1 de agosto del 2002
żUna próxima guerra?
Miguel Ángel Untoria
La Haine
Ayer, 30 de julio, el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld,
inauguró en Virginia el mayor ejercicio militar en la historia de los
Estados Unidos, y al hacerlo renovó las amenazas contra Iraq, al expresar
que "se necesitará más de un ataque aéreo para impedir"
a ese país, "desarrollar armas de destrucción masiva, nucleares,
químicas y bacteriológicas".
En realidad las primeras operaciones fueron iniciadas formalmente por el propio
Rumsfeld, desde el 24 de julio y se extenderán hasta el 15 de agosto.
En este período las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos realizan en
los estados de California y Nevada la mayor prueba militar en su historia. Se
trata de un experimento bélico en el que las fuerzas y medios participantes
tratarán de derrotar enemigos virtuales en escenarios de guerra imaginarios,
o no tan imaginarios.
Durante la maniobra Millennium Challenge 2002, se crea un "auténtico"
campo de batalla con episodios hipotéticos de combate, para emplear en
ellos los últimos adelantos de la ciencia y la técnica.
Contará con la participación de la CIA y grupos especializados
en el empleo de computadoras que simularán 17 posibles situaciones de
conflicto que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos pudieran tener que afrontar
en el futuro.
Este ejercicio militar, según las informaciones brindadas por diferentes
medios de prensa, aparenta responder a una exigencia del Congreso estadounidense
sobre la preparación de los militares para intervenir en acciones combativas
con sistemas de armamentos más precisos y letales en un ambiente altamente
tecnológico.
Pero en realidad, responde a otros variados intereses, incluso a la preparación
y ensayo de una agresión militar contra un país no virtual, ya
que uno de los propósitos "de estudio" será perfeccionar las técnicas
de despliegue rápido hacia diferentes teatros de operaciones.
Entre los objetivos a corregir, según informaciones oficiales, está
uno de los puntos débiles durante la guerra del Golfo: la concentración
de las fuerzas y medios que se consideraron necesarios, ya que tardaron meses
en lograrla.
Por eso no resulta casual que con ese fin, el ejercicio bélico comenzara
con un escenario donde en un país de una zona del Medio Oriente, seriamente
afectado por un sismo, se produce un golpe de Estado militar, y las Naciones
Unidas deciden enviar fuerzas terrestres y navales para intervenir. Tampoco
es de extrañar que otros episodios planificados incluyan las llamadas
intervenciones humanitarias y las misiones de paz.
Otro aspecto, el del entrenamiento, apunta a una guerra no virtual. Durante
la maniobra, más de 13 500 efectivos del Ejército, la Fuerza Aérea,
la Marina y los Infantes de Marina, serán entrenados en el empleo eficaz
de los más sofisticados y nuevos instrumentos y técnicas de combate,
con alta tecnología, ligeros y de fácil manipulación.
Algunos de esos medios se encuentran en poder de las unidades y otros son de
nueva creación. El empleo de los primeros no ha sido completamente satisfactorio
durante la guerra contra Afganistán y causaron "daños colaterales"
no deseables. Y los segundos no han sido probados aún sobre el terreno.
Por ejemplo, pondrán a prueba un pequeño avión sin piloto,
de exploración, de 1,5 metros de largo, denominado Dragon Eye, una nueva
versión a escala reducida de sus similares Predator y Global Hawk, utilizados
en Afganistán, Iraq y Kosovo, donde algunos han sido derribados.
También pretenden comprobar el funcionamiento de una unidad naval de
superficie muy veloz, que teóricamente podría alcanzar velocidades
de hasta 100 kilómetros por hora.
Y para estar a tono con las últimas teorías sobre posibles ataques
terroristas, uno de los episodios incluye la neutralización de armas
de destrucción en masa, que habrían sido halladas en una base
aérea estadounidense.
También se estudiará el combate contra una supuesta guerrilla
urbana en un enfrentamiento de cuatro días de duración.
Todo parece indicar que Estados Unidos se prepara para una próxima guerra
y que con esta nueva y gigantesca maniobra, el Pentágono, en realidad,
trata de crear condiciones favorables para librar la primera batalla de la que
parecen considerar como una guerra cercana en el futuro.
Granma