Latinoamérica
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24 de febrero del 2002
Peligro de guerra regional
Kintto Lucas
IPS
El mando militar de Ecuador anunció este jueves el refuerzo de las guarniciones en la frontera con Colombia, debido a la ruptura de las negociaciones entre el gobierno colombiano y las rebeldes FARC.
Los efectivos apostados en la frontera norte están preparados para enfrentar el eventual ingreso de miembros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y de otras fuerzas irregulares, señaló el comandante de la fuerza aérea, Oswaldo Domínguez.
Explicó que las Fuerzas Armadas habían comenzado a reforzar los controles en la zona ante el constante peligro de que el conflicto colombiano se extendiera a Ecuador.
Sin embargo, Domínguez reconoció que controlar la frontera con Colombia, de 640 kilómetros de extensión, es una tarea muy difícil, sobre todo en zonas selváticas.
La situación preocupa porque en los últimos días ocurrieron algunos hechos que relacionaron de distinta manera a Ecuador con el conflicto armado interno en el vecino país.
El Ministerio de Defensa de Ecuador debió salir a desmentir la semana pasada que las fuerzas armadas hubieran vendido a las FARC misiles rusos CL-28, como informara el 13 de este mes el diario Nuevo Herald, de Miami.
"Se puede afirmar categóricamente que las Fuerzas Armadas ecuatorianas no poseen ese tipo de misiles", señaló un comunicado emitido por esa cartera.
Al respecto, un comandante de las FARC dijo a IPS en el departamento del Putumayo, limítrofe de la nororiental provincia ecuatoriana de Sucumbíos, que la noticia de la supuesta compra de misiles a Ecuador "solo formó parte de uno de los montajes previos" a la ruptura del diálogo por parte de Bogotá.
"Es absurdo que las FARC quieran comprar misiles CL-28, que no son rusos como dice El Nuevo Herald, y son antisubmarinos, afirmó el guerrillero. "Dónde los utilizaríamos y para qué va a tener Ecuador ese tipo de misiles", preguntó.
Añadió que la información difundida por el diario de Miami era "un invento de los jefes militares colombianos" para que Ecuador se vea obligado a involucrarse en una guerra regional contra la guerrilla, con el fin de "limpiar la mancha" de una supuesta venta de armas a la guerrilla.
También señaló que la denuncia de la avioneta de Venezuela interceptada con armas para la guerrilla y la supuesta reunión de militares venezolanos con insurgentes del vecino país difundida en los últimos días también formó parte "del mismo juego de guerra promovido por Estados Unidos en la región".
"La idea es que, cuando los helicópteros colombianos violen el territorio ecuatoriano, como ocurrió en estos días, las fuerzas armadas ecuatorianas hagan la vista gorda", argumentó el guerrillero.
Por otra parte, campesinos de la fronteriza localidad de Puerto Nuevo, en Sucumbíos, indicaron que el sábado pasado 14 helicópteros de las Fuerzas Armadas de Colombia violaron el espacio aéreo ecuatoriano, realizando disparos.
El prefecto (gobernante provincial) de Sucumbíos, Luis Bermeo, aseguró que varios impactos de bala dieron en casas de campesinos ecuatorianos, mientras que Marco Arias, dirigente de Puerto Nuevo, presentó ante la gobernación y la Defensoría del Pueblo varios casquillos de bala como prueba "del ataque".
"Los helicópteros sobrevolaron por más de dos horas, provocando el pánico entre los pobladores, quienes abandonaron sus viviendas y huyeron al monte", comentó Arias.
El vicecanciller ecuatoriano Jaime Merchán aseguró el lunes que la cancillería investigará el presunto incidente. "No hay información oficial de que ello haya ocurrido, pero, si es así, se constituiría en una violación flagrante del espacio aéreo del país", puntualizó.
El embajador de Bogotá en Quito, Eliseo Restrepo, declaró no conocer nada del asunto y explicó que "se harán las consultas necesarias para verificar la información".
"Creo que hay que tomar las versiones con calma para averiguar bien, de la misma manera que nosotros tomamos con calma la información de la venta de misiles, sobre lo cual todavía faltan explicaciones", agregó Restrepo el lunes a un canal de televisión.
Para la fuente guerrillera consultada por IPS, en la frontera sur de Colombia es donde se evidencia más la intervención de Washington en el conflicto armado interno, a través de empresas de mercenarios, como Dyn Corp.
"Además de los instructores militares estadounidenses, que ya pasan los 400, están en Colombia los mercenarios que realizan las fumigaciones masivas y participan en combates", aseguró a IPS el guerrillero de las FARC.
Campesinos e indígenas ecuatorianos afectados por las fumigaciones de cultivos ilegales realizadas en el Putumayo colombiano presentaron una demanda por daños y perjuicios contra Dyn Corp ante el juez Richad W Roberts, de Washington.
Los demandantes pretenden obtener una indemnización por la utilización del Round Up Ultra, un herbicida de alto poder tóxico que ha dañado la salud de habitantes de la zona, las cosechas y los animales.
En tanto, representantes de Dyn Corp pidieron al juez Roberts que deseche la querella, argumentando que no está habilitado para juzgar un acto que involucra "la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos, ya que trata de temas que son competencia de los poderes Ejecutivo y Legislativo de ese país".
En el alegato ante el juez Roberts, los abogados de Dyn Corp señalaron que el intento de los demandantes ecuatorianos de invocar la jurisdicción de la justicia estadounidense es "para retar a la política internacional de ese país".
Activistas de la organización ambientalista Acción Ecológica, que apoyan a los campesinos de Sucumbíos, indicaron que la aceptación de la demanda por el juzgado de Washington sienta un precedente importante "para impedir el uso de estrategias crueles como parte de la política exterior de los países".
"Pretende, además, impedir el uso indiscriminado de armas químicas, en nombre de la lucha contra el narcotráfico, y establecer responsabilidades por los daños para que no reine la impunidad en estos casos", observó Lucía Gallardo, de Acción Ecológica.
Para Gallardo, la estrategia de Estados Unidos y de la empresa Dyn Corp va más allá de Colombia, pues su radio de acción abarca a varias naciones de la región.
"Lo que se pretende en estos países es tener un área de control, donde el verdadero interés es precautelar la economía estadounidense, especialmente en lo que tiene que ver con producción petrolera", añadió.
Tras la ruptura del diálogo de paz entre el gobierno colombiano de Andrés Pastrana y las FARC, sectores políticos y sociales de ambos países temen que la presión de Washington expulse a Ecuador a campesinos y guerrilleros, extendiendo el conflicto fuera de fronteras.
"El Plan Colombia, la utilización de la base militar del puerto ecuatoriano de Manta por fuerzas estadounidenses y la actividad militar de ese país en la frontera colombiana con Ecuador y Perú podría provocar un tipo de guerra como la desarrollada en 1999 en Kosovo", argumentó Gallardo.
El general Fernando Tapias, jefe de las Fuerzas Armadas de Colombia, y su par ecuatoriano, almirante Miguel Saona, se reunieron el martes en la base militar de Tres Esquinas, en el departamento de Caquetá para examinar la situación en la frontera común.
Los militares colombianos señalan que uno de los principales problemas fronterizos es el ingreso de municiones y explosivos para la insurgencia, mientras que sus colegas ecuatorianos ponen énfasis en la posible infiltración de grupos armados en su país.
"El tráfico de armas o explosivos de Ecuador a Colombia probablemente se produce, pero no es de gran magnitud", dijo Saona, quien hoy pasa a retiro.
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