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La construcción de un pensamiento
propio
Respuesta al "pensamiento único globalizado"
La construcción del pensamiento propio es la respuesta al "pensamiento
único globalizado", que busca masificar las conciencias y someterlas
a las pérdidas de las identidades culturales, al consumismo que nos
consume, a la falta de libertad, a ese pensamiento que se basa en la dominación
y no en la liberación y vida de los pueblos". Tales ideas primaron
en el IV Encuentro Internacional de Economistas cuyo informe de relatoría
ofrecemos a continuación.
La IV edición del Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización
y Problemas del Desarrollo ha sesionado en su sede habitual del Palacio de
las Convenciones de la Ciudad de La Habana, entre los días 11 y 15
de febrero del 2002, con la presencia de casi 400 delegados extranjeros, procedentes
de 49 países. Diariamente asistieron unos 600 economistas cubanos y
más de 500 estudiantes. Se recibieron en el Comité Académico
219 ponencias. Se ha contado con las contribuciones del Banco Mundial, el
BID, el FMI, la UNCTAD, y otros organismos de integración y agencias
especializadas de las Naciones Unidas, hasta un total de 15 instituciones
internacionales.
El evento se privilegió con la presencia de los Profesores Joseph Stiglitz,
y Robert Mundell, Premios Nobel del 2001 y 1999, respectivamente, así
como con la intervención del Dr. Adolfo Pérez Esquivel, Premio
Nobel de la Paz. Gran interés despertó entre los asistentes
un video filmado especialmente para el Encuentro por el destacado economista
Jeffrey Sachs, con sus reflexiones sobre temas centrales del mismo. Durante
las sesiones plenarias se contó con la presencia del Jefe de Estado
de la República de Cuba, Dr. Fidel Castro Ruz, quien tuvo a su cargo
las conclusiones del Foro. En la sesión inaugural, el Presidente de
la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, y Vicepresidente
de la Asociación de Economistas de América Latina y el Caribe,
a nombre de estas dos organizaciones, dio la bienvenida y agradeció
la presencia de los participantes; caracterizó la compleja situación
internacional que enmarca el Encuentro, y destacó la importancia que
han adquirido éstos en las actuales condiciones.
Seguidamente, se contó con los valiosos aportes de los dos premios
Nobel en ciencias económicas, cuyas conferencias se refirieron al análisis
de los resultados e implicaciones del Consenso de Washington y a diferentes
aspectos del Sistema Monetario Internacional. Ambos ofrecieron alternativas
para elevar el crecimiento económico de los países menos favorecidos
por los efectos de la globalización. Estas intervenciones fueron seguidas
de un interesante coloquio, y estimularon los debates sostenidos en las restantes
sesiones de trabajo. Durante el período transcurrido entre el III y
IV Encuentro destacan varios elementos en el panorama económico internacional:
Recesión económica en los tres polos económicos principales,
agudizada a partir de los hechos del 11 de septiembre. Incremento de la incertidumbre,
acentuada por el desencadenamiento de la guerra de Estados Unidos contra Afganistán.
Auge de movimientos antiglobalización, caracterizados por su amplitud
y diversidad.
Acuerdo de iniciar una Ronda de Negociaciones Comerciales Multilaterales,
como resultado de la Reunión Ministerial de la OMC en Doha.
Crisis del modelo económico y del régimen monetario argentino.
Consolidación de la integración monetaria europea con la puesta
en circulación del euro.
Auge del debate sobre la financiación al desarrollo con vistas a la
celebración de una cumbre mundial auspiciada por la ONU. Progresos
en las negociaciones técnicas del ALCA. Durante los trabajos del Encuentro
Internacional existió un amplio consenso acerca de que el avance del
proceso globalizador había traído un nuevo nivel en la concentración
del poder a favor de los grandes centros, vinculada al enorme proceso de fusiones
y adquisiciones que se han venido dando en los últimos años.
En correspondencia con lo anterior, continuó desarrollándose
el papel de las corporaciones transnacionales como uno de los principales
sujetos económicos a nivel global.
Ello consolidó el proceso de estructuración de las cadenas productivas
internacionales, que están posibilitando el establecimiento de ajustes
en la división internacional del trabajo, aún más desfavorables
para las naciones subdesarrolladas y para una adecuada inserción de
éstas en la economía mundial. Al mismo tiempo se vienen creando
y desarrollando las condiciones para una mayor apertura de las economías
de estos países a los flujos de capitales extranjeros.
Con vista a profundizar su posición hegemónica en lo económico
y lo político, las principales potencias mundiales se han dado a la
tarea de endurecer sus regímenes legales en materia de licencias y
patentes, lo cual ha agudizado los problemas de competitividad de los países
subdesarrollados.
Los problemas de las relaciones comerciales internacionales se abordaron en
este Encuentro a partir del análisis de diversos aspectos vinculados
con las tendencias, la institucionalidad y la inserción de los países
en desarrollo en el comercio mundial.
Se planteó por varios participantes que el reforzamiento de las reglas
multilaterales y de los mecanismos de resolución de disputas regulados
por la OMC, han tenido un impacto negativo en la inserción externa
de los países en desarrollo. En cierta medida, ello es el resultado
de que la agenda liberalizadora de esa organización es incompatible
con la observancia del principio del tratamiento especial y diferenciado a
favor de los países en desarrollo. Ciertos países subdesarrollados
han sido capaces de aprovechar adecuadamente las condiciones de la liberalización
del comercio internacional. Pero para la mayoría de éstos, las
políticas de apertura comercial externa y de promoción de exportaciones
no han propiciado esas transformaciones. No se observa una vinculación
directa entre el aumento de la apertura externa y la entrada y absorción
de tecnologías; no se vinculan las empresas locales a las entidades
productivas exportadoras; se incrementa la propensión a importar, lo
cual destruye parte del tejido productivo nacional; y las ganancias de las
ventas en mercados internacionales - en su mayoría - no se retienen
en las comunidades y países donde se producen los bienes de exportación.
Entre las medidas que debían incluirse para garantizar efectivamente
el trato especial y diferenciado a favor de los países subdesarrollados
se mencionó el necesario desmantelamiento de los programas de apoyo
interno y de otras restricciones que prevalecen en los principales mercados
consumidores del mundo y que limitan las ventas de bienes producidos en los
países en desarrollo. Igualmente se resaltó que es imprescindible
adoptar medidas especiales para estabilizar los precios de los productos básicos.
También algunos colegas señalaron la conveniencia de establecer
adecuadas políticas de competencia, adaptadas a las condiciones concretas
de cada país, para propiciar el aprovechamiento de las oportunidades
de la globalización.
Se alertó por algunos especialistas sobre las posibles implicaciones
negativas del intento de las economías industrializadas de incluir
regulaciones relativas a normas laborales y medioambientales en el marco de
la OMC.
Hubo consenso en torno a la necesidad de fortalecer la coordinación
y cooperación entre los países subdesarrollados, a fin de facilitar
el diseño y la aplicación de una estrategia comercial activa,
que permita su mejor inserción en la economía global. Ello resulta
más urgente en los momentos actuales en que se inicia una nueva ronda
de negociaciones comerciales multilaterales.
La situación financiera internacional y, en particular, de América
Latina continuó centrando la atención de la comunidad internacional,
y de nuestro evento.
Entre los participantes hubo consenso en torno a: Los procesos de privatizaciones,
fusiones y adquisiciones aceleraron la presencia de la banca extranjera en
la región latinoamericana, limitando fuertemente el acceso al financiamiento
de la pequeña y mediana empresa, manteniéndose la vulnerabilidad
a las crisis financieras.
Inefectividad de la iniciativa HIPC’s para la reducción de la deuda.
Se cuestionó la adopción acrítica de las recomendaciones
del FMI por su elevado costo social.
La necesidad de esclarecer conceptualmente el término de Inversión
Extranjera, de ser selectivo en la atracción de las mismas, así
como aplicar políticas reguladoras para vincularlas a los intereses
nacionales. La importancia de considerar la heterogeneidad de los países
subdesarrollados y de diseñar estrategias regionales para enfrentar
problemas comunes. Se analizó la conveniencia de que transiten hacia
áreas monetarias regionales en el contexto de los procesos de integración,
para reducir su vulnerabilidad. Se reiteró la pertinencia de retomar
los Derechos Especiales de Giro (DEG), especialmente para inyectar liquidez
a la economía mundial y aliviar la situación de los países
subdesarrollados.
Se enfatizó que uno de los principales problemas de los países
subdesarrollados es la escasez de financiamiento. Se expresó satisfacción
porque el tema del financiamiento al desarrollo retorne nuevamente a la agenda
de las Naciones Unidas y que en el proceso estén involucrados gobiernos,
instituciones, la sociedad civil, el sector privado y el académico.
La Cumbre de Monterrey se concibe sólo como un punto de partida en
el debate internacional en torno al tema. Prevaleció el criterio entre
los participantes de que el Consenso de Monterrey es un documento insuficiente,
limitado, ausente de compromisos y de un plan de acción concreto. Sin
embargo, algunos lo consideran un texto balanceado.
Se destacó el comportamiento de los mercados especulativos y las nocivas
consecuencias de la creciente desvinculación entre la economía
real y la virtual. Asimismo, se propuso la adopción de medidas que
atenúen esta tendencia.
El tema de la dolarización fue debatido desde diferentes perspectivas.
Aunque pudiera ser efectiva para disciplinar la macroeconomía en el
corto plazo, prevaleció el criterio de que en el mediano y largo plazo,
disminuye la capacidad de respuesta ante choques externos, supone pérdida
de competitividad, genera mayor endeudamiento, limita la soberanía
monetaria, y es muy destructiva en términos sociales y políticos.
El Encuentro ha apreciado el surgimiento del euro como uno de los acontecimientos
más importantes de la economía mundial en los últimos
años, previéndose que su éxito conduciría a la
conformación de lo que se definió como "duopolio asimétrico"
en el Sistema Monetario Internacional, y a un mayor equilibrio de la estructura
de poder a escala global.
Algunos participantes hicieron referencia al impuesto Tobin. Se planteó
que de implementarse este complejo mecanismo, significaría sólo
un paliativo, pero en esencia no se afectarían sensiblemente ni los
paraísos fiscales ni los megabancos.
El tema de la integración económica fue ampliamente analizado
a lo largo de todo el Encuentro. El énfasis se situó en la región
latinoamericana y en el debate en torno al ALCA.
Se caracterizó el proceso centroamericano, enfatizándose en
la elevada dependencia de la subregión respecto a la economía
norteamericana, que se calificó de estadounidización. Se realizaron
sugerencias para dinamizar el Mercado Común Centroamericano. Resultó
aleccionador el balance sobre la integración andina, así como
los retos a que se enfrenta. Se propusieron medidas que contribuyen a su profundización,
aunque se reconoció que resultará difícil alcanzar el
Mercado Común para el 2005. El tema del MERCOSUR fue uno de los más
analizados, debido a la difícil coyuntura por la que atraviesa este
proceso, uno de los esquemas de mayores potencialidades en la región.
Se señalaron las diferencias de intereses de los actores nacionales
que participan en la toma de decisiones políticas y económicas
en cada uno de sus países miembros. Hubo consenso en que los procesos
subregionales de integración aportan en América Latina un marco
para el diseño y el desarrollo de estrategias que pueden ofrecer opciones
frente a la globalización. La gobernabilidad de ésta es urgente,
pero los países débiles sólo pueden influir a su favor
a través de las alianzas regionales. El proceso de integración
europeo también fue objeto de análisis desde diferentes ángulos.
Se analizaron las posibilidades de la futura ampliación de la Unión
Europea y sus consecuencias.
Se constató que el modelo económico que se está instrumentando
en la actualidad en Europa ha incidido en la reducción del papel del
estado de bienestar, con importantes implicaciones sociales. El Pacto de Estabilidad
y las consideraciones de convergencia restringen adicionalmente los espacios
sociales, en lo que influye también la ausencia de unión política
en la Unión Europea y la existencia de nuevos patrones de competencia
a escala mundial.
Nuevamente el tema del ALCA ocupó la máxima atención
de este Encuentro. En esta ocasión, se analizaron los cambios operados
durante el último año, en el cual han avanzado las negociaciones
a nivel técnico. Se evaluaron sus riesgos y oportunidades, y parece
evidente que los primeros resultan preponderantes. Se expresó que la
mejor forma para enfrentar este proceso es a través de una coordinación
de todos los latinoamericanos y caribeños, en la necesaria construcción
de alternativas, y en el proceso de negociación.
En un amplio análisis del capítulo de inversiones del proyecto
del ALCA, se resaltaron sus nefastas consecuencias para el desarrollo de nuestros
países, y se propusieron alternativas que no parecen tener posibilidades
de ser aceptadas por Estados Unidos. Se adujeron razones para oponerse al
ALCA, destacándose entre otras la falacia del acceso al mercado norteamericano;
la ausencia de mecanismos y políticas para tratar las asimetrías,
y compensar a los sectores económicos y sociales excluidos; su impacto
negativo sobre los estados nacionales, las empresas públicas y la integración
regional; y por privilegiar las estrategias de las empresas transnacionales
frente a los intereses nacionales de desarrollo. Se resaltó el peligro
de creer que no existen opciones para enfrentarse al proyecto del ALCA. La
resistencia constituye el punto de partida en la construcción de alternativas.
Se señaló la importancia de la lucha por divulgar ese proyecto
y sus consecuencias entre todos los ciudadanos de la región.
Se requiere otra integración, que sea negociada desde proyectos nacionales
de desarrollo, acuerdos en que los objetivos sociales y ambientales se prioricen
respecto a los tratados comerciales y de inversiones, que deben ser considerados
como medios para alcanzar el crecimiento y el bienestar social. También
se abordó la importancia del proceso de integración de todo
el conocimiento humano acumulado, donde la formación y conservación
de un capital intelectual, consciente de su función social, podría
ser un potencial importante para la incorporación del mundo subdesarrollado
a la globalización.
Se señaló que las empresas transnacionales, con el apoyo de
los gobiernos, utilizan la educación como instrumento de consagración
del actual sistema hacia el futuro.
Se señaló que el mantenimiento de la división del movimiento
obrero mundial - a partir de las diferencias en los salarios nacionales -
facilita al capital elevar el grado de explotación del trabajo en todos
los países. Eliminar la competencia entre los trabajadores exigiría
desarrollar una alternativa de globalización solidaria.
La posibilidad de acceder al mercado laboral no depende necesariamente de
elevar el nivel de la calificación de los trabajadores, ya que un aumento
de la productividad y el desarrollo tecnológico pudieran estar asociados,
como tendencia, al incremento del desempleo. Esto no implica luchar contra
el avance tecnológico, sino contra el sistema en el cual éste
se aplica. Las formas de flexibilización empleadas en el mercado laboral
han provocado una desarticulación profunda del trabajo sindical y un
incremento en el deterioro de las condiciones laborales y de vida.
Se caracterizó la situación laboral de América Latina
en los años 90 por los siguientes rasgos generales: incremento en la
tasa de desempleo, elevación de la demanda del trabajo femenino y del
calificado, la disminución del salario real y el aumento de la proporción
de trabajadores pobres.
También fueron abordados los impactos positivos y negativos del desarrollo
tecnológico sobre el medio ambiente. Se sostiene que en el contexto
de la globalización el avance en las tecnologías limpias resulta
insuficiente para garantizar una sustentabilidad ecológica. Se planteó
que la modernización ecológica es una tendencia dominante de
la sociedad actual y que persisten conflictos y desigualdades, por lo que
se requiere de políticas gubernamentales e internacionales que incorporen
criterios de sostenibilidad ecológica.
Se resaltó la importancia de los cuantiosos recursos de la biodiversidad
que existen, en particular, en regiones del mundo subdesarrollado. En este
sentido se señalaron las fórmulas que utilizan las empresas
transnacionales para apropiarse de los mismos, así como ejercer y reforzar
su control y explotación irracional sobre esos recursos. En distintos
momentos fue mencionado el retraso tecnológico de los países
subdesarrollados y la importancia de avanzar en esta dirección para
incrementar su competitividad y mejorar su inserción en la economía
internacional. Complementariamente, las prácticas productivas heredadas
a lo largo de nuestra historia han sido marginadas por los procesos tradicionales
de industrialización, señalándose el valor de rescatar
la tecnología popular como respuesta a requerimientos de mayores niveles
de empleo, producción, de satisfacción a necesidades del consumo
y de la defensa de las identidades culturales de nuestros países. Se
expusieron y discutieron algunas ideas sobre proyectos de investigación
de alcance internacional, así como en torno a experiencias en la educación,
la ciencia y la tecnología en Cuba, y sus perspectivas futuras. Los
análisis precedentes de las Relaciones Económicas Internacionales
contemporáneas evidencian los dilemas entre el desarrollo y la globalización.
Los participantes en este Encuentro constataron: El predominio de los riesgos
de la globalización para los países subdesarrollados, así
como la posibilidad de aprovechar oportunidades, siempre que exista claridad
de objetivos acerca de la sociedad que se quiere construir, que debe ser más
justa y productiva.
La tendencia a desplazar cada vez más el eje del desarrollo del sector
público al sector privado.
La intensificación de la irracional utilización de los recursos
de todo tipo, especialmente los humanos y los de la naturaleza.
La profundización de las desproporciones, desigualdades y contradicciones
inherentes al sistema capitalista.
La reducción progresiva de la ayuda internacional a los países
pobres y el debilitamiento del papel de los organismos de la cooperación
multilateral.
Las formas en que la globalización neoliberal se ha venido desarrollando
a escala mundial han conducido a la agudización de problemas de gobernabilidad,
debido a que, de manera creciente, se aprecia la incompatibilidad entre aquel
proceso y la democracia, así como el carácter hipócrita
de la globalización, dadas las diferencias entre los "discursos" y
las prácticas.
Como nunca antes, hay una aceptación al condicionamiento externo del
desarrollo, en contraposición a la visión prevaleciente en décadas
pasadas sobre el papel de los factores internos. No obstante, algunos especialistas
insistieron en el carácter endógeno del desarrollo, y enfatizaron
en los espacios que aún existen para el diseño de políticas
nacionales. En los debates se llegó a la conclusión que, en
la medida en que avanza el proceso globalizador, los principales centros de
poder adoptan posiciones más rígidas en el sentido de rechazar
acciones, incluso reformistas, que podrían instrumentarse para enfrentar
sus efectos más nocivos.
Se planteó la existencia de distintas alternativas para la modificación
del actual curso de la globalización neoliberal. Se concluyó
por la mayoría de los participantes, que una alternativa viable debía
considerar los siguientes aspectos: Diseño de una nueva arquitectura
económica internacional, la cual debe estar acompañada de una
nueva arquitectura política.
Acciones para estructurar una real democracia y transparencia, tanto a nivel
nacional como internacional, lo cual pasa a través de la promoción
de la participación popular, la descentralización en la toma
de decisiones, la defensa de la soberanía y de la autodeterminación
nacionales.
Adopción de medidas encaminadas a promover el desarrollo humano.
Realización de las transformaciones económicas y otras que reduzcan
la vulnerabilidad externa, muy en particular la volatilidad financiera.
Creación de mecanismos de redistribución de recursos financieros
similares a los fondos estructurales de la Unión Europea, con vista
a contribuir a la reducción de las desigualdades entre países
desarrollados y subdesarrollados.
Esta estrategia también consideraría la necesidad de llevar
adelante acciones de carácter nacional como: Fortalecer el papel de
los estados nacionales.
Adoptar medidas para lograr el aprovechamiento de las oportunidades comerciales
y financieras. Fortalecer las iniciativas de desarrollo local.
El Encuentro dedicó una sesión de trabajo al análisis
de la situación actual de Argentina, azotada hoy por una crisis estructural,
que expresa la más reciente explosión del modelo neoliberal,
y en la cual convergen diversas causas internas y externas. Se asociaron sus
orígenes a los siguientes factores: Ausencia de una estrategia para
el desarrollo capaz de generar los cambios estructurales que posibilitaran
la inserción competitiva del país en la economía internacional;
escasa inversión en el progreso científico-técnico e
insuficiente crecimiento de la productividad durante las últimas dos
décadas; vulnerabilidad externa y dependencia de los condicionamientos
de los principales centros de poder internacionales. Se resaltó además,
la falta de liderazgo político para construir compromisos sociales
e institucionales; la inadecuada política redistributiva; los altos
niveles de corrupción; el desgobierno y las fugas de capitales. El
peso argentino estaba sobrevaluado, no tenía el respaldo requerido,
ni expresaba el nivel de competitividad nacional. La reciente devaluación
ha sido considerada por algunos un error que ha acentuado la desconfianza.
La desarticulación del sistema bancario y financiero ha profundizado
la falta de credibilidad. Se consideró la decisión de congelar
los depósitos bancarios como detonador de la crisis.
Se puso de manifiesto el alto nivel de complejidad e incertidumbre de esta
situación. Los escenarios van, desde el realineamiento de las fuerzas
más reaccionarias, hasta la maduración de una situación
revolucionaria. Se hizo referencia a los requerimientos para revertir esta
situación.
Como dijo el Premio Nobel de la Paz, Dr. Pérez Esquivel, "La dominación
no comenzó por la economía, comenzó con la dominación
cultural, que controla los comportamientos, las ideas y sacrifica la creatividad.
La construcción del pensamiento propio es la respuesta al "pensamiento
único globalizado", que busca masificar las conciencias y someterlas
a las pérdidas de las identidades culturales, al consumismo que nos
consume, a la falta de libertad, a ese pensamiento que se basa en la dominación
y no en la liberación y vida de los pueblos".