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Crisis de liderazgo que amenaza la estabilidad de Perú
Toledo celebra un año en el poder con rechazo popular
La Republica/Uruguay
El presidente peruano, Alejandro Toledo, cumple este domingo su primer año en el poder con su popularidad en picada y bajo una latente atmósfera de crisis de liderazgo que amenaza con crear un vacío de poder en el Perú si no logra revertir esa situación, advirtieron analistas.
"Toledo está en un laberinto sin saber qué camino elegir para salir de la crisis de liderazgo y credibilidad. El país está cerca de llegar a un punto de no retorno y de crearse un vacío de poder si su popularidad cae por debajo del 10%", dijo Luis Benavente, director de la encuestadora de la Universidad de Lima.
"Si cae por debajo del 12% o 10% estaremos en peligro y podríamos entrar en la recta final de su gestión", agregó Guillermo Loli, de la consultora Apoyo.
Las principales encuestadoras peruanas le adjudican al mandatario una desaprobación superior al 70% y una aprobación del 18% en julio, resultados que le otorgan el palmarés de ser el mandatario más impopular en tan corto tiempo de gestión desde que en 1980 se restableció la democracia en Perú.
El reciente cambio de gabinete contuvo ligeramente la caída, pero los analistas dicen que el presidente tendría que sintonizar nuevamente con los peruanos de a pie --que reclaman resultados inmediatos, como creación de empleos, y cuestionan el programa de libre mercado-- para tratar de repuntar.
Si la crisis se agudiza, advierten, Perú puede caer en la senda que siguieron Ecuador, Paraguay y Argentina, cuyos respectivos jefes de Estado, Jamil Mahuad, Raúl Cubas y Fernando de la Rúa, se vieron forzados a renunciar entre 1999 y el 2001 tras revueltas callejeras.
Un 51% está a favor de que concluya su mandato en 2006, en tanto que un inquietante 46% sostiene que debe recortarlo, según un sondeo de CPI.
Cuando asumió el poder el 28 de julio de 2001 en medio de enormes expectativas de la población --tras ganar las elecciones de ese año en la segunda vuelta ante el ex presidente Alan García--, Toledo tenía una popularidad cercana al 60%.
El ex presidente García (1985-90), socialdemócrata y líder de la oposición, dijo esta semana en televisión que "si Toledo no cambia de rumbo su política económica, la democracia tambalea".
Recalcó que su partido (Alianza Popular Revolucionaria Americana) no conspira ni pretende que se le recorte su mandato. "La levitación del gobierno, su ceguera ante la realidad, su incapacidad para reconocer y prever los acontecimientos o la tardanza extrema de sus reacciones, son la más directa expresión del entrampamiento ideológico y político en que se encuentra el presidente", anotó el politólogo Carlos Franco en la revista Quehacer.
"De proseguir ese camino --advirtió--, incrementará su notoria ingobernabilidad (...) y hará peligrar el régimen democrático".
El mandatario se defiende de sus adversarios señalando que lo quieren tentar con el populismo, lo que llevaría al país al caos.
Privatizaciones, pago puntual de la deuda externa, rol residual del Estado han sido los pilares del programa de gobierno de Toledo, que tropezó con las protestas populares que lo obligaron a retroceder en el tema de las subastas de los recursos estatales.
Paradójicamente, Perú tiene buenos resultados macroeconómicos en 2002: inflación anual menor a 2%, crecimiento del PIB de entre 3,5% y 4%, reservas internacionales de 9.500 millones de dólares; y uno de los riesgos-país más bajos de la región, situado en 600 puntos (6%).
El caso Zaraí, una adolescente de 14 años que reclama desde los tribunales la presunta paternidad del jefe de Estado producto de una relación extramarital, también lo melló y figura en las encuestas como uno de los principales errores de su gestión.