allí puede crecer".(6)
Desde hace años, miles de productores rurales han abandonado sus campos
al no poder afrontar las cargas impositivas nacionales y municipales, al no
poder competir con los precios generados a partir del contrabando, al no resistir
la competencia con productos subsidiados por otros países, al no poder
cumplir con los pagos de los créditos obtenidos de la banca que, ahora,
los tienen en la mira.
"Al tiempo que hemos tomado la decisión de hacer el mayor esfuerzo para
erradicarlos (los "asentamientos precarios"), afirmamos que el gobierno central,
ante el error de algunos municipios en el manejo territorial, está dispuesto
a adquirir tierras y a fraccionarlas en lotes con servicios, para evitar que
los ciudadanos, en violación de los derechos de propiedad, muchas veces
no tengan otro camino que ocupar un terreno para vivir en un país donde
sobra tierra y falta gente".(7)
Mientras el 60 % de la tierra cultivable de Uruguay está en manos de
sólo un 17 % de los productores (incluidos arrendatarios y propietarios),
el país cuenta con unos 40.000 productores, de los cuales la mitad se
encuentra por debajo de la línea de pobreza y otros 3.000 padecen un
endeudamiento crónico. Paralelamente, los tres latifundios más
grandes de Uruguay son extranjeros y suman más de 200.000 hectáreas
(en un país de 177.000 kilómetros cuadrados). Además, están
exonerados de impuestos municipales (quienes les construyen la caminería
y se las reparan para que extraigan sus productos) gracias al gobierno. Por
ejemplo, la empresa forestadora Weyerhaeuser, de capitales 100 % estadounidenses)
posee más de 120.000 hectáreas, la Shell unas 50.000 y la española
Eufores otras tantas.
"Todos estos caminos conducentes a mejorar la economía tienen un solo
objetivo, uno sólo: el bienestar de los ciudadanos, la justicia, la solidaridad,
la igualdad de oportunidades y la libertad".(8)
A mayo de 2002, el ingreso promedio de los hogares uruguayos era de $ 12.357,
siendo en la capital de $ 15.296 y en el interior urbano unos $ 9.153. Sin embargo,
la canasta familiar se ubicaba en $ 18.198 y la canasta gerencial en $ 116.860.
Por si fuera poco, el ingreso máximo del 20 % más pobre se situaba
en $ 3.950 en el interior urbano y $ 5.938 en Montevideo; el ingreso mínimo
del 20 % más rico era de 12.600 en el interior urbano y $ 20.972 en Montevideo,
pero el ingreso máximo del 50 % de los hogares del interior era de $
6.992 y en Montevideo llegaba a $ 11.000. Pese a lo anterior, en su edición
del 30 de diciembre de 1999, el derechista semanario Búsqueda anunciaba
que "aumentó la pobreza en Uruguay, pero sigue siendo el país
más equitativo de la región en distribución del ingreso".
Elegido el 28 de noviembre de 1999, Batlle dijo que "en estos 15 años
de democracia y libertad hemos consolidado la vida del país; en los próximos
años tendremos que dar entre todos los grandes pasos que harán
de esta nación –de la consolidación que las anteriores administraciones
han hecho- una nación de justicia, de paz, de tolerancia, de progreso,
de libertad, de familia".
Dos años y cinco meses después, más de 30 impuestos han
recaído sobre los uruguayos, el endeudamiento externo ha aumentado monstruosamente
y está próxima la aprobación de una ley de rendición
de cuentas que dará el golpe de gracia a una población compuesta
en un 40 % por personas que viven (y mueren) por debajo de la línea de
pobreza.
En noviembre de 2001, el presidente Batlle decía: "Habrán ustedes
advertido cómo nuestro sistema cambiario nos ha permitido mantener un
marco de estabilidad y así hemos podido ir sobrellevando y superando
en el área cambiaria las dificultades de la región, manteniendo
la consideración de los sistemas financieros internacionales al tiempo
de cumplir nuestros acuerdos con el FMI".(9) Además, agregaba: "Nada
valdrían estos esfuerzos que ha hecho toda la comunidad si no tuvieran
como sentido último y necesario mejorar la calidad de vida de la gente:
eliminar la pobreza de la gente, darle destino a la gente, abrirle un camino
a la gente más humilde, a la gente que uno la ve a veces en los barrios
sintiendo que su destino está frustrado y sienten, por lo tanto, como
consecuencia lógica que la sociedad es la culpable porque ellos nada
han hecho para estar tan mal, para tener tan poco y para tener tan pocas esperanzas".(10)
A lo largo del gobierno de Batlle, por año han emigrado más personas
que durante el pico más alto en la dictadura; el hospital más
grande del país, donde realizan las clínicas los futuros profesionales
de la salud, debió cerrar temporalmente la emergencia por falta de insumos;
por lo menos la mitad de los niños uruguayos están situados por
debajo de la línea de pobreza; uno de los productos básicos de
la alimentación uruguaya, la carne vacuna, ha aumentado más de
un 50 % en los últimos dos meses; más frigoríficos han
cerrado sus puertas; cientos de comercios han pedido la baja de la dirección
general impositiva pues van a cerrar...
Al iniciarse febrero del presente año, Batlle realizó un discurso
anunciando un nuevo ajuste económico, él, quien en su campaña
electoral había expresado que este país no aguantaba un impuesto
más: "La mejor aplicación de las reservas del Banco Central nos
va a permitir aumentar los ingresos en no menos de 30 millones de dólares".(11)
Cinco meses después, los activos de reservas se habían reducido
un 75 % a pesar de los préstamos del FMI, los activos de reserva al 29
de junio sumaban 655 millones de dólares, sólo en el mes de junio
las colocaciones totales en la plaza financiera habían bajado 557 millones
de dólares y el riesgo país oscilaba los 3.000 puntos.
El 22 de agosto se conoció un documento firmado entre el gobierno de
Uruguay y el J P Morgan, el Credit Suisse y el Dresdner Bank, donde en el artículo
11 inciso C consigna que "Uruguay y el emisor (el Banco Comercial), con respecto
a sí mismos y a sus bienes, renuncian en forma expresa e irrevocable
a todo derecho de inmunidad conforme a cualquier ley que se base en soberanía".
Recuerda el documento del FMI sobre Uruguay y las últimas medidas económicas,
con fecha 25 de junio de 2002. En él, decía el director gerente
y presidente del vampiresco organismo: "Para crear aumentos de productividad
y crecimiento económico más allá del mediano plazo, será
importante continuar con los esfuerzos de desregulación de la economía
y abrir al sector privado áreas previamente reservadas para el sector
público". Por ejemplo, la soberanía de Uruguay.
Notas
1- Dr. Jorge Batlle, candidato presidencial del partido colorado, en Posdata
del 24 de setiembre de 1999.
2- Dr. Jorge Batlle, fragmento del discurso pronunciado ante la asamblea general
el 1 de marzo de 2000.
3- Ídem.
4- Ídem.
5- Ídem.
6- Ídem.
7- Ídem.
8- Ídem.
9- Dr. Jorge Batlle, discurso pronunciado en el almuerzo organizado por la asociación
de dirigentes de marketing, 27 de noviembre de 2001.
10- Ídem.
11- Dr. Jorge Batlle, discurso pronunciado el 7 de febrero de 2002.