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Un 8 de marzo luchando por justicia para la Mujer
5/febrero/2002
El próximo 8 de marzo mujeres del sector gubernamental y de organizacionesno
gubernamentales convocadas por la Procuradora de la Mujer, presentarán
unconjunto de medidas legislativas que procuran mayor justicia para la mujer.
El 8 de marzo de cada año, Día Internacional de la Mujer Trabajadora,
esusado como un símbolo por mujeres de todas partes del mundo para
adelantarcausas a favor del bienestar, la paz y la justicia para la mujer.
En nuestrocaso, Puerto Rico, desde el año pasado, la oficina de la
Procuradora de laMujer (OPM) convocó a un grupo de mujeres representativas
de ambos sectores,gubernamental y no gubernamental, para lograr un consenso
en las medidas másurgentes y viables a gestionar a través de
la vía legislativa o ejecutiva.Estas medidas atienden la situación
de empobrecimiento de la mujer y algunasde ellas van dirigidas a procurar
un balance entre la vida familiar ylaboral.
El conjunto de medidas legislativas que se presentará están
dirigidas aampliar el tiempo de la licencia de maternidad, a proveer una licencia
depaternidad, a mejorar la ley vigente de lactancia, a ampliar los centros
decuido de niños, a proveer licencias especiales para trabajadoras
ytrabajadores, a proveer horarios flexibles o tiempo parcial, y a promover
yproveer una seguridad social para la trabajadora del hogar.
La mujer trabajadora y su familia se enfrenta a una realidad económica
ysocial que tiende a agudizar la condición de pobreza de la mujer y
losproblemas sociales que se han asociado al particular desarrollo de PuertoRico.
La mujer trabajadora se enfrenta a la realidad de un país que ha sufrido
unarápida transformación económica sin una planificación
integral de losrecursos y del desarrollo urbano, donde se destacan los problemas
de escasezde vivienda y servicios, de desparrame de vivienda horizontal haciendoescasear
las áreas verdes de recreación, de ubicación de viviendas
lejanas alos centros de trabajo educativos de las hijas y de una constante
congestiónvehicular. La vida cotidiana de la mujer trabajadora, a quien
se le asignala función de resolver la mayoría de los problemas
del núcleo familiar, sehace cada día más compleja. La
tensión diaria para llegar a tiempo a loscentros de cuido o escuelas
de las hijas, para lidiar con las congestionesde tránsito y llegar
a tiempo a los trabajos, para salir apresurada alcompletarse la jornada a
recoger a las niñas cuando ya han pasado dos horasde terminada la actividad
escolar, temiendo por su seguridad, genera unosniveles de ansiedad que eventualmente
afectan su salud mental. Muchasmujeres se ven obligadas a usar parte de su
salario para pagar por un cuidoextendido , lo cual reduce su ingreso disponible.
Esta realidad lleva aalgunas mujeres a dejar de trabajar asalariadamente engrosando
lasestadísticas del servicio doméstico, muchas otras no tienen
opción porque susalario es indispensable para el sostenimiento del
hogar. Esta situacióncotidiana se ha ido agudizando por el incremento
de envejecientes en elnúcleo familiar, según se refleja a través
de los resultados del Censo 2000.Es muy positivo que nuestra sociedad aumente
la esperanza de vida y queduremos más años. Lo que no es aceptable
es que la mujer siga cargando solao casi sola con las necesidades de atención
de la vejez, que corresponde atodo el núcleo familiar y al estado.
Es la mujer la que tiene que darseguimiento a las citas médicas y problemas
de salud de los hijos y de todoslos envejecientes, incluyendo sus padres,
sus suegros, y otros familiares.Para atender esta responsabilidad se ve precisada
a usar los días devacaciones que deberían estar destinados a
su descanso de la fatiga laboral.De lo contrario, otro tipo de ausencia significa
reducción del salario. Lasituación se agrava para la mujer jefa
de familia quien no cuenta con uncónyuge con quien compartir esta responsabilidad.
Es preciso que se mejorenlas políticas públicas a los fines
de expandir o crear programas deservicios y legislación para atender
estas necesidades.
La mujer trabajadora se enfrenta al monstruo del desempleo, chispageneradora
de serios problemas sociales. La tasa de desempleo oficialaumentó de
10.1 a 11.7% del 2000 al 2001. En 12 meses se perdieron cerca de20 mil empleos
en la manufactura. La combinación de altas tasas de desempleocon la
promoción de un consumismo desenfrenado generan problemas socialesque
empiezan por la ansiedad y trastornos mentales que produce laincertidumbre
económica y conducen a otras opciones dentro de la economíasubterránea
como el tráfico de drogas, la criminalidad y la drogaadicción.Las
cifras oficiales de desempleo muestran unos números en aumento, perosabemos
que los números reales son mayores, porque ese sector consideradofuera
del grupo trabajador esta ahí no por elección, sino porque se
hanagotado unas opciones de empleo. Además de la pérdida cuantiosa
de empleosque vemos en la manufactura producto del cierre de fábricas
o reducción deoperaciones, sobresale la pérdida de empleos en
los servicios y en laadministración pública. Estas pérdidas
responden en parte a las políticasneoliberales de privatización,
que tanta inestabilidad han ocasionado enotros países de América
Latina y del mundo en general. Las cesantías oreducción de empleos
tienen otro efecto en los que permanecen en el empleo yes el tener que absorber
las funciones y tareas del que fue despedido,intensificando así el
trabajo. La intensificación del trabajo es otro de losproblemas modernos
que enfrenta la clase trabajadora, causando problemas desalud física
y mental, aparte del impacto en la reducción real de su salariopor
hora.
La mujer trabajadora y su familia se enfrenta también en la época
moderna dela globalización, a la reducción en los gastos públicos
y de programassociales que estaban disponibles, trasladando así el
costo por unosservicios como los de salud, subsidios a las viviendas, atención
a madres yniños de escasos recursos económicos y otros, a las
familias. Estorepresenta una reducción en el poder adquisitivo de las
familias y enparticular de las mujeres quienes absorben gran parte de estos
costossociales.
Las situaciones descritas forman parte del cuadro de empobrecimiento de lamujer,
que se ha llegado a conocer como el fenómeno de "la feminización
dela pobreza". El evento "Marcha Mujeres 2000, Contra la Pobreza y laViolencia
hacia la Mujer" trajo esta situación a la atención mundialllevando
una plataforma de reclamos a la Organización de Naciones Unidas(ONU)
en Nueva York en el 2000 para dar seguimiento a los acuerdos previos.
Necesidad de un balance entre la vida laboral y familiar
El concepto balance entre vida familiar y laboral no es uno nuevo en PuertoRico
ni particular de esta región. Es un concepto que viene impulsándose
enla última década en distintos países. La IV Conferencia
de la Mujer,celebrada en Beijing en 1995 aprobó una Declaración
de los 189 estados allíreunidos, comprometiéndose con el objetivo
de fomentar una armonización deresponsabilidades laborales y familiares.
Algunos países firmantes como elcaso de España ya han aprobado
leyes en esta dirección.1
Este concepto se refiere a la necesidad de adoptar medidas de caracterindividual,
familiar, de política pública de estado, empresarial, parabalancear
las dos esferas de la vida de las trabajadoras procurando unacalidad de vida,
que en última instancia produce frutos tanto a nivel deltrabajador
y trabajadora como del empleador. Este concepto es impulsado porindividuos
e instituciones de todos los sectores sociales y económicos.
El balance entre vida familiar y laboral se ha convertido en una de lasaspiraciones
de la mayoría de los trabajadores de distintos niveles y uno delos
temas principales de discusión en los centros de trabajo. Un estudiorealizado
por el Instituto de Familias y Trabajo de Nueva York realizado en1992 descubrió
que el 42% de los trabajadores deseaba trabajar menos horaspara invertir más
tiempo con la familia; un estudio similar en 1998 encontróque este
número aumentó en un 67%.2 La introducción real de este
concepto através de medidas concretas redundaría en beneficios
para ambos componentesdel contrato laboral: reduce el estrés y fatiga
laboral, reduciendo a su vezcondiciones médicas que llevan a ausentismo;
reduce errores de las trabajadoras en su tarea producto del cansancio acumulado,
lo que a su vezreduce pérdidas en la producción; reduce accidentes
en el empleo, promuevemotivación de las trabajadoras, promueve la participación
de mujeres y hombresen la vida familiar dando paso a mayor igualdad entre
los géneros, permiteel desarrollo y formación de las niñas
en un ambiente saludable de calidadde vida lo cual es un bien social del futuro.
La implantación de este concepto tiene beneficios que pueden calcularse
yotros beneficios intangibles de incalculable valor en el presente y futurode
la sociedad. Para lograrlo hay que asumir unos costos que deben serdistribuidos
entre los ciudadanos, el gobierno, y los patronos del sectorprivado en la
proporción más justa posible. La evaluación de costos
debeponderar que se trata de una inversión social de futuro, posiblemente
lainversión de mayores dividendos: la reproducción de una fuerza
laboralsaludable para el futuro del país.
FUENTE: Bandera Roja