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Latinoamérica

30 de julio del 2002

Nicaragua: Discurso de Daniel Ortega en el 23 Aniversario de la Revolución Sandinista

Fortaleciendo la unidad nacional en beneficio de los pobres

19 de julio del 2002 en el 23 Aniversario de la Revolución Popular Sandinista, Plaza de la Fe.
Managua, Nicaragua.
Hermanos sandinistas. Invitados internacionales que nos visitan de otros países y pueblos hermanos de la Revolución Popular Sandinista y de Nicaragua. Hermanos del Foro Social, recientemente reunido aquí en Managua.
¿Dónde está la revolución? ¿Dónde está la conciencia? ¿Dónde está la moral? ¿Dónde está la dignidad de Nicaragua?
Veintitrés años han pasado desde lo que fue el triunfo de la revolución sobre la dictadura somocista. Logramos derrotar a la dictadura en la medida que logramos también unirnos la gran mayoría de los nicaragüenses. La unidad fue crucial. La unidad fue determinante para acabar con la dictadura somocista.
Y llegamos al gobierno el 19 de julio de 1979, hoy hace ya veintitrés años. Formamos un gobierno de unidad nacional. Pero esa unidad nacional se empezó a resquebrajar fundamentalmente por la intervención abierta de los gobernantes norteamericanos, que alentaron y financiaron una guerra en nuestro país, que boicotearon todo esfuerzo de unidad y entendimiento como intentamos hacerlo múltiples veces durante el gobierno sandinista.
Esto no nos exime de los errores que cometimos. Claro que cometimos algunos errores. Errores que fueron elementos suficientes para que muchos hermanos nicaragüenses se distanciaran de la revolución e incluso luego se levantaran en armas en contra de la revolución, financiados, entrenados por el gobierno norteamericano.
Ayer hablamos con unos compañeros que participan en el Foro Social, dirigentes de fuerzas políticas centroamericanas, y les contamos un poco lo que ha sido esta historia, que es larga, compleja, dura, que sometió a un esfuerzo y sacrificio extraordinario a todo este pueblo.
Y fuimos a las elecciones en el 90 y entregamos el gobierno. Y propiciamos la paz. Y la verdad es que cuando entregamos el gobierno en nuestro país, - dígase lo que se diga acerca de los errores que pudimos haber cometido y que aceptamos que cometimos -, y lo recibió el nuevo gobierno el 25 de abril de 1990, podemos decir con todo orgullo que traspasamos un gobierno que había logrado, por primera vez en la historia de este país, reducir drásticamente el analfabetismo. Porque cuando surgió la revolución - y esto no lo saben muchos muchachos, muchachas, niños y niñas que no vivieron, lógicamente, aquella época- casi el 60% de los nicaragüenses no sabía leer y escribir.
Y con mucho amor, con mucho espíritu solidario le enseñamos a leer y a escribir a este pueblo, sin discriminar a nadie. E incluso, nos sentimos orgullosos que en estas elecciones municipales ha resultado más de un alcalde sandinista y un alcalde liberal electo, que aprendieron a leer y escribir, a firmar, a escribir su nombre gracias a la revolución.
Cuando entregamos el gobierno hace 12 años, - también, dígase lo que se diga de los errores que cometimos -, la verdad es que nadie puede negar que las familias pobres, humildes, sencillas, la gran mayoría de los nicaragüenses, trabajadores, esforzados, desde las más recónditas comunidades en la montaña, de los más humildes asentamientos en los barrios, cuando llegaban a un centro o un puesto de salud, a un hospital, eran recibidos y tratados como seres humanos, con dignidad.
Tampoco se puede negar, que el gobierno sandinista ha sido el único en la historia de este país que le ha entregado tierras a los campesinos que eran explotados, humillados, oprimidos, torturados, que eran asesinados. Y beneficiamos por igual a campesinos que eran sandinistas y a campesinos que no eran sandinistas. Y cuando se da el traspaso de gobierno el 25 de abril de 1990, más de 100 mil familias campesinas tenían un pedazo de tierra y estaban en más de tres mil cooperativas. Pero además, año con año el gobierno sandinista vino asegurando financiamiento a todos los productores. Porque nuestra fortaleza está en la producción: la producción agropecuaria, la producción campesina, la pequeña, mediana y gran producción. Ahí está nuestro futuro.
Y podemos decir con todo orgullo que durante todo el gobierno sandinista hasta el 25 de abril de 1990, año con año, nunca le faltó el crédito, el financiamiento a los productores. Y si los productores habían tenido una mala situación por falta de lluvia o por mucha lluvia o por plagas o por lo que fuese, y lo demostraban, entonces nunca se nos ocurrió ir a quitarles la propiedad a los productores o la tierra a los campesinos porque no podían pagar la deuda Entonces se reestructuraba la deuda al pequeño, al mediano, al gran productor para que la tierra la siguieran trabajando. Y además se les daba financiamiento. Esto beneficiaba por igual a productores sandinistas y a productores no sandinistas. Todos eran beneficiados.
Y podríamos pasar hablando aquí toda la mañana, toda la tarde, de lo que fue la obra de la revolución, de lo que entregó la revolución, en cultura, en deporte, en servicio a la niñez. Todo eso podríamos seguir enumerando aquí y no terminaríamos de enumerar.
Y así entregamos el gobierno y el país el 25 de abril de 1990.
¿Qué nos pueden decir? "Sí, pero hubo una guerra". Es cierto, hubo una guerra. ¿Quién provocó la guerra? ¿Quién financió la guerra? ¿Quién minó los puertos en Nicaragua? ¿Y quién públicamente se dijo que era enemigo de Nicaragua? El Presidente de los Estados Unidos, de entonces, el Presidente Reagan.
No fuimos nosotros. Nosotros nunca hemos sido enemigos de los Estados Unidos. Nosotros nunca le hemos hecho daño a los Estados Unidos. Y podríamos decir lo mismo de todos los países de América Latina y el Caribe o de países que en Asia y África han sido víctimas de la política de guerra, de la política de muerte, de la política terrorista de gobernantes norteamericanos.
Aquí en nuestro país, en las escuelas se les enseña a los muchachos y todavía celebramos el 14 de septiembre. ¿Y qué significa el 14 de septiembre? El 14 de septiembre no es más que la expresión de dignidad de un pueblo pobre, humilde, descalzo que frente al invasor yanqui se levantó en San Jacinto y derrotó a ese invasor yanqui. José Dolores Estrada, Andrés Castro, nuestros héroes nacionales que defendieron la dignidad de Nicaragua. Cómo estaría Nicaragua, si entonces Andrés Castro y José Dolores Estrada se hubiesen rendido sólo porque los yanquis eran poderosos. Nicaragua estaría totalmente oprimida.
Pero vencieron el miedo y le enseñaron a este pueblo a vencer el miedo. Y ahí en los corrales de San Jacinto, con fusiles viejos y con pedradas derrotaron a los yanquis invasores.
Nosotros nunca le hemos hecho daño a los Estados Unidos. Nunca hemos colocado una bomba en los Estados Unidos. Nunca hemos minado los puertos norteamericanos. Nunca hemos enviado tropas a los Estados Unidos. Son ellos los que han invadido a nuestro país. Y fueron ellos los que nos hicieron la guerra durante esos años.
¿Y qué le íbamos a decir a este pueblo? ¿Ah? ¿Que porque los yanquis son poderosos hay que rendirse? ¿Qué porque los yanquis son poderosos hay que venderse? ¿Qué porque los yanquis son poderosos hay que humillarse? ¿Qué porque los yanquis son poderosos hay que arrastrarse a sus pies?
Este pueblo demostró dignidad y ha demostrado dignidad a lo largo de la historia. Y por eso resistimos esa agresión yanqui y esa guerra, esa política terrorista que fue condenada por la Corte Internacional de Justicia.
Pero bueno, entregamos el gobierno en el 90. Han pasado doce años. Doce años en los que nosotros no hemos estado en el gobierno Doce años en que han logrado gobernar en paz, sin guerra, con muchos recursos internacionales. Han firmado los acuerdos que han querido firmar con los organismos internacionales: con el Fondo Monetario, con el Banco Mundial. Nosotros hemos hecho oposición constructiva, hemos luchado en las calles, en la Asamblea Nacional, hemos respetado los períodos presidenciales. Los hemos respetado. Es decir, hemos dejado que gobiernen. Porque bien se sabe, que este pueblo tiene la fuerza moral como para cambiar cualquier gobierno en cualquier momento, sin disparar un solo tiro.
Y hemos sido respetuosos. Y a pesar de que han aprobado políticas que no eran del agrado y que afectaban a la población, la realidad es que a la hora de las elecciones, - por la injerencia yanqui y por la actitud sectaria de algunos nicaragüenses que deberían tener una actitud realmente llena de amor y llena de reconciliación -, lo que han hecho es envenenar la mente y el corazón de muchos nicaragüenses, llenarles de odio el corazón en contra de los sandinistas.
Mientras ellos nos hicieron la guerra cuando nosotros estábamos en el gobierno, nosotros no les hemos hecho la guerra en ningún momento. Porque nuestros corazones no han estado cargados de odio, de rencor, de veneno.
Pero es que el capitalismo, el imperialismo y sus secuaces aquí, se empeñan en sembrar el veneno en el pueblo nicaragüense, en tratar de presentar al Frente Sandinista como algo que no tiene cabida en la historia de este país, como que los sandinistas no tenemos derecho de volver al gobierno. Y no quieren darse cuenta que si ellos están en el gobierno, si son diputados en la Asamblea Nacional, si son alcaldes, si son magistrados es gracias al Frente Sandinista, es gracias a la Revolución.
Sin la Revolución, sin el Frente Sandinista, aquí tendríamos gobernando a Somoza, a los hijos de Somoza, a los nietos de Somoza. Esos estarían gobernando a Nicaragua. No cabía (en ese tiempo) ninguna posibilidad ni siquiera de hacer estas elecciones.
Aunque son elecciones en las que cada vez cree menos la gente. Porque la gente va a votar pensando en las promesas que hacen los candidatos. ¿Cuánta gente ha votado en las elecciones en el 90, en el 96 y ahora en estas últimas elecciones (2000 y 2001)? Y los candidatos, ¿qué le han ofrecido al pueblo en la campaña?. El cielo y la tierra. Y la gente va perdiendo la fe en estas elecciones, sobre todo cuando se da cuenta que este tipo de sistema político que tenemos, le quita el poder al pueblo. Se lo arrogan nada más el Presidente, los diputados. Y luego el pueblo se queda sin poder. Después el pueblo solamente vota una vez cada cinco años para elegir Presidente.
Entonces, son ellos los que - en nombre del pueblo - deciden políticas que han dejado al pueblo en la mayor pobreza, en la mayor miseria y que van enriqueciendo a unos pocos.
Y eso no puede ser democracia. Por eso decíamos que hay que cambiar el sistema político en Nicaragua. Hay que darle el poder al pueblo. Que el pueblo tenga el poder de ser tomado en cuenta, de decidir si a Nicaragua le conviene o no una firma y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional o con el Banco Mundial. El pueblo tiene que estar claro de eso. Que tiene que estar al tanto de cómo se discute el Presupuesto de la República, porque es del dinero del pueblo que se está discutiendo cómo se va a utilizar y distribuir. Y de todo eso, el pueblo está marginado.
Les decía que han pasado doce años. Han tenido la oportunidad de gobernar en paz, sin guerra, con ayuda externa, ofreciéndole a este pueblo convenios con los organismos que quieren ver el bienestar, que quieren ver el progreso para toda Nicaragua.
¿Y qué es lo que tenemos ahorita en Nicaragua? ¿Acaso en Nicaragua el servicio de educación le da acceso a todos los nicaragüenses? ¿Acaso todas las familias pobres, humildes, pueden mandar a sus muchachos a la escuela? ¿Acaso, cuando se presenta ahora una familia a un puesto de salud o a un centro de salud o a un hospital, recibe un tratamiento digno en ese centro de salud o en ese puesto de salud o en un hospital?
Y vemos que por igual son afectadas familias liberales pobres y familias sandinistas pobres que van a un hospital, a un puesto de salud y le salen con una receta. No hay medicamentos. No hay.
Y bueno. Eso es lo que tenemos ahora aquí en Nicaragua. Una situación donde cada día hay más desempleo, cada día hay más pobreza, cada día le cuesta más a las familias mandar a los muchachos a la escuela, mantener la salud. Por lo tanto cada día, podemos decir, hay menos democracia en Nicaragua.
Sí, porque aquí la democracia es restringida, es limitada. Porque no puede haber democracia cuando hay nicaragüenses padeciendo hambre. No puede haber democracia cuando hay nicaragüenses que no pueden ir a la escuela. No puede haber democracia cuando vemos por la calle cómo se multiplican los niños descalzos, en harapos, pidiendo limosna o cayendo en la delincuencia. No puede haber democracia.
Y si de algo también nos sentimos orgullosos los sandinistas, es que durante nuestro gobierno no había niños en las esquinas pidiendo limosna. Había pobreza, pero los niños andaban calzados, andaban vestiditos e iban a la escuela. Había pobreza y aquí todo el mundo podía comer.
Ahora es doloroso y triste encontrarnos, aquí en los semáforos y en las carreteras llenas de hoyos, a los niños y a las niñas, - y estoy hablando de niños y niñas de tres años, de cuatro años, de cinco años cargando tiernitos de meses -, llenos de polvo, en medio del sol, en medio de la lluvia, rellenando los huecos con tierra para pedir limosna con alguna dignidad.
Eso no es democracia. No puede ser democracia una vergüenza para Nicaragua.
¿Qué puede decir quien no comparte nuestro criterio, que nos adversa, ante todo esto que estamos hablando? Podría decir: "Sí, pero dejaron una deuda externa enorme al país". Y nosotros podemos decir que sí, que es cierto, quedó una gran deuda externa en el país. ¿Por qué? Porque a pesar del bloqueo, de la guerra, de las presiones que ejercían los Estados Unidos para que no se le prestara un peso a Nicaragua, la comunidad internacional, - los países socialistas, Cuba, la Comunidad Europea, en su gran mayoría -, le mantuvo la cooperación a Nicaragua. Y también muchos norteamericanos conscientes, que venían a nuestro país con ayuda para este pueblo y que incluso fueron asesinados por las políticas yanquis mientras trabajaban en obras comunitarias en el campo, como ese héroe y mártir norteamericano Benjamín Linder, que regó su sangre en las montañas de Nicaragua.
Nuestros adversarios nos dicen barbaridades: ladrones, asesinos, violadores, encarceladores.
¿De qué no nos acusan?
¿Y por qué le entregaron tanto recurso al gobierno sandinista?
¿Por qué recibimos tanta ayuda externa, fíjense? ¿Por qué? Porque el gobierno sandinista era un gobierno honesto, no era un gobierno de ladrones, era un gobierno honesto.
Es cierto, la deuda externa creció. Ahora, yo les preguntaría a esos que hablan barbaridades, ¿de dónde comieron, si no fue de esa deuda externa? ¿Con qué se mantuvo la educación, la salud, la producción en medio de la guerra, si no fue con esa deuda externa? Es decir, se utilizaron bien los recursos que recibía Nicaragua, y se utilizaban bien los recursos internos de nuestro país.
Y nos sentimos honrados de haber tenido un gobierno que en medio de la guerra cumplió con un compromiso básico que teníamos con nuestros héroes y mártires, con Sandino, con los campesinos, con los pobres de nuestro país.
Como les decía, ellos han estado gobernado doce años. Tranquilamente. Nosotros veníamos denunciando desde hace un buen tiempo, que no se estaban utilizando bien los recursos del estado, que había corrupción y malversación. Pero no nos creían. No, decían, es propaganda de los sandinistas. Los piñateros son ellos, decían.
Y yo les quiero decir con toda honestidad, - para que hablemos con honestidad, con honradez - , a esos que montan campañas para tratar de desprestigiar al Frente Sandinista y montan campañas hablando constantemente de pactos, que nosotros nunca hemos pactado con la corrupción, nunca hemos pactado con la explotación inmisericorde. Los recursos del pueblo nunca los hemos pactado.
Y fíjense bien, y se los digo con todo respeto. En la campaña del 95 y 96, ¿quienes cerraron filas alrededor de los candidatos del partido que actualmente sigue en el gobierno?. ¿ Acaso fuimos nosotros los que apoyamos a ese partido? Nosotros teníamos nuestro propio candidato y queríamos ganar esas elecciones.
¿Quiénes montaron una campaña en los medios de comunicación, para presentar una imagen bonachona del candidato a la presidencia? Lo presentaban como una persona buena, como un gordito bueno, así lo presentaban en unos muñequitos que publica un periódico aquí. Y ponían al gordito bueno, que era el candidato de ellos, luchando contra los piñateros, contra los ladrones, contra los asesinos, así lo ponían.
¿Quiénes apoyaron esa candidatura sino fueron los grandes capitalistas, que ahora se asustan y viven hablando en contra del pacto?. Si ellos pactaron con él, ellos lo llevaron la presidencia, que no vengan a lavarse las manos ahora. Recordemos cómo se juntaron todos ellos: los yanquis, los medios de comunicación, los capitalistas y hasta un líder espiritual muy querido, pero que desgraciadamente también se sumó a la campaña con un mensaje que apoyaba al candidato del otro partido, cuando él tenía que haber mantenido una posición neutra, no respaldar ni a uno ni a otro, pero desgraciadamente él también pronunció aquel famoso mensaje de la víbora. Es decir, fueron ellos los que pactaron con la corrupción, fueron ellos los que llevaron a esa gente al gobierno y a la presidencia, no fuimos nosotros.
Y ya estando ellos en el gobierno teníamos que hablar con ellos. Pero que no vengan ahora a lavarse las manos. Y claro, ahora se ha descubierto que sí había corrupción. Por lo menos lo que está apareciendo ahí, en las acusaciones, todo indica que había corrupción. No lo estamos afirmando nosotros. Nos referimos a lo que está saliendo, lo que se está hablando y diciendo Y nosotros, frente a esta campaña contra la corrupción, no hemos vacilado un solo momento en respaldar esta campaña contra la corrupción y podríamos decir, como decíamos en la época de lucha contra Somoza: ¡Muerte a la corrupción! Ya sabemos que aquí, con lluvia o con sol, con decreto o sin decreto, habrá 19 de julio.
Les quiero hablar un poco de la situación económica, de la situación social. Hemos estado reuniéndonos con el Presidente de la República, con el Presidente Enrique Bolaños. Hemos sostenido ya unas cinco reuniones con él. Nosotros tenemos una posición constructiva. Nosotros siempre hemos querido que estos gobiernos hagan una buena labor a favor de los pobres, porque por el hecho que nosotros no estemos en el gobierno no significa que nos alegra que estos gobiernos no hagan nada a favor de los pobres y que solamente trabajen a favor de los ricos.
Hemos conversado con el Presidente sobre la situación económica, la situación social que realmente es grave, todo el mundo lo sabe, el pueblo la siente en los hospitales por falta de medicamentos, en las escuelas, los productores la sienten por falta de financiamiento.
¿Y qué pasa? El Fondo Monetario y el Banco Mundial están negociando con el gobierno, porque desgraciadamente estos tiempos en los que impera esta globalización, están bajo la hegemonía del imperialismo y de los capitalistas. No les queda más camino a los gobiernos que negociar con el FMI, con el Banco Mundial. Y vienen el Banco y el Fondo y ponen condiciones que atentan contra el interés nacional.
¿Y qué es lo que nosotros planteamos frente a esta situación? Tenemos que negociar contra esta forma de globalización, injusta, corrupta, que tiene en la miseria a las tres cuartas partes de la población de la tierra. Está destruyendo nuestro planeta, está destruyendo los recursos naturales y sobre todo está destruyendo a la especie humana, a los seres humanos, por lo tanto es una globalización antihumana, una globalización corrupta, una globalización terrorista, porque significa practicar el terrorismo sobre todo el planeta, contra todos los pueblos de la tierra y por eso la condenamos, y por eso tenemos que luchar contra la globalización.
¿Qué es lo que hemos propuesto y proponemos? Hemos conversado con el Presidente de la República: "trabajemos un acuerdo, un consenso sobre las políticas económicas, sobre las políticas sociales, para que el país sea beneficiado, para que los productores sean beneficiados y tengamos empleo, para que los jóvenes sean beneficiados y tengan salud y educación" Pero para propiciar ese tipo de acuerdo, es necesario también unirse frente a los organismos internacionales. Porque nos unimos nosotros, pero también tenemos que hacerle sentir esa posición unida a los organismos internacionales. Y que el pueblo se movilice, como se ha movilizado hoy aquí por las calles en contra de esas condiciones de los organismos financieros internacionales, que significan más hambre, más desempleo y menos producción para este país. Porque el país tiene una deuda externa impagable. Tenemos una deuda interna que también es impagable. Nos han remitido a la HIPC
Y la solución es bien sencilla: unámonos los nicaragüenses y exijámosle al gobierno norteamericano, que cumpla con el fallo de la Corte Internacional de Justicia que lo manda a indemnizar a Nicaragua en más de 17 mil millones de dólares. Y con esos 17 mil millones de dólares, le pagamos a los yanquis lo que les debemos y nos quedarían debiendo, cancelamos la deuda interna y habría recursos para enfrentar estos problemas que y afectan al pueblo.
Nuestro planteamiento es que hay que buscar este acuerdo, respetando la autoridad del gobierno, promoviendo este tipo de consenso. Y hemos dejado claro y queremos dejar claro en esta plaza, frente a este pueblo, frente al pueblo nicaragüense, que no estamos por ningún tipo de acuerdo, por ningún tipo de diálogo, por ningún tipo de entendimiento en donde se negocie la corrupción. La lucha contra la corrupción tiene que continuar y mientras tanto tenemos que buscar un acuerdo para sacar a Nicaragua de la extrema pobreza, de la miseria
Y en este diálogo también hemos dejado clara nuestra disposición a un diálogo bilateral con el gobierno. Y allá el gobierno verá como trata su relación con las otras fuerzas políticas, que le pueden ser afines o no le pueden ser afines.
Pero esa es la posición del Frente Sandinista. Una posición constructiva, una posición que trata nuevamente de construir y aportar. Nosotros no queremos destruir, no queremos crearle más problemas a este pueblo, a este país. Queremos buscar soluciones y de ahí parte nuestra disposición de discutir con el gobierno y buscar, con el gobierno, estas soluciones.
Este día hemos escuchado a varios hermanos que han expresado sus mensajes de solidaridad con Nicaragua. Hermanos que vienen de otras tierras, otros continentes, pero que están identificados con nuestra lucha.
Y nosotros hemos manifestado claramente, que esta lucha tenemos que librarla fortaleciendo la unidad nacional en beneficio de los pobres; fortaleciendo la unidad regional en beneficio de los pobres; fortaleciendo la lucha para alcanzar la unidad de América Latina y El Caribe. Porque solamente unidos, como soñó Bolívar, vamos a ser fuertes y vamos a poder encontrar respuestas para nuestros pueblos. Y encontrar la unidad de los continentes empobrecidos, marginados, la unidad de América Latina y El Caribe con los pueblos de Africa, con los pueblos de Asia, la unidad de los pueblos del mundo que tenemos que unirnos hoy más que nunca, para defender los intereses de los oprimidos.
Y nosotros, ni en campañas electorales ni por razones tácticas electorales, nunca hemos renunciado a nuestros principios, nunca hemos negado ni vamos a negar a nuestros hermanos, a nuestros amigos.
Nosotros no somos ciudadanos yanquis. Somos ciudadanos nicaragüenses. Nosotros no tenemos por qué pedirle permiso al yanqui para decir quién es nuestro amigo y quién es nuestro enemigo. Y por eso es que queremos reiterar, ratificar aquí nuestro profundo agradecimiento y nuestra profunda solidaridad con ese heroico pueblo de Cuba, que lleva ya 43 años resistiendo un bloqueo brutal, antihumano, violatorio de los derechos humanos. Y expresar también aquí nuestra solidaridad con el hermano pueblo de Libia, que ha sabido ser solidario con el pueblo nicaragüense. Y nuestra solidaridad con los hermanos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador. Y nuestra solidaridad con la URNG de Guatemala. Y nuestra solidaridad con todas aquellas organizaciones y pueblos del mundo que hoy están luchando y continuarán luchando por la justicia, por la libertad, por una verdadera democracia.
Nuestros adversarios se empeñan en calificarnos como destructivos. Se empeñan en calificarnos como gente que no razona, gente que no quiere aportar. Y yo diría que si una fuerza política en este país ha venido aportando y continuará aportando a que los nicaragüenses vayamos saliendo de estas enormes dificultades, de estos enormes problemas, somos los sandinistas.
Porque los sandinistas lo que cargamos en nuestra conciencia, en nuestro corazón y lo que corre por nuestras venas es amor, y donde hay amor hay solidaridad. Y donde hay amor, hay espíritu de lucha. Y donde hay amor, hay dignidad. Y donde hay amor, hay fuerza para combatir.
Hermanos nicaragüenses, en este 23 aniversario nuestro mensaje es ese. Un mensaje de amor, un mensaje de entendimiento. Que entendamos de una vez por todas que en este país cabemos todos. Que entendamos de una vez por todas, que así como han llegado al gobierno en los últimos años otras fuerzas políticas, de igual manera igual derecho tiene el Frente Sandinista para llegar también al gobierno en próximas elecciones. Que nada ganaríamos nosotros con responderles a ellos con un discurso lleno de veneno, lleno de rencor. Aquellos hermanos nicaragüenses que todavía sueltan veneno y sueltan rencor, que se fijen que los hermanos campesinos que estuvieron con la Contra, que tuvieron muchos muertos, muchos heridos, donde quedan muchos mutilados, han entendido que tenemos que unirnos los sandinistas con la Contra, que tenemos que unirnos los campesinos, que tenemos que unirnos los pobres para acabar con la miseria que abate a Nicaragua
Tenemos que promover verdaderamente la reconciliación todos y no solamente los sandinistas. Este país, para salir de la miseria, para salir de la pobreza necesita de mucho amor, que nos llenemos todos de amor.
Porque solamente llenándonos de amor nos va a partir el alma ver a un niño pidiendo limosna en una esquina. Solamente llenándonos de amor nos va a partir el alma ver a los pobres muriendo sin atención médica. Solamente llenándonos de amor nos va a partir el alma ver a una anciana arrastrándose por las calles pidiendo limosna. Solamente llenándonos de amor vamos a poder construir y vamos a poder sacar adelante a Nicaragua.
Viva el 23 aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
Viva la unidad de todo el pueblo. Viva la juventud de Nicaragua
Vivan las mujeres de Nicaragua. Vivan las niñas y los niños de Nicaragua
Vivan los campesinos de Nicaragua. Vivan los trabajadores de Nicaragua
Vivan los desempleados
Vivan nuestros hermanos de las fuerzas armadas, del Ejército y de la Policía
Sandino vive, la lucha sigue.
Patria Libre o Morir.