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18 de abril del 2002
EE.UU desembarca en las Filipinas en busca de una nueva guerra
Emir Sader
Agencia Carta Mayor
Traducido para Rebelión por Omar Diessler
Una decada después de que se cerró la última base
militar de EUA en las Filipinas, 660 militares norteamericanos llegaran al país
para ayudar a combatir al grupo Abu Sayyaf.
Para "viabilizar" el desembarco el gobierno Filipino recibe 4 600 millones de
dolares a título de ayuda.
El resultado de la consulta de la CNN-Time había indicado que, según
la preferencia popular, Irak debería ser el próximo país
a ser bombardeado por los EUA.
La falta de aliados suficientes hace que el gobierno norteamericano desee continuar
la"guerra infinita" en otras partes: la elección recayó en las
Filipinas, por el descarte de otras posibilidades.
Somalia recuerda la desastrosa intervención anterior de los EUA, en cuanto
a Sudan y Yemen se revelan como paises exesivamente desconocidos para una accion
que no se puede permitir reveses.
Poco despues de anunciado el segundo frente de lucha contra el terrorismo, tropas
norteamericanas desembarcaron en la ciudad de Zamboanga, a 460 millas nauticas
de la capital de las Filipinas. Los norteamericanos supieron que el nuevo escenario
rápidamente cobro la caida de un helicoptero en las aguas traicioneras
de la región, impidiendo que ninguno de sus 10 tripulantes- dentro de
los cuales 8 eran de las "Fuerzas Especiales"-pudieran ser salvados.
Asi, diez años después de que se cerraran las bases militares
de EUA en el pais, el objetivo de combatir al grupo Abu Sayyaf-incluido por
Casa Blanca en la lista de organizaciones terroristas de los EUA- llevó
al desembarco de 660 militares norteamericanos, de los cuales 160 son miembros
de las Fuerzas Especiales que fueron enviadas a Brasil para un ejercicio de
entrenamiento con 3.600 militares filipinos.
Este desembarco viola la Constitución filipina, que permite que tropas
extranjeras actuen en el país apenas para combatir a algún enemigo
externo.Ese detalle incentiva la presunción de que habrá una extensa
campaña para demostrar que el grupo Abu Sayyaf tenia estrechos vinculos
con Al Qaeda, a fin de caracterizar un vínculo externo que de legalidad
a la intervencion de las tropas norteamericanas - aún mas, con la comprobación
de la existencia de un acuerdo explícito de que esas tropas no actuarán
al mando de oficiales locales. Toda esta articulación abre el camino
para una acción autónoma de EUA en territorio filipino, como viene
ocurriendo hasta ahora en todos los terrenos donde los norteamericanos vienen
actuando.
Como ocurrió en Paquistan, el desembarque vino precedido de una generosa
ayuda económica de los EUA al gobierno de la presidenta Gloria Macapagal-Arroyo:
fueron 4 600 millones de dólares, ademas de una ayuda militar de 100
millones de dólares.
Los EUA tienen como objetivo inmediato la liberación de los occidentales
secuestrados, uno de los cuales ya apareció ejecutado.
Las divisiones étnicas en la región despiertan el pánico
de los bombardeos como los realizados en Afganistan y unifica la resistencia
en el pais. Diariamente ha habido manifestaciones de protesta delante la embajada
de los EUA en Manila, escenario totalmente inexistente en Afganistan.
Vale recordar que de esas manifestaciones resurgió el movimiento que
llevo al desmantelamiento de las bases norteamericanas en el pais en 1991, la
Convocatoria por la Paz. Sus miembros tienen como objetivo escapar al destino
de Afganistan y hacer que la intervención de los EUA tenga el mismo destino
que tuvo en Somalía.
Brasil, abril del 2002.