|
7 de junio del 2002
¿Pobreza en Venezuela desde la llegada de Chávez?
Simón Royo
Rebelión
Ya sabemos que El Nacional y El Universal, son dos de los
periódicos más influyentes de Venezuela. Sabemos también
que sus propietarios son Miguel Henrique Otero y Andrés Mata, respectivamente
y que las relaciones de Otero, propietario también del diario Así
es la Noticia, con el Presidente Chávez son pésimas. Veamos
ahora un Editorial de El Nacional y tratemos de desmentir las falsedades
e imprecisiones que entraña su manipulación de la información.
Extractos del Editorial de "El Nacional" del 29 de mayo de 2002.
"Pobres revolucionarios.
… las cifras divulgadas por el Instituto de Investigaciones Económicas
y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) no sólo
indicaban un vertiginoso crecimiento de la pobreza durante los tres años
de mandato del presidente Hugo Chávez, sino que a la vez parecían
indicarnos que no estamos haciendo lo debido para corregir el rumbo de las cosas…
2,73 millones de hogares venezolanos engrosaron las estadísticas de pobreza,
lo que, en términos reales, representó un crecimiento de 15,9%
respecto a 1998. … Estas cifras no pueden contentar a nadie, ni mucho menos
deben servir de argumento para atacar políticamente al Presidente, pero
sin duda entierran uno de los logros exhibidos por este Gobierno, que se había
ufanado de haber reducido la pobreza en tres años de revolución
chavista… Las cifras sobre el desempleo y economía informal… han demostrado
que los logros sociales de la revolución chavista son, en verdad, un
espejismo… Recientemente el INE reconoció que el desempleo ya bordea
este año 17% y que unos 4,7 millones de venezolanos pululan en la economía
informal, sin mayores esperanzas de lograr un puesto y un sueldo fijo ante la
galopante recesión y la creciente incertidumbre que amenazan con golpear
aún más el aparato productivo venezolano que se encuentra parcialmente
paralizado desde hace más de dos años a consecuencia de unas erradas
medidas económicas, sustentadas en el anclaje cambiario, y un Gobierno
que ha mantenido como única política la abierta confrontación
con el sector privado, que es el mayor generador de empleo y desarrollo del
país… Más pobres resultados y más pobres ciudadanos".
Dejaremos de lado, en esta ocasión, las discutibles cifras de pobreza
de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), cuyo desmentido
necesitaría que se le consagrase un artículo completo y empezaremos
a desmentir por el final, donde hay que decir que NO ES "el sector privado…,
el mayor generador de empleo y desarrollo del país" sino que lo es el
sector público, al menos, en Venezuela. Hay que repetir una y mil veces
que PDVSA (Petróleos de Venezuela SA) es la empresa petrolera
estatal, lo deletreo: E-S-T-A-T-A-L, es decir, y lo deletreo, pública:
P- Ú-B-L-I-C-A, desde que la nacionalizó Carlos Andrés
Pérez en su primer mandato (1974), antes de convertirse en ladrón
y ser depuesto y juzgado y condenado (1996), tras su segundo mandato presidencial,
al que Hugo Chávez intentó dar final por la fuerza (1992).
PDVSA es la segunda petrolera más grande del mundo y la compañía
más grande latinoamericana. Con ventas de aproximadamente $60.000 millones
en el 2000, (no está mal para un "aparato productivo venezolano que se
encuentra parcialmente paralizado", como dice el Editorial citado) PDVSA ha
beneficiado y beneficia directamente a una ínfima parte de la población.
¿Por qué? Pues porque generalmente los directivos de la empresa desde
su creación en 1975 y la oligarquía venezolana quienes tienden
a pensar en la empresa nacional como una corporación privada que solo
debe producir la mayor cantidad de petróleo posible y devengarles dividendos
a ellos y a sus amigos y no a la población ciudadana en su conjunto.
El Gobierno de Venezuela cesa a una serie de directivos de PDVSA y se considera
una ingerencia inaceptable, un intervencionismo estatal totalitario, y se va
a la huelga y se prepara un golpe de Estado, pero se olvida cuando se dicen
esas cosas que la empresa es, lo deletreo, E- S-T-A-T-A-L, que la anomalía
estriba en que el Gobierno no la maneje y lo inaceptable resulta que esté
en manos de la oligarquía venezolana y no de los representantes del pueblo
venezolano.
Y ahora hablemos de la pobreza y de su disminución o aumento en Venezuela.
Si las ventas de petróleo de aproximadamente $60.000 millones en el 2000
se hubiesen repartido equitativamente entre todos los ciudadanos de Venezuela,
unos 23 millones actualmente, hubiese resultado que, ese año, CADA VENEZOLANO
habría contado con $2.600 POR PERSONA. ¿Dónde va todo ese dinero?
Es obvio que la riqueza del petróleo del país no llega al pueblo
de Venezuela, no hay reparto de la riqueza ni distribución de los ingresos
y es obvio que no le llega desde hace muchos años, no desde que hace
tres años Hugo Chávez fue elegido para solucionar la situación,
sino desde mucho antes, desde la Constitución de 1961 y desde que a partir
de 1963 se produjo el sistema de alternancia de partidos y se comenzó
a recuperar la producción de crudo de manos extranjeras. En 1973 a causa
de la guerra de los seis días los países árabes realizaron
un embargo de petróleo provocando la subida de 3 $/barril a 14$/barril,
triplicándose en ese entonces el presupuesto de la nación de 14
a 42 mil millones de Bolívares. (Hoy el presupuesto es mucho mayor).
¿Qué se hizo con tanto dinero? Algunas cosas buenas se hicieron, como
instaurar por primera vez en la historia del país una ley de salario
mínimo, pero el dinero fue a parar principalmente a la oligarquía
propietaria y terrateniente, sin llegar al pueblo. A pesar del gran flujo de
dinero que tuvo el gobierno de Carlos Andrés Pérez, su partido
no pudo retener el poder en las elecciones de 1978 cuando el candidato opositor
de COPEI, Luis Herrera Campins, derrotó al candidato oficial, Luis Piñerúa
Ordaz. Su campaña política fue muy hábil, pues se basaba
en la frase ¿DÓNDE ESTÁN LOS REALES (DINERO)? Con lo que expresaba
la frustración del venezolano común que se preguntaba donde había
ido a parar toda esa abundancia de recursos. ¡HABLAMOS DE UNA PREGUNTA DE 1978!,
una pregunta que sigue vigente, siendo la revolución bolivariana de nuestros
días no otra cosa sino el intento de corregir una situación que
lleva 30 años planteándose. ¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?
¿POR QUÉ NO LLEGA AL PUEBLO? ¿POR QUÉ NO HA LLEGADO NUNCA?
Hace tres años el pueblo venezolano, harto de pasar hambre en medio de
la abundancia, votó por Hugo Chávez, acabando con el bipartidismo
alternativo, y encomendándole la lucha por recuperar unos recursos que
llevaban siendo expoliados desde hacía más de 30 años.
En tres años no se han enmendado aún 30, pero se han creado algunos
medios para ello, aún teniendo que combatir la oposición exterior
e interior a los cambios necesarios, medios como una Nueva Constitución
y un Nuevo Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo, ambos de
1999. El art.13 de la Constitución bolivariana declara que los yacimientos
mineros y petrolíferos "son bienes de dominio público"; el art.54
que "ninguna persona podrá ser sometida a esclavitud o servidumbre";
el art.58 indica que "la comunicación es libre y plural, y comporta los
deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a
la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con
los principios de esta Constitución, así como el derecho de réplica
y rectificación cuando se vean afectados directamente por informaciones
inexactas o agraviantes". La libertad económica y las posibilidades del
sector privado están plenamente reconocidas en el Capítulo VII:
De los derechos económicos, artículo 112, y por el artículo
114: "se garantiza el derecho a la propiedad".
No parece, al leer la Nueva Constitución de Venezuela, que vaya mal encaminada,
que sea "totalitaria (sic)" ni, como dicen los neoliberales: "un golpe de Estado
técnico (sic)", sino que parece más bien que depende de que la
dejen llevarse a la práctica que el pueblo venezolano logre superar el
escamoteo de la justa redistribución que les ha sido robada durante los
últimos 30 años. El crimen de Chávez es precisamente ese:
"ha expropiado tierra mediante decretos-ley y ha elevado los impuestos a los
inversores extranjeros" y lo que consideran más grave los Neoliberales:
"Ha procurado conseguir el control de Petróleos de Venezuela (PDVSA),
la empresa petrolífera estatal" (The Economist April 20-26th 2002,
Chavez Redux, p.11) ¡¡¡¡Qué descaro!!!! ¡Pretender UN GOBIERNO
controlar una empresa ESTATAL! (De nuevo la confusión entre lo público,
lo del pueblo, y lo privado, lo de los oligarcas, terratenientes y ladrones
evasores de capitales). Sin el control sobre PDVSA, efectivamente, no habrá
revolución posible, de modo que el manejo de la empresa PÚBLICA
constituye un asunto fundamental, porque de ella salen los reales que seguirán
acabando en el bolsillo de los ricos a menos que las reformas lleven a que acaben
en el bolsillo del pueblo.
Pero el órgano de la prensa Neoliberal no llega a tanto cinismo como
para no advertir a los Estados Unidos que: "Por mucho que deploren a Chávez,
los Estados Unidos tendrían que tener claro, que no debe ser depuesto
por medios inconstitucionales" (The Economist Ibid.p.12). En tales condiciones
la lucha contra la pobreza en Venezuela tiene, claramente, partidarios y opositores.
¿Quiénes son los partidarios y quiénes los opositores? Depende
de lo que usted económicamente crea, si piensa que los Estados Unidos
van a sacar al pueblo venezolano de la pobreza y a devolverles todos los recursos
que su oligarquía ha evadido y sigue evadiendo, si piensa usted realmente
que "el sector privado es el mayor generador de empleo y desarrollo del país"
(Editorial de El Nacional, citado) y si acaso conoce lo que la palabra "sector
privado" representa realmente en Latinoamérica, es muy probable que empiece
a pensar favorablemente en la revolución bolivariana y que facilite el
que el gobierno de Hugo Chávez pueda llevar adelante, lo más plenamente
a la práctica, la Constitución bolivariana, una ley que hará
más prósperos a todos los venezolanos en la medida en que pueda
llegar a ser progresivamente implantada.