Endurece Bogotá lucha contrainsurgente; designa a "feroces anticomunistas" en la cúpula militar
Según el presidente Uribe, miembros de las FARC fueron
entrenados por el ERI
"Los nombramientos, para asegurar que seguirá la acción castrense",
afirma ministra de Defensa
AFP, DPA Y PL
Santafe de Bogota, 10 de agosto. El presidente colombiano, Alvaro Uribe,
designó hoy una nueva cúpula militar de línea dura
en la lucha contrainsurgente. Incorporó al general Jorge Mora como comandante
de las fuerzas militares y al general Carlos Ospina en la comandancia del ejército.
Mora, nombrado en sustitución del general Fernando Tapia, y Ospina, quien
llega al cargo que ocupaba el primero, son considerados por las agencias internacionales
de prensa como "furibundos anticomunistas" con fuertes nexos con academias militares
de Estados Unidos, Chile y otros países donde obtuvieron o impartieron
cursos avanzados.
La ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, informó que
fueron ratificados el vicealmirante Mauricio Soto como comandante de la Armada
y el general Héctor Fabio Velasco al frente de la Fuerza Aérea
Colombiana (FAC). Además, el general Euclides Sánchez fue designado
como jefe del Estado Mayor Conjunto.
"Lo importante al definir esta cúpula era asegurarnos de que vamos a
seguir profundizando en la acción militar, que apenas es un componente
de nuestra estrategia de seguridad", señaló Ramírez. Añadió
que en los próximos días se anunciará al nuevo director
del servicio secreto (DAS) y si habrá cambios en la Policía Nacional.
Aunque varios de los nuevos comandantes son considerados "oficiales troperos
-con inclinación mucho más militarista-, el gobierno cree que
también tienen la capacidad de ser conciliadores y facilitadores en un
eventual proceso de diálogo con los grupos insurgentes", comentó
el diario El Tiempo.
El general Jorge Mora, de 57 años, es egresado del Colegio de Comando
y Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos, que el año pasado
lo incluyó en el Salón de la Fama de los alumnos destacados. Fue
un duro crítico del frustrado proceso de paz (enero de 1999 a febrero
de 2002) y de la zona desmilitarizada cedida en el sur del país a la
guerrilla por parte del anterior gobierno de Andrés Pastrana.
Ospina, de 55 años, es otro general que se ha caracterizado por ser un
férreo crítico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) durante los
diferentes cargos que ha desempeñado.
El nuevo jefe del ejército fue instructor invitado de la Escuela de las
Américas de Estados Unidos, realizó un curso avanzado de infantería
en el fuerte Bening, Georgia, y fue alumno de la Universidad de Defensa de Washington.
Asimismo, era profesor de tácticas militares en la Academia de Guerra
del ejército en Chile.
Velasco, Soto y Sánchez también son reconocidos por compartir
la línea dura de Mora y Ospina ante los grupos insurgentes.
Se estima que del miércoles a la fecha, cuando asumió el presidente
Alvaro Uribe, la ola de violencia protagonizada por las guerrillas y los paramilitares
de extrema derecha han arrojado unos 100 muertos y decenas de heridos.
Ataques rebeldes y combates entre tropas regulares y grupos paramilitares han
dejado unos 25 muertos -entre ellos 20 bajas de guerrilleros- y unos 30 heridos,
en hechos ocurridos cerca del municipio de Segovia, Antioquia.
Cuatro militares murieron y otras ocho personas resultaron heridas en un ataque
rebelde y la activación de una motobomba en los departamentos de Arauca
y Casanare. Los ataques fueron atribuidos a las FARC, el mayor grupo insurgente
del país. Además, los combates de las FARC y el ELN contra paramilitares
han dejado como saldo unos 50 muertos, en zonas entre Antioquia y Bolívar.
En tanto, las autoridades colombianas dijeron tener "fuertes indicios" de que
las FARC habrían recibido entrenamiento del Ejército Republicano
Irlandés (ERI), a propósito del ataque dinamitero del miércoles
en Bogotá, durante la asunción de Uribe, que dejó un saldo
de 21 muertos y alrededor de 70 heridos.
El DAS estimó que en esos ataques cerca de 100 guerrilleros, que se entrenaron
en la antigua zona de distensión, habrían planeado durante cinco
meses la acción. Según esto, proyectaban lanzar un centenar de
cohetes sobre el palacio presidencial y la sede del Congreso, aunque sólo
lograron arrojar 14.
En otro ámbito, Uribe anunció que su gobierno emprenderá
un plan de sustitución de cultivos de coca por bosques nativos en el
sureño departamento de Putumayo, fronterizo con Ecuador y Perú.
Llamó a la comunidad internacional a financiar este programa.
En Caracas, se anunció que Venezuela movilizará a 7 mil soldados
hacia su frontera con Colombia para reforzar la seguridad ante el aumento de
la violencia y los combates entre grupos armados irregulares en el vecino país.