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Casos de paidofilia serán analizados por el sumo pontífice
Abuso sexual: Papa se reúne con los cardenales de EEUU
Los cardenales católicos estadounidenses comenzaron a llegar ayer domingo
al Vaticano para sostener reuniones orientadas a sanar las heridas causadas
a la Iglesia Católica por una ola de escándalos de abuso sexual
infantil.
La propia credibilidad de la Iglesia Católica de Estados Unidos estará
en juego en las reuniones el martes y miércoles, cuando 13 cardenales
estadounidenses, entre ellos tres que trabajan en el Vaticano, se reúnan
con el papa Juan Pablo y funcionarios de la Santa Sede.
Aunque las reuniones se concentrarán en cómo la Iglesia estadounidense
debería lidiar con el escándalo de pederastia, también
podría discutirse la forma de enfatizarles a los nuevos sacerdotes el
reglamento del celibato de la Iglesia, que el Papa dice no puede ser cambiado.
Hablando ante obispos nigerianos el sábado, el Papa dijo que el celibato
debía ser "un regalo completo al Señor y a su Iglesia", y que
su importancia debe ser "atentamente salvaguardada".
"Toda conducta que pudiera crear escándalos debe ser evitada atentamente,
y ustedes mismos deberían investigar diligentemente las acusaciones de
una conducta semejante, adoptando medidas firmes para corregirla donde se encuentre".
Aunque estuvieron dirigido a los obispos nigerianos, cuya Iglesia ha tenido
sus propios escándalos, los comentarios del Papa podrían ser vistos
como un bosquejo de lo que serán las reuniones de esta semana.
El Papa dijo que la "apertura, la honestidad y la transparencia" son cualidades
vitales de la Iglesia, y también mencionó la importancia de mejorar
la formación seminarista a fin de que los futuros sacerdotes estén
mejor preparados para la vida que se espera de ellos.
El monseñor Francis Maniscalco, portavoz de la Conferencia de Obispos
de Estados Unidos, dijo que los cardenales buscarían la guía del
Vaticano para decidir si los curas pederastas pueden permanecer en el ministerio,
o si se deba aplicar la norma que dicta que una sola falta es suficiente para
suspenderlos.
Agregó que los obispos evaluarán si hay alguna situación
en la que un sacerdote pederasta pudiera continuar en su ministerio como capellán
de un asilo de ancianos.
Asimismo, discutirán "si esto significa que todo el que tenga antecedentes
será expulsado o si puede haber grados de conducta impropia en los que
alguien pueda ser declarado seguro después de tratamiento", dijo Maniscalco.
Los obispos estadounidenses también conversarán sobre las circunstancias
en las que los sacerdotes pedófilos deben ser entregados a las autoridades
civiles.
El escándalo estalló en Boston, en donde al cardenal Bernard Law
se le acusa de haber cambiado de una parroquia a otra a los sacerdotes que se
sabía eran culpables de pederastia, en lugar de despedirlos del seno
de la Iglesia después de fallidos tratamientos psiquiátricos.
En una carta este mes en la que el cardenal de Boston dijo que no renunciaría
tras las denuncias de abusos sexuales de sacerdotes contra menores de edad en
su diócesis, Law dijo que las dimensiones del problema eran morales,
patológicas y delictivas.
El escándalo de Boston desató revelaciones sobre otros casos de
pederastia en otras diócesis de Estados Unidos.
En su carta, Law, jerarca de la cuarta diócesis católica más
grande de Estados Unidos, admitió que él y otros obispos de su
país "no habían tomado suficientemente en cuenta el lado criminal
que conlleva el abuso sexual contra menores de edad". *