La democracia de hoy no hace pueblos felices
No sería descabellado afirmar que además de la dominación
económica tienen cada día más vigencia otros dos tipos:
la política y la cultural que intentan y lamentablemente muchas veces
logran disfrazar u ocultar la primeramente nombrada.
Por Periodico Liberación/Malmo/Suecia
Puestos a analizar esto, resultan increíbles los artificios utilizados
para crear un sistema que pueda succionar la economía de una nación,
convertir un país de inmensas riquezas con una gran clase media en prácticamente
un campamento de indigentes (léase el caso de la Argentina) sin obviar
a sus vecinos de continente. Y todo ello es etiquetado como régimen democrático.
¿Qué clase de democracia es esa que en Argentina, a finales de los 80,
por órdenes del FMI y del BM vende todos sus activos por monedas? Por
ejemplo el sistema de agua potable de Buenos Aires vende a una compañía
llamada Enron; o un gasoducto que corre entre Argentina y Chile, a una compañía
también llamada Enron; luego los globalizadores desarman Enron , transfieren
sus activos a otra corporación falsa y ocultan así pistas del
robo. Por supuesto, Enron sólo existió para lavar dinero, droga
y todo lo que se pueda uno imaginar.
El FMI y el Banco Mundial han actuado así por años. Llegan, sobornan
a los políticos, les pagan individualmente miles de millones en cuentas
bancarias suizas y el único plan real es la esclavitud total para toda
la población.
Todo esto viene a consecuencia de una declaraciones realizadas por el ex economista
en jefe del Banco Mundial, Joseph E. Stiglitz, (unos meses después de
ser despedido del Banco Mundial, le otorgaron el Premio Nobel en Economía).
Este señor contó su convencimiento de que en cada país
que se mete el organismo para el que trabajaba, se destruye toda su economía.
"Ellos saben (el BM) que cuando aprietan un país y destruyen su economía,
obtendrán disturbios sociales en las calles. Y ellos dicen, bien, ese
es "el disturbio social del FMI". En otras palabras, al tener un disturbio social,
usted pierde. Todo el capital se fuga de su país y eso le da la oportunidad
al FMI para entonces exigir más condiciones".
Pues bien estas declaraciones, pese a estar impresas en algún periódico
o ser difundidas en algún otro medio, van a tener la trascendencia que
la dominación política exija y la interpretación de la
mismas estará de acuerdo con el concepto de "democracia" que impera en
la actualidad.
Pero lo real y cada vez más evidente es que como ha expresado León
Bendesky, columnista de La Jornada de Mexico: "La democracia no hace feliz a
la gente" y como ya vimos anteriormente no garantiza nada: la administración
pública no es más eficiente, los negocios privados no son más
transparentes, el tráfico de influencias no aminora, las leyes no son
mejores ni se aplican tal cual se expresan, los intereses establecidos quieren
conservarse, la política no enaltece los valores, los servicios no tienen
más cobertura y calidad, la seguridad y la integridad de las personas
no se reparan.
Por eso hoy más que nunca debemos afirmar que una democracia auténtica
no se puede quedar en la legitimidad de los votos, es decir, que éstos
efectivamente se cuenten y los resultados se acepten y se respeten. La participación
de los ciudadanos y de los grupos debe ser un elemento relevante. Hoy los pueblos
del sur de América están dando a diario su parecer y cual su "concepto
de democracia". Concepto por lógica opuesto al preconizado por "los amos
de la economía" que han instaurado un proceso amorfo con una fórmula
ineficaz de ordenamiento de las cosas públicas para beneficio sólo
de sus intereses.
La democracia debe ser siempre un valor constitutivo de la justicia social y
el bienestar material de la sociedad, donde éste último puede
ser un asunto con una muy concreta valoración, pero sin duda incompleto
sin el conjunto de las libertades a las que todos, por el simple hecho de nacer,
tenemos derecho.
Para lograrlo hoy no basta con continuar la lucha contra la dominación
económica hay que denunciar e impedir que la política (sueño
mayor de George W. Bush) y más aún la cultural sean efectivas.
La pérdida de alguna de ellas sería el mayor retroceso histórico
de la causa de los pueblos oprimido
Liberación es un semanario en español que se publica en Malmö, Suecia, desde 1981.