Honduras: continúan los asesinatos de niños de la calle
Casa Alianza
La reciente ola de preocupación internacional sobre los asesinatos de más de 1,400 niños y jóvenes en Honduras desde 1998 ha producido la primer acción concreta con el arresto de un policía acusado de uno de los asesinatos.
Alexander Obando Reyes, era un buen muchacho de 17 años de edad, residente de uno de los hogares grupales de Casa Alianza. En la tarde del 10 de abril de 1999, recibió un disparo de parte de un policía uniformado cuando se encontraba en el Parque La Merced en el centro de Tegucigalpa. Alexander, quien se encontraba trabajando como aprendiz de soldador, recibió dos disparos de un rifle de alto poder y cayó en el contaminado Río Choluteca.
El policía abandonó la escena del crimen. Alexander fue rescatado y trasladado al hospital en donde se le practicaron dos operaciones de emergencia. Se murió la mañana del siguiente domingo.
Un año y medio después, el 6 de octubre del 2000, debido a la insistencia de Casa Alianza y Amnistía Internacional, basados en la evidencia recolectada, el Juez Primero de lo Criminal dictó una orden de arresto contra el policía Walter Enrique Moncada Duarte.
Hace unos días se anunció que los investigadores policiales habían arrestado al primer policía acusado de asesinato de menores de edad. El fugitivo fue arrestado en el pequeño pueblo de Guacimo de Apali en Danli, en el Departamento de El Paraíso. En agosto de este año, Oscar Álvarez, Ministro de Seguridad Pública de Honduras -bajo la creciente crítica internacional por la falta de investigaciones sobre los asesinos de niños- formó un grupo especial de investigación en la policía con el fin de buscar a estos asesinos.
"Estamos complacidos con la captura de este policía acusado de asesinar a Alex", confirmó Bruce Harris, Director Regional de Casa Alianza en América Latina. "Esto demuestra lo que se puede hacer cuando hay voluntad política para hacerlo. Ahora esperamos el mismo esfuerzo para que capturen a los otros 1,300 asesinos de niños y jóvenes y que sean condenados basados en la evidencia recolectada". ASESINO CONVICTO
En otro caso de Casa Alianza recientemente resuelto, Marco Tulio Lainez Sánchez fue condenado a 24 años de prisión por la violación y asesinato del niño de la calle Marvin Rafael Ramírez de 14 años de edad el 9 de abril de 1995.
Dos hombres llevaron a Marvin a una casa abandonada en donde lo violaron y estrangularon, lo sacaron de la calle en donde sobrevivía en el distrito de "Casona Vieja" en Comayaguela. Una investigación realizada por Casa Alianza llevó al arresto de Linares, quien fue formalmente acusado de abuso sexual y homicidio el 9 de mayo de 1996. Se le mantuvo preso durante seis años esperando juicio y el Fiscal Público abandonó el caso hasta que Casa Alianza formalmente solicitó que fuera reactivado.
Cerca del 90 por ciento de los prisioneros que se encuentran en las cárceles de Honduras nunca reciben una sentencia y muchos pasan en la cárcel más tiempo esperando juicio que los más años que otorgaría una sentencia máxima por la cual podrían ser condenados de ser encontrados culpables.
Pero Casa Alianza insiste en que debe de haber un juicio y una condena en la búsqueda del sentido de justicia por todas las injusticias que la sociedad cometió en contra de Marvin cuando él estaba vivo. El 16 de septiembre de este año, Linares fue sentenciado a 24 años de prisión -nueve años por la violación y 15 por el asesinato.
De acuerdo con la Corte, Linares abusó sexualmente al niño y puso sus manos alrededor de su cuello para que dejara de gritar, matando a Marvin de asfixia. Marvin, como muchos otros niños, fue enterrado en el cementerio de Casa Alianza.
"En una sociedad que trata a los niños sin hogar con suficiente indiferencia e injusticia, existe poca satisfacción en una sentencia cuando hemos perdido a un amigo. Pero esta es la única compensación que la sociedad nos da. Algunas veces me pregunto si todo este esfuerzo realmente vale la pena", concluyó Harris.