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Hugo Chávez no se rinde, sus amotinados tampoco
El presidente Hugo Chávez desechó las posibilidades de golpe
de Estado y volvió a hablar por cadena nacional. La oficialidad le
reiteró su obediencia y el rebelde Soto le dio un ultimátum.
El presidente venelozano Hugo Chávez se largó a hablar y se
despachó sobre más de un tema. Primero, lo hizo en una entrevista
exclusiva con la agencia France Press y, por la noche, dirigió un mensaje
televisivo para todo el país. Y enfatizó un punto: descartó
cualquier posibilidad de golpe de Estado o guerra civil. A la vez, el mandatario
presenció un desfile militar en la ciudad de La Victoria, donde se
conmemoró el día de la Juventud, en el que la oficialidad le
reiteró su obediencia. Los uniformados rebeldes, el coronel Pedro Soto
y el capitán de la Guardia Nacional Pedro Flores, deberán comparecer
este viernes ante el Consejo de Investigación. Soto, por su parte,
le lanzó un ultimátum a Chávez para que "rectifique"
el rumbo de su gobierno y le puso un plazo: el 19 de abril. Chávez,
mientras tanto, recibió la solidaridad del líder sandinista
y ex presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
El general Lucas Rincón, jefe de la fuerza armada, acompañó
el desfile en La Victoria y dijo que "la situación es de normalidad
en los cuarteles". Por su parte, el ministro de Defensa, José Vicente
Rangel, prefirió las metáforas: "Una golondrina no hace verano",
dijo al aludir el aparente aislamiento de Soto al pedir la rectificación
del gobierno. Chávez, a la vez, negó las versiones sobre un
golpe de Estado: "Venezuela no puede engendrar un Pinochet; un golpe de Estado
y una dictadura son imposibles". Y explicó: "Casi todas las semanas
anuncian aquí un golpe de Estado, una rebelión, una guerra civil.
Yo participé en una rebelión militar en 1992, y eso no se hace
desde una plaza con miles de personas, sino con soldados, con fusiles y con
ideas". Chávez, al mismo tiempo, quiso despejar fantasmas: "No voy
a tomar un machete o voy a quemar una bandera de Estados Unidos, ni soy un
diablo que va a anunciar la invasión de Washington", exclamó
entre risas. A la vez, abordó dos de las principales acusaciones de
la oposición: Cuba y Colombia. "Todo el cuento de la cubanización
de Venezuela es producto de que mucha gente se envenenó", analizó.
Luego, reveló que llamó por teléfono el pasado lunes
al presidente colombiano Andrés Pastrana, al trascender que en un allanamiento
de la policía colombiana a una residencia de supuestos guerrilleros
de las FARC, "consiguieron unas fotos mías". "Mira, Andrés,
yo te pido que ustedes aclaren esto que ha salido en prensa por ahí",
contó que le dijo a su par y señaló que "están
tratando de demostrar desde hace 10 años que yo y la guerrilla colombiana
somos amigos, que hay un plan secreto". A la vez, dijo que es "muy peligroso"
para los países limítrofes de Colombia un aumento de la presencia
militar impulsada por el Plan Colombia. Por último, Chávez desestimó
encontrarse aislado por no haber sido invitado a la reunión del presidente
George W. Bush con sus homólogos andinos de los países signatarios
del Tratado de Preferencias Comerciales Andinas (ATPA): "El caso de estos
cuatro presidentes (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) es que esos
cuatro países tienen un mecanismo con los Estados Unidos. Venezuela
nunca ha pertenecido al ATPA".
Entretanto, el rebelde Soto, a pesar de que fue advertido que sus presentaciones
públicas serán consideradas agravantes para su caso, le exigió
a Chávez "rectificar" antes del 19 de abril próximo (Día
de la Independencia de Venezuela) su gobierno. El petitorio de siete puntos,
plasmados en una carta dirigida a Chávez que ayer se hizo pública,
incluye la reincorporación de decenas oficiales que no están
cumpliendo funciones, que se deje de "instigar a la guerra, la violencia y
la lucha de clases", que devuelva a los órganos del poder público
su "independencia", "que deje de uniformarse en actos oficiales, humillando
así a oficiales de alta jerarquía, y cese el proselitismo político
dentro de los cuarteles e instalaciones militares", que defina ante el país
y la comunidad internacional "la relación del gobierno con la guerrilla
(colombiana), con el sistema comunista y el terrorismo internacional" y que
elimine el plan cívico-militar Bolívar 2000, de atención
a los barrios pobres, ya que -argumentó– se ha convertido en un "Estado
paralelo", limitando a las gobernaciones y alcaldías.