La Republica/Uruguay

Los jefes paramilitares de las disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) dejaron en libertad a todos sus frentes para que actúen con independencia y anunciaron la creación de una fuerza similar que "cumpla con una función donde los colombianos honestos se sientan representados y defendidos".
Algunos analistas consideran la decisión como movimientos "estratégicos" adoptados en momentos en que la confederación de los frentes paramilitares ultraderechistas colombianos se disolvió cuando supuestamente se encontraba en el punto más alto de su constante crecimiento en los últimos cinco años.
"Sin duda que la mejor manera de recuperar hoy lo rescatable de las autodefensas es partiendo de una estricta revisión y reordenamiento bajo compromisos claros y un mandato centralizado y jerarquizado para quienes lo acaten", dijeron en un comunicado Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, quienes fueran los máximos jefes político y militar de las AUC, respectivamente.
El caso que aparentemente que produjo la disolución de las AUC fue el secuestro del industrial venezolano Richard Boulton, que fue rechazado y condenado por Castaño, quien fuera el máximo jefe militar y luego político de esa confederación.
"Ante sucesos como este y muchos otros que vienen cometiendo los diferentes grupos que conforman las AUC, como sus actividades de narcotráfico, he decidido no continuar representándolas políticamente", manifestó la semana pasada Castaño al conminarlos igualmente a liberar a Boulton.
El fraccionamiento de las AUC se produce cuando faltan un poco más de dos semanas para la posesión del presidente electo Alvaro Uribe Vélez, quien no ha descartado la posibilidad de negociar la paz con los paramilitares, considerados como los escuadrones rurales de la muerte.
Desde el jueves no aparece en el Internet la página de las AUC, pero un aviso indica que esta en "construcción" y pide que se consulte "próximamente". La renuncia de Castaño, a cuyo lado continúa trabajando Mancuso, se produjo en momentos en que la organización paramilitar dice tener 10.000 combatientes, que la coloca como la segunda fuerza irregular armada en Colombia, después de las FARC.
Igualmente el poder de las AUC ya había superado las fronteras colombianas para llegar hasta Venezuela, donde según Castaño se envió un número no revelado de instructores para ayudar a un movimiento similar "en gestión".