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26 de junio del 2002
Nicaragua: Porqué Arnoldo Alemán debe ser retirado del control del Estado
Rodolfo Delgado Romero
En esta naciente democracia, entre otros, los legados presidenciales
son importantes. El Sr. Arnoldo Alemán será recordado por ciertas
obras públicas que aumentaron el déficit fiscal y el descarrilamiento
del acuerdo con el FMI. Su legado más negativo son los escándalos
de corrupción y la construcción de lealtades en todo el Estado,
convertidas muchas en redes de corrupción, como están saliendo
en los actuales juicios. No será recordado retirándose a su casa
a como llegó.
En la presidencia del Sr. Alemán no sólo hubo ausencia de voluntad
política de combatir la corrupción sino que su aptitud era señalar
que eran simples raterías. Más bien estimuló la cultura
política de Estado Botín, el ventajismo que altos funcionarios
sintieran que era la oportunidad de su vida para enriquecimiento.
Denuncias ciudadanas en los medios de comunicación han documentado cómo
el Sr. Alemán y sus allegados que antes de ser funcionarios vivían
tipo clase media baja, hoy sin que se justifique con sus salarios de por sí
más altos que sus equivalentes de funcionarios norteamericanos, aparecen
con varias viviendas valoradas cada una en miles de dólares, vehículos
de alto lujo, muchos negocios y empresas.
Las denuncias ciudadanas en los medios de comunicación son compras de
fincas por operadores del Sr. Alemán donde posteriormente pasarían
carreteras como en la Costa del Pacífico, en Boaco y Río Blanco,
corroborado por campesinos; construcción de tres carreteras en su hacienda
de El Crucero, con precio social cero porque no son carreteras de tránsito
de los pueblos aledaños; construcción de Helipuerto con erario
público; obras de energía, agua potable e infraestructura vial
en sus fincas con fondos de empresas públicas; entrega a sus fincas de
miles de plantas frutales y hortalizas por parte de entidades públicas.
Analistas, incluso ex directivos de su partido, han señalado que hoy
el patrimonio del Sr. Alemán es de no menos 250 millones de dólares
comparado a 50 mil dólares de su declaración de probidad cuando
asumió la alcaldía de Managua en 1990. La frase imperial milenaria
de «todos los caminos conducen a Roma», parece aplicable aquí que «todos
los escándalos actuales de corrupción en el Estado conducen al
Sr. Arnoldo Alemán».
En la valoración de la gestión del Sr. Alemán, las investigaciones
de gobernabilidad la mayoría señalaba que no fue justo y honesto
y que no actuó conforme la ley. Nueve de cada diez percibían corrupción
en la gestión presidencial y las formas de percepción de corrupción
era por enriquecimiento de funcionarios públicos, rápido aumento
de bienes y casas, surgimiento de empresas de funcionarios públicos suplidoras
del Estado o ejecutoras de proyectos de inversión pública y desvíos
de fondos públicos.
Hace cinco años la opinión pública era indiferente a la
corrupción, hoy ocho de cada diez valoran que la corrupción les
atañe porque son menos recursos para salud, educación, vivienda
y ubican la corrupción como un problema de derechos humanos. La opinión
pública criticaba el sistema judicial al señalar que las personas
que comenten actos de corrupción son juzgados en dependencia de sus conexiones
o que ni siquiera son juzgados. La sentencia de la Juez Suplente Gertrudis Arias
abrió el camino judicial moralizador que debe servir de ejemplo para
todo el aparato judicial.
Investigaciones recientes de diversa índole señalan que una mayoría
casi absoluta de los nicaragüenses le dan total respaldo al Ing. Enrique
Bolaños y por ende a la Procuraduría y al Sistema Judicial en
la lucha actual contra la corrupción.
Por otro lado es altamente desfavorable la opinión pública sobre
el Sr. Arnoldo Alemán y fuertemente cuestionado por los señalamientos
de gobierno corrupto y ampararse en procedimientos ilegales de la Junta Directiva
de la Asamblea Nacional para no enfrentar el juicio abierto por el Juzgado II.
Para el gobierno de Estados Unidos el Sr. Arnoldo Alemán está
«time out». Le habían enviado señales al quitarle la visa al Sr.
Byron Jerez, pero no entendió el mensaje y siguió su intento de
seguir controlando el poder desde la Asamblea Nacional y desde ahí sus
pretensiones presidenciales para el año 2006. Estados Unidos con su cultura
intervensionista en Nicaragua considera que la contienda pre electoral de 2001
estuvo reñida y de difícil pronostico por culpa del gobierno del
Sr. Alemán considerado autoritario y corrupto que acercó posibilidades
de triunfo del Frente Sandinista, riesgo que Estados Unidos con el Sr. Geroge
Bush seguro reelecto en 2005, no quieren tener con demasiada figuración
al Sr. Arnoldo Alemán en las elecciones de Nicaragua en el 2006. Montarse
en el tren del antisandinismo en el contexto de quemas de llantas, tranques
de calles y carreteras, tomas de edificios, lo llevó al estrellato político.
Hoy la corrupción de su gobierno en un contexto nacional e internacional
contra la corrupción lo llevó al ocaso político y va a
arrastrar a sus allegados si siguen atrincherándose en su figura de inmunidad
e impunidad.
Lo más lúcido del liberalismo tiene que entrar a una fuerte democratización
organizacional y de liderazgo porque al final de cuentas la modernización
de los partidos políticos es necesario para la institucionalidad y para
la gobernabilidad democrática.
Es perjudicial para la democracia y para la sociedad nicaragüense que el
Sr. Arnoldo Alemán quiera seguir controlando el poder desde la Asamblea
Nacional en circunstancias en que el pacto entre el PLC y el FSLN en 2000, le
permitió extender su red de lealtades en control mayoritario en la Corte
Suprema de Justicia, en el Consejo Supremo Electoral y en la Contraloría
General de la República. La inversión extranjera sana no va a
venir con esos niveles de control del Sr. Alemán, por todo eso la sociedad
tiene que resolver esa barrera por las vías institucionales y cívicas
por el bien del país.
Guerrillamedia