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7 de junio del 2002
Presentación de "Mentiras y Medios"
Julián Rovira
Rebelión
"La verdad está en marcha y nada la detendrá". Émile
Zola.
Se abre una nueva y necesaria sección en Rebelión sobre un
asunto que mueve a indignación general y sobre el que hay que movilizarse
colectivamente. Lo que así nos ocupa ahora también a nosotros, en
la estela del recientemente creado Observatorio Global de Medios y de los
trabajos que se vienen realizando en Le Monde Diplomatique ("El Imperio
de los medios de comunicación" Manière de voir 63. Mai-Juin 2002)
o en la Web de habla inglesa, MediaLens; es la denuncia de las falsedades
y mentiras que continuamente están presentes en los medios de difusión
de la información diaria pertenecientes a grupos multinacionales. La economía
dicta las líneas de escritura a un periodismo que por un lado ha renegado
de su vocación informativa y por otro, se encuentra cercado por la perversa
lógica del capitalismo. Los pocos profesionales que aún resisten
trabajan en condiciones inadecuadas, sometidos ellos mismos a censuras y manipulaciones,
por lo que muchos de ellos vienen y vendrán a formar parte de estos grupos
de defensa intelectual contra la manipulación de los mass media o comités
de reivindicación del derecho a una información veraz. Ya Noam Chomsky
señaló el camino en su artículo: Sobre mantenernos informados
y la defensa propia intelectual, donde se ponía de manifiesto la necesidad
de un trabajo de equipo para lograr filtrar la información falaz y defenderse
de las manipulaciones y falsedades. Camino seguido por Ignacio Ramonet, inspirador
del MGW (Media Watch Global), y que es seguido también por Carlos
Fernández Liria, Pascual Serrano, Santiago Alba, Luis Alegre, Simón
Royo, César Rendueles, junto a muchos otros; por personas que forman parte
ya de este nuevo proyecto en que aportan y aportarán sus trabajos e investigaciones,
o sus panfletos de denuncia o sus noticias reales, un proyecto contra el mundo
de la desinformación, para desenmascarar, constantemente, la constante
manipulación mediática.
Periodistas, intelectuales, profesores de Universidad, estudiantes de ciencias
de la información, historiadores, científicos, politólogos,
activistas sociales y demás ciudadanos, cada cual desde su campo y especialidad,
cada cual con lo que pueda y como pueda, están llamados a colaborar con
estas autodefensas de la información que se están gestando
en diferentes lugares del planeta.
La pregunta y reflexiones que llevaron a la idea de separación de poderes
en política es y son las mismas que nos hacemos hoy respecto a los medios
de comunicación de masas: "¿Quién vigila a los vigilantes?". El
cuarto poder de la prensa fue concebido como un observatorio de vigilancia y denuncia
de los extravíos de los demás poderes, hasta que en nuestros días,
todos ellos se han ido convirtiendo, cada vez más, en meras funciones de
un único poder que amenaza con invadirlo y conquistarlo todo. El poder
económico del capitalismo triunfante no es ya vigilado por los medios de
información, sino que, por el contrario, utiliza a éstos como sus
caballos de Troya, avanzadillas con las que invadir territorios y conciencias.
De ahí que sea necesaria la creación de nuevas trincheras periodísticas,
barricadas más a la izquierda de un espacio que ha sido prácticamente
conquistado, aunque la lucha continúa y está lejos de ser decisiva
ninguna batalla concreta.
En Italia, Berlusconi, se ha erigido en gobernante plenipotenciario de una suerte
de "neofascismo" o régimen despótico que se caracterizaría
por el dominio de todos o la mayoría de los mass media y por la automática
adquisición del poder político por parte de quien detenta el poder
mediático. Sin embargo, en Venezuela, el presidente Hugo Chávez
consiguió el poder político sin poseer el poder mediático
y desde entonces se ha visto también que los dos poderes pueden estar enfrentados
y que, en ocasiones, no basta el poder mediático para conquistar el poder
político, aunque pueda ser utilizada la desinformación para fomentar
golpes de Estado y derribar o intentar desestabilizar a gobiernos legítimamente
constituidos.
El capítulo Venezuela forma parte ya del comienzo de una nueva fase de
la Historia, pues en él hemos visto en plena acción, contra el imperialismo
y contra el Imperio de los medios al servicio del Capital, al movimiento de resistencia
de la contrainformación alternativa, un movimiento de dimensión
internacional, que ha demostrado su fuerza y su potencia, y que cada vez está
adquiriendo una mayor magnitud. La Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999) en su Artículo 58 dice. "La comunicación
es libre y plural, y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley.
Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial,
sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así
como el derecho de réplica y rectificación cuando se vean afectados
directamente por informaciones inexactas o agraviantes…". Y hemos visto como se
ha incumplido la contemplación de los deberes y responsabilidades del uso
libre y plural de la información, como se ha impedido acceder a la información
veraz e imparcial, censurándose a los partidarios del gobierno.
En el intento de golpe de Estado en Venezuela la lucha no ha sido sangrienta pero
ha sido encarnizada, en el interior las televisiones venezolanas daban consignas
golpistas y retransmitían sin cesar llamadas a la sedición, y mientras,
la maquinaria internacional de las multinacionales con intereses en la región,
como Prisa y El País, se pusieron en marcha para apoyar con todas sus fuerzas
el golpe de Estado. Todas las fuerzas de resistencia se sumaron rápidamente
a la defensa y, lo más importante: ¡El golpe no triunfó! ¡Los golpistas
fueron derrotados! (Aunque lo intentarán de nuevo, como lo intentan diariamente
de manera más sutil). Lo que nos da pruebas de que aún con un enorme
poder mediático la victoria no está dada ni decidida de antemano
y que es posible hacer frente a esas fuerzas que están arrasando y destruyendo
el planeta llevándolas a retroceder y replegarse.
La lucha es ahora continua pues continuamente siguen los mismos medios intentando
minar las defensas de un gobierno democráticamente elegido, pero el caso
de Venezuela es un caso paradigmático de una batalla generalizada, una
guerra en la que todo ciudadano está inmerso, por su lucha particular contra
la manipulación y la falsificación de la información y en
la que todo país se encuentra involucrado, por la defensa de la información
veraz sobre lo que ocurre en su territorio. La tergiversación se produce
a veces directamente, otras por omisión, otras cuando no se dice toda la
verdad y se sesga la noticia, otras, escondiendo la Historia de un problema tras
la cortina del presente y el instante, así como mediante toda una serie
de recursos que hay que desenmascarar; de modo que aprendamos a detectarlos y
a ponerlos fuera de juego. La vigilancia tiene que ser constante y la tarea es
ya interminable. Una nueva especie de vigilantes se constituye y se conjura como
garantes de la verdad, pues sólo una comunidad de gentes dispuestas a aceptar
el desafío de hacer frente a la desinformación y manipulación,
constantes y generalizadas, de esos medios secuestrados por la economía;
podremos rescatar la dignidad y el honor que pertenece a los profesionales de
la información y volver a situar a la profesión periodística
en el lugar que le corresponde: el de la pasión y lucha porque se sepa
siempre la verdad.
Nota:
Las colaboraciones a la Sección de Mentiras y Medios (denuncias
de manipulación en la prensa, traducciones de artículos relacionados
con la sección, trabajos de investigación, etc.) dirigirlas a: Julián
Rovira e-mail: rebelate2000@yahoo.es
Mentiras y medios