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10 de febrero del 2002 
    Una instantánea de Colombia – Ocupaciones en Cali,
    el Proceso de Paz, y Cauca
Justin Podur y Manuel Rozental
    ZNet en español
    
    Hay historias que llegan a las noticias, e historias que no lo hacen. A veces, 
    cuando las historias llegan a las noticias, son suministradas fuera de contexto. 
    La casi ruptura del proceso de paz en Colombia es un ejemplo de una historia 
    privada de su contexto, sobre la que se informó en los medios convencionales. 
    Las luchas de los trabajadores e indígenas que están ocurriendo 
    en este mismo momento en sitios como Cali y Cauca, son ejemplos de historias 
    que ni siquiera llegan a las noticias. Lo que haremos es suministrar algo 
    de contexto para comenzar, y luego tres historias que no serán incluidas 
    en las noticias oficialistas sobre la Colombia de hoy-.
    
    Contexto: el FMI, el ALCA, y la crisis 
    
    El 26 de enero de 2002, la BBC informó que "el FMI elogió la 
    política macroeconómica de Colombia, puesta en efecto a pesar 
    de la difícil situación de seguridad interior, y del empeoramiento 
    del ambiente económico global". Según el director gerente adjunto 
    del FMI, Eduardo Aninat, "el progreso en la iniciativa de reforma para mejorar 
    la flexibilidad del mercado laboral será importante". La nota de la 
    BBC continúa informando que "recientemente el gobierno colombiano dijo 
    que a mediados de 2002 habrá alcanzado un 80% de su reducción 
    del déficit fiscal y habrá cumplido en un 90% con la reforma 
    estructural de las finanzas del sector público recomendada por el FMI".
    Las recompensas para el gobierno colombiano por la "conformidad" en medio 
    de la "difícil situación en la seguridad interior" son beneficios 
    corporativos y aumento de la ayuda militar. El plazo parecería ser 
    2003 o 2005, dependiendo en qué medida EE.UU. pueda asegurar la aprobación 
    del ALCA.
    Conquistar la "conformidad" de los gobiernos de los países pobres, 
    es a menudo más fácil que conquistar la conformidad de la gente. 
    Para lograr esta última, hay que usar otra serie de estrategias. Primero, 
    la guerra –del tipo del sucio secreto a voces de los paramilitares, o del 
    tipo "antidroga," o, últimamente, del tipo "antiterrorista". La guerra 
    en Colombia tiene inevitablemente el efecto de vaciar los territorios de sus 
    habitantes ancestrales que poseen los derechos a la tierra. El paso siguiente 
    es que la tierra queda disponible para explotarla. Otro efecto de la guerra, 
    conducida sobre todo por paramilitares –apoyados por el estado, el que por 
    su parte es apoyado por EE.UU.– es desmantelar las organizaciones sociales 
    y laborales. Cantidades crecientes de desocupados, el aumento de la migración 
    urbana proveniente del desplazamiento rural, son en realidad positivos para 
    los negocios –se les denomina "flexibilidad del mercado laboral," para utilizar 
    la expresiva frase del FMI. Estrategias legales complementan la(s) guerra(s) 
    mediante el drástico recorte de los servicios públicos, las 
    agresivas privatizaciones, la criminación y la represión de 
    la protesta social.
    Lo que estas estrategias no incorporan es la simple realidad que ni la guerra 
    contra las drogas ni la contrainsurgencia encaran las causas de la insurrección 
    o de la producción de drogas, que representan sólo el reflejo 
    de la represión y del privilegio. Los colombianos comprenden esa realidad. 
    Los excluidos en Colombia llaman a una solución negociada de la guerra, 
    una solución social y económica al problema de la droga. Y se 
    les responde con más de lo mismo. Y a pesar de todo persisten. ¿Quisiera 
    conocer sus historias? 
    
    Ocupación contra la privatización en Cali y Bogotá 
    
    Al escribir estas notas, algunos de los sindicalistas más valerosos 
    del mundo están ocupando edificios para tratar de detener la privatización 
    de servicios públicos en Cali, Colombia. La primera ocupación 
    comenzó el día de Navidad de 2001, cuando cientos de sindicalistas 
    planearon muy cuidadosamente y realizaron una ocupación muy sofisticada 
    y atrevida del edificio de la Administración Central Municipal de la 
    segunda ciudad de Colombia. El plan de privatización fue anunciado 
    el 24 de diciembre por el gobierno bajo extrema presión de los programas 
    de ajuste estructural del FMI. El gobierno esperaba probablemente que haciendo 
    el anuncio durante los días de Navidad evitaría problemas.
    El comunicado de prensa sindical indica hasta qué punto están 
    actuando conscientemente en función del interés público. 
    "Esta ocupación pacífica es un nuevo impulso por salvar a EMCALI 
    [Empresas Públicas de Cali] que tiene un flujo de caja de un millón 
    de dólares por día, suministra servicios domésticos a 
    más de un millón y medio de consumidores en el área metropolitana... 
    si no se mantiene a la corporación como un suministrador estatal, se 
    prevé que los consumidores serán transferidos a compañías 
    financieramente agresivas que solicitarán continuos aumentos en los 
    costes de los servicios... el probable resultado... es un aumento durante 
    el 2002 en los costes del suministro de agua, de alcantarillado, y de servicios 
    telefónicos... de hasta un 100%".
    Cali, y sus servicios públicos, tienen una historia interesante. EMCALI 
    mismo es el resultado de luchas de los trabajadores en Cali en los años 
    40, contra compañías estadounidenses que querían los 
    negocios de agua, alcantarillado, y teléfono de la ciudad. Hace diez 
    años Cali era la ciudad más próspera de Colombia, y actualmente 
    está en bancarrota. Parte de la antigua prosperidad se debía 
    a los carteles de la droga, y desapareció con ellos. Otra parte de 
    la prosperidad fue saqueada por las elites locales, que llenaron el vacío 
    dejado por los carteles y llevaron a EMCALI a una deuda pública de 
    cientos de millones de dólares. Lo que quedaba de la prosperidad fue 
    destruido con la apertura neoliberal del país en 1990 y los programas 
    de ajuste estructural que la siguieron. En la actualidad 200.000 niños 
    no tienen acceso al sistema educacional, un 51% de la población no 
    es atendido por el sistema sanitario (que fue en su época el escaparate 
    de los sistemas locales de salud en las Américas), y hay un déficit 
    habitacional de más de 100.000 unidades. Un 40% de la población 
    vive en la pobreza. Cuando, además, el gobierno decidió privatizar 
    lo que quedaba de los servicios públicos, el sindicato decidió, 
    como señaló su comunicado, ¿por qué no luchar? ¿por qué 
    no combatir? 
    Inmediatamente después de ocupado el edificio, lo rodearon "más 
    de 400 policías y militares fuertemente armados, provocando un enfrentamiento 
    con miembros de SINTRAENCALI [Sindicato de Trabajadores Oficiales de EMCALI] 
    que ocupaban el edificio y sus partidarios de otros sindicatos y de la comunidad 
    que se encontraban afuera. Ha habido algunas negociaciones entre las autoridades 
    y el sindicato. El 28 de diciembre se firmó un acuerdo humanitario 
    permitiendo que alimentos, vestimentas, medicinas y suministros sanitarios 
    alcancen a los trabajadores sitiados, con la promesa de que no habría 
    una evicción por la fuerza. Pero ya en la noche siguiente la policía 
    trató de penetrar en la torre, y existe un peligro constante de provocaciones 
    de su parte" (boletín de la Campaña de Solidaridad con Colombia 
    de Gran Bretaña de enero de 2002).
    Sindicalistas en Bogotá actuaron en solidaridad con los trabajadores 
    en Cali. 100 trabajadores ocuparon las oficinas de la Superintendencia de 
    Servicios Públicos en Bogotá. El edificio está rodeado 
    por la policía antidisturbios, y se han iniciado negociaciones. Los 
    sindicalistas involucrados en la ocupación en Bogotá son de 
    la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Su intención es mantener 
    la ocupación "a la par con la ocupación por SINTRAEMCALI de 
    la torre CAM en Cali hasta que se satisfagan nuestras principales demandas".
    Los trabajadores están exigiendo garantías contra la privatización, 
    y la reparación de los sistemas públicos que han sido destruidos 
    y descuidados a la espera de la privatización. Mientras tanto, podría 
    ser que el Gobierno se estuviera preparando para utilizar la fuerza para terminar 
    con las ocupaciones. La Campaña británica de Solidaridad con 
    Colombia está pidiendo que se envíen cartas al gobierno colombiano. 
    Si desea enviar una, la información se encuentra al final de este artículo.
    
    El proceso de paz 
    
    La casi-ruptura del proceso de paz a principios del mes terminó con 
    un ultimátum a las FARC, que exige que las FARC cumplan con una serie 
    de condiciones antes de abril, que probablemente no pondrá cumplir. 
    Por lo tanto, han preparado el escenario para una escalada de la guerra.
    Los signos de una inminente escalada son evidentes. El componente militar 
    del Plan Colombia ha sido completado. El entrenamiento de los batallones "antinarcótico" 
    en la provincia de Putumayo, los embarques de helicópteros, el establecimiento 
    de bases, todo está hecho. En realidad, la terminación de los 
    preparativos del Plan Colombia coincidió con la ruptura de las negociaciones 
    de paz. Hay tensiones públicas entre el Presidente de Colombia, Andrés 
    Pastrana, y Tapias, el comandante de las fuerzas armadas. EE.UU. habla cada 
    vez más con los dirigentes militares y menos con el Presidente. Los 
    medios locales en Colombia están empleando la táctica familiar 
    de decirle a la población que desea la guerra, luego preguntándole 
    en encuestas si quiere la guerra, luego diciéndole que las encuestas 
    dicen que quiere la guerra. Los medios en EE.UU., Perú, Ecuador, y 
    Panamá han todos producido historias pretendiendo que las FARC tienen 
    una presencia en esos países. El Departamento de Estado respondió 
    indicando la necesidad de aumentar su presencia en la región. Algunos 
    analistas, como Hallinan que habla de un golpe en Venezuela (http://www.zmag.org/content/Colombia/hallinanchavez.cfm) 
    piensan que esa escalada tiene tanto que ver con las ambiciones de EE.UU. 
    en la región como con la política colombiana.
    Las FARC han hecho concesiones en aras de la paz, realizando varias liberaciones 
    unilaterales de prisioneros y ofreciendo un alto el fuego. La condición 
    que generalmente requieren para un alto el fuego es el desmantelamiento de 
    los paramilitares. El gobierno niega su responsabilidad por los paramilitares, 
    a pesar de las montañas de evidencia sobre los lazos entre militares 
    y paramilitares. EE.UU., mientras tanto, despliega cada vez más su 
    retórica de antiterrorismo, y se prepara posiblemente para una escalada.
    Incluso mientras los gobiernos de EE.UU. y Colombia se preparan para desechar 
    el proceso de paz y escalar la guerra, vale la pena mencionar que el proceso 
    de paz estaba viciado. El proceso no incluía la participación 
    plena de los actores y movimientos sociales de Colombia. Las FARC realizaron 
    algunas consultas con la gente en Caguan, pero los movimientos sociales quieren 
    participar en el proceso como iguales. Esos movimientos, mientras tanto, van 
    a edificar sus propios planes, de manera autónoma. El movimiento indígena 
    del Cauca es un ejemplo sorprendente.
    
    Cauca: el proyecto NASA 
    
    NASA significa "el pueblo" en el lenguaje paez. La provincia de Cauca es el 
    centro de un movimiento indígena que es igual de interesante que el 
    movimiento zapatista en México. La marcha de los zapatistas a Ciudad 
    de México reunió más de diez mil indígenas. Las 
    organizaciones indígenas pueden movilizar decenas de miles, y lo hacen 
    regularmente. En mayo de 2001, 35.000 indígenas y afrocolombianos marcharon 
    a la ciudad de Cali pidiendo el reconocimiento de sus derechos a la vida y 
    a la autonomía. En agosto, 20.000 indígenas se reunieron en 
    el Congreso de "Dignidad en Resistencia" en Toez, donde aprobaron por consenso 
    su posición y un plan de acción por la paz. Su historia, y su 
    lucha, no es tan conocido como merecería serlo.
    En la actualidad Cauca es gobernado por el primer gobernador indígena 
    elegido en la historia colombiana, Floro Tunubalá. Cauca es una de 
    las provincias más conservadoras, gobernada tradicionalmente por una 
    de las elites más regresivas. ¿Cómo llegó a tener un 
    gobernador indígena? 
    Los indígenas del Cauca, como los indígenas en todas las Américas, 
    tienen una historia ininterrumpida de resistencia contra la colonización. 
    Desde la llegada de los españoles, lucharon contra la colonización 
    en luchas armadas, liderados por dirigentes como Gaitana, una legendaria mujer 
    paez. Emprendieron la 'resistencia mediante el conocimiento,' con dirigentes 
    como Juan Tama de la Estrella y Manuel de Quillo y Sicos que pasaron por el 
    sistema educacional religioso para establecer las reservas paez y conseguir 
    títulos legales a su territorio. Cuando Colombia llegó a la 
    independencia de España y se trató de asimilar a los indígenas, 
    Manuel Quintín Lame movilizó contra la expropiación. 
    Fue asesinado, pero se fundó un movimiento guerrillero que portaba 
    su nombre.
    En 1971, los paeces de Toribio en Cauca se reunieron en una reunión 
    secreta y lanzaron el proyecto Nasa, haciendo dos declaraciones. La primera 
    fue "Cultura y Tierra," señalando que "sin tierra un indígena 
    es un cadáver". La segunda fue que "palabras sin acción no significan 
    nada, acción sin palabras es ciega, palabras y acciones fuera del espíritu 
    de la comunidad están muertas". Partiendo de esas resoluciones, y trabajando 
    con el Padre Alvaro Ulcue Chocue, un jesuita teólogo de la liberación 
    y dirigente paez, se convirtió en uno de los movimientos por la reforma 
    agraria más exitosos en las Américas. En la actualidad, 30 años 
    más tarde, la mayor parte de Cauca es territorio indígena.
    ¿Cómo lo lograron? Recuperaron la tierra, ocupándola, y pagaron 
    un precio terrible. El ejército y los terratenientes contraatacaron, 
    tratando de expulsarlos por la fuerza y mediante masacres. En el primer año 
    de la estrategia, fueron asesinados entre 800 y 1500 indígenas. Pero 
    persistieron. En su momento, el Gobierno y los terratenientes fueron obligados 
    a negociar, ante su incapacidad de atemorizar o matar a toda una comunidad 
    unida. Después de las negociaciones se establecieron tierras colectivas.
    En las tierras que recuperaron, restablecieron sus leyes y costumbres tradicionales. 
    En su tierra se administraba la justicia tradicional. Practicaban la agricultura 
    tradicional y la atención sanitaria tradicional, y nótese: mientras 
    más tiempo las tierras han pasado en manos indígenas, más 
    vivas están. Las tierras recuperadas más recientemente, están 
    más explotadas, más exhaustas.
    Desde sus tierras, construyeron un proceso de recuperación de los recursos 
    públicos y de la administración. El "Proyecto Nasa" implicó 
    la consulta con cada persona en toda la reserva. El proceso culminó 
    con la nominación de un candidato para el puesto municipal. Habiendo 
    sido nombrado por la comunidad durante el desarrollo de un plan comunitario, 
    el candidato fue fácilmente elegido y pasó a realizar el plan. 
    El papel del dirigente es implementar el plan desarrollado en el proceso de 
    consulta en la comunidad. El proyecto comenzó en Toribio y partiendo 
    de Nasa se desarrolló hasta llegar al Congreso Regional Indígena 
    del Cauca (CRIC) y luego a la Organización Nacional Indígena 
    de Colombia (ONI). El Nasa y el CRIC, articulando sus movimientos con los 
    movimientos de afrocolombianos, campesinos, y sindicalistas en el Cauca, formaron 
    el Bloque Alternativo Social (BSA).
    El BSA bloqueó en varias ocasiones la Carretera Panamericana durante 
    los años 80, su único recurso para obligar al gobierno a negociar. 
    Lo que lograron en las negociaciones, lo utilizaron para hacer progresar proyectos 
    comunitarios, consolidar el BSA como una coalición representante de 
    la mayoría de los caucanos, y para presentar un candidato a gobernador 
    – y ganaron la elección. Algunas de las elites más reaccionarias 
    y abusadoras de la historia colombiana fueron derrotadas por el primer proceso 
    genuinamente democrático.
    Los indígenas del Cauca también han desarrollado su propio enfoque 
    de la paz. Han establecido una comunidad en una hacienda recuperada, La María 
    Piendamo, como su propia "zona desmilitarizada," en la que movimientos populares 
    desarmados de toda Colombia se reúnen y desarrollan proposiciones de 
    paz.
    La mayor amenaza para los excepcionales indígenas del Cauca son los 
    paramilitares. Durante la Semana Santa de 2001, los paramilitares cometieron 
    una de sus peores matanzas en la historia contra las comunidades afrocolombianas 
    del Río Naya, con una cantidad desconocida de muertos. Los paramilitares 
    fueron rescatados por la Marina de la inundación mientras bajaban por 
    el río para continuar con la masacre. La Marina afirmó que había 
    arrestado a los paramilitares. Pero ahora los paramilitares están libres, 
    y han vuelta a la región Naya. Amenazaron con realizar una masacre 
    durante Navidad, pero la solidaridad y la movilización internacionales 
    les han atado las manos hasta ahora.
    Floro Tunubalá, el gobernador nativo del Cauca, enfrenta la cólera 
    de las elites locales derrotadas y del gobierno nacional al dirigir a otros 
    gobernadores democráticamente elegidos del Sur de Colombia sobre la 
    base de un plan alternativo al Plan Colombia. Este bloque del Sur cree que 
    la sustitución de cosechas y la transformación social, en lugar 
    de la fumigación aérea y la intervención militar, tendrán 
    éxito contra las drogas.
    
    Título original: A Snapshot of Colombia - Occupations in Cali, the 
    Peace Process, and Cauca
    Traducido por: Germán Leyens