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Garra argentina del Plan Cóndor
La causa por el llamado Plan Cóndor, la asociación
represiva que formaron las dictaduras de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil y
Paraguay, comienza en 1999 en el juzgado de Adolfo Bagnasco a raíz de
las denuncias de familiares de desaparecidos. Algunos casos considerados clave
por fuentes judiciales son las detenciones en el centro clandestino de detención
Automotores Orletti y sus traslados a Montevideo. Uno de esos casos es el de
la desaparición de Sara Méndez cuando estaba embarazada y cuyo
hijo, Simón Riquelo recuperó su identidad en marzo de este año.
Luego de juntar pruebas sobre canje de detenidos entre las Fuerzas Armadas de
los distintos países, los investigadores empezaron a citar a declaración
indagatoria a quienes ocuparon los más altos políticos en cada
país. La causa del Plan Cóndor ya estaba en manos del juez Rodolfo
Canicoba Corral cuando se ordenó la captura internacional del ex presidente
de Paraguay Alfredo Stroessner, del ex jefe de inteligencia de Chile, Manuel
Contreras y la indagatoria del ex dictador argentino Jorge Rafael Videla por
haber formado una "organización criminal que actuó en el Cono
Sur destinada y dedicada a la comisión de los delitos de secuestro agravado,
aplicación de tormentos, homicidio y desaparición forzada de personas
en el territorio de los países involucrados y mediante el uso criminal
del aparato del Estado respectivo". Asimismo, se hizo el pedido para extraditar
al ex dictador chileno Augusto Pinochet en abril de 2001.
De todos los pedidos, la única que contestó a la indagatoria hasta
ahora es la Corte Suprema chilena para decir que a Augusto Pinochet no lo pueden
enviar porque tienen fueros y no se le puede aplicar las leyes de extradición.
En tanto, a Videla, que cumple prisión domiciliaria por robo de bebés,
se lo indagó por integrar una asociación ilícita calificada
a fines de mayo de 2001 y por la desaparición de 52 personas en el marco
del Plan Cóndor. Uno de los últimos avances en la causa, que ahora
atiende el juez Jorge Urso, fue el aporte que hizo el senador uruguayo Rafael
Michelini quien aseguró en mayo de este año que el presidente
Jorge Batlle le había dicho que María Claudia García Iruretagoyena
de Gelman, nuera del poeta Juan Gelman, había sido asesinada por personal
policial uruguayo, lo que podría provocar la citación del mandatario
oriental.