Los yanquis se meten con todo para apoyar a los fascistas venezolanos
FUENTE: "La Insignia"
Legislador republicano insta a Bush a apoyar coalición opositora venezolana
En una carta dirigida al primer mandatario de los Estados Unidos, George W.
Bush, un líder del Partido Republicano, Henry Hyde, instó al jefe
de estado norteamericano a dar su apoyo a la coalición opositora venezolana
que desde hace cuatro días respalda a oficiales activos declarados en
desobediencia legítima.
En la carta, publicada en el diario The New York Times el pasado 24 de octubre,
y reseñada este sábado por el diario El Nacional, el presidente
del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes
pidió al presidente George W. Bush respaldar a "los partidos políticos
genuinamente democráticos, los sindicatos, las asociaciones empresariales
e instituciones religiosas que han estado reunidos durante dos días en
coalición con un grupo de militares activos de alto rango con el objetivo
de exigir la renuncia de Hugo Chávez y la celebración de nuevas
elecciones libres y abiertas" en Venezuela.
"Esta amplia coalición prodemocrática busca rescatar a Venezuela
del dominio ejercido por un Presidente que, aunque fuera electo democráticamente
en diciembre de 1998, desde el momento en que asumió el poder ha afectado
gravemente la democracia política en Venezuela y ha amenazado el bienestar
y la seguridad de las personas en países democráticos vecinos,
así como en Estados Unidos", escribió.
El diputado por el estado de Illinois exhortó a Bush a declarar su apoyo
inmediato a "la coalición prodemocrática civil y militar en Venezuela
que busca restaurar la democracia", y afirmó que "el régimen actual
del presidente Chávez es ilegítimo porque se basa en la violación
sistemática de la Constitución venezolana vigente desde 1999".
"Vale la pena señalar -agregó- que la coalición civil y
militar prodemocrática en Venezuela ha argumentado su acción en
el hecho de que según el artículo 350 de la actual Constitución
chavista, las acciones militares de 'desobediencia legítima' y la asociación
política y agrupaciones de partidos, sindicatos, asociaciones empresariales
y grupos de la sociedad civil venezolana que exigen la renuncia inmediata de
Chávez, son totalmente constitucionales y adecuados".
El parlamentario criticó al jefe del Gobierno venezolano por "forjar
alianzas públicas con Estados que auspician el terrorismo, entre ellos
Cuba, Irak e Irán y -desde octubre de 2000- suministrar petróleo
subsidiado a Cuba, lo que permite que el régimen de Castro obtenga más
de 2 millardos de dólares que el Gobierno cubano podría utilizar
para apoyar el terrorismo".
Asimismo, aseguró que el primer mandatario nacional "brindó apoyo
a organizaciones terroristas que atacan a las frágiles democracias vecinas.
Entre esas organizaciones están las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia y grupos radicales antidemocráticos que buscan desestabilizar
Bolivia y Ecuador. Entre estos respaldos, se incluyó el apoyo clandestino
al coronel (Lucio) Gutiérrez y a radicales procastristas que derrocaron
brevemente al Gobierno democrático de Ecuador en enero de 2000. El coronel
Gutiérrez es, en la actualidad, el principal candidato a la presidencia
de Ecuador y probablemente adoptaría el rumbo procastrista de Chávez".
A juicio de "existe la posibilidad real de que Castro, Chávez y Lula
da Silva puedan formar un eje del mal en el continente que pudiera tener en
breve armas nucleares y misiles balísticos, que Brasil desarrolló
a finales de 1990".
"Éste es el momento de apoyar a la coalición prodemocrática
en Venezuela y de ayudar a que el pueblo de Brasil entienda la verdad sobre
Chávez, de manera que no cometan un error similar y elijan a otro radical
que no ayudará a los pobres, ni ayudará a su economía ni
vivirá en paz con sus vecinos democráticos", aseguró.
"Hace poco -recuerda el líder republicano- muchos de mis colegas en el
Congreso le escribieron a usted, señor Presidente, una carta en la que
expresaban su preocupación por la vinculación que desde hace 10
años mantiene Lula da Silva con organizaciones terroristas latinoamericanas,
europeas y del Medio Oriente en un foro que él convocó y organizó
en una asociación sigilosa con Castro".
"Ellos también expresaron su preocupación por declaraciones dadas
recientemente por Lula da Silva en las que indicaba su interés de reanudar
el programa de armas nucleares de Brasil que entre 1965 y 1994 no sólo
derrochó enormes recursos que pudieron haber ayudado a los pobres, sino
también tuvo éxito en diseñar una bomba nuclear de 30 kilotones
que pudiera ser puesta a prueba si el programa fuera reinstaurado", añadió.