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CARACAS, 23 de febrero.—El pronunciamiento institucional que recién hicieron los militares venezolanos y su respaldo al presidente Hugo Chávez es un duro golpe a la campaña opositora dirigida a asegurar una supuesta fractura en el seno de las fuerzas armadas, destaca Prensa Latina.
El acto efectuado la víspera en las instalaciones del Círculo Militar, en esta capital, fue el marco para la presentación de la posición oficial de las cuatro armas en relación con la compleja situación política que vive el país, de la cual no pueden apartarse los más de 120 000 hombres y mujeres integrantes de ellas.
Por otra parte, la presencia allí no solo del Alto Mando castrense, sino de los jefes de las guarniciones de Caracas y de los estados de Vargas y Miranda, aledaños al distrito capital, garantizó la representatividad alcanzada por los planteamientos hechos en el lugar.
Durante semanas, en un esfuerzo bien coordinado, los partidos políticos opositores y los medios de difusión nacionales, cuyos propietarios, en su casi totalidad, son acérrimos adversarios de Chávez, agitaron el fantasma de una división en las fuerzas armadas y de un inminente peligro de golpe de Estado en Venezuela.
Alimento de esa ofensiva publicitaria, repetida desde el amanecer hasta la madrugada mediante los periódicos y emisoras de radio o televisión, fue una suerte de "alzamiento mediático" del coronel de la aviación Pedro Soto, el capitán de la Guardia Nacional Pedro Flores y el contralmirante Carlos Molina.
Esos oficiales, todos ellos sin mando en sus respectivas armas, incurrieron en graves faltas a los reglamentos militares al participar en actos políticos opositores y pedir la renuncia del presidente de la República, Hugo Chávez, siempre seguidos, en todas sus manifestaciones, por abundante cobertura periodística.
Independientemente de las sanciones que ya están recibiendo por las vías regulares en cada caso, dichos militares fuero completamente desautorizados ayer, en nombre de todos sus compañeros de armas, por el mencionado acto institucional efectuado en el Círculo Militar.
Sin embargo, más importante que eso fue el tenor de las definiciones allí expresadas, tanto por el general en jefe Lucas Rincón a nombre de la institución en pleno, como por el jefe del Estado Mayor Conjunto y los comandantes de cada una de las armas.
Ellos plantearon la subordinación y el respaldo a las autoridades del país legítimamente electas, el llamado a evitar la confrontación estimulada por los grupos oposicionistas y la necesidad de trabajar por el bien y el desarrollo de la nación.
Pero también criticaron severamente los ataques a las fuerzas armadas publicados en la prensa usando acusaciones sin pruebas para afectar la honorabilidad de sus miembros, mostraron su acuerdo con la participación de la institución en los planes sociales y abogaron por estrechar la unión cívico-militar.