Internacional

Carlos A. Lozano Guillen
VOZ
El Grupo de los Siete, que reúne a las grandes potencias capitalistas, principales responsables de la tragedia social en el planeta, esta considerando adoptar la figura del concordato internacional al cual se podrían acoger los países afectados por la quiebra económica, como lo es el caso reciente de Argentina.
Para el capitalismo, con mayor razón en la época del neoliberalismo, es insoportable aceptar la posibilidad de que en un país en vías de desarrollo pueda declarar la moratoria de la deuda externa o la imposibilidad de pagarla, debido a la fragilidad de sus finanzas o de sus posibilidades económicas, precisamente originada en los compromisos usureros impositivos, adquiridos con los organismos de crédito en el nivel internacional.
Con la figura del concordato, propuesta por el secretario del Tesoro de los Estados Unidos y bien vista por sus aliados de Europa y Japón, se brindarían los prestamos internacionales y se crearía un procedimiento para asegurarle al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, en primer lugar, la capacidad para recuperar el monto de las deudas contraídas por el « tercer mundo ».
Es la infamia total de la globalidad neoliberal y del capitalismo en la llamada postmodernidad. Un país declarado en concordato, en antesala a la quiebra total, no solo pasaría a ser orientado por los organismos de crédito internacional en las condiciones del monitoreo a sus estrategias económicas, lo cual , por cierto, ya existe, sino que tendría que entregar su patrimonio para pagar la deuda externa y los créditos con la banca internacional . La propuesta, cínica en el sentido estricto de la palabra, no excluye la posibilidad que se pague la deuda hasta con territorio del país en quiebra. El mecanismo funcionaria igual al procedimiento del derecho comercial en cualquier país, donde los acreedores asumen los activos de la empresa declarada en concordato o en liquidación obligatoria como se denomina en Colombia la figura de la quiebra.
Es como si Argentina, sometido ya a las disposiciones y ordenes del Fondo Monetario Internacional, con vergonzoso respaldo de la reciente Cumbre de Mandatarios de Europa y América Latina en Madrid, declarada en quiebra como esta, tuviera que entregar la Patagonia para quedar en paz y salvo con el FMI y la banca internacional. El neoliberalismo portador de injusticias solo tiene un consentido : el capital financiero, el sector mas inhumano y terrorista del gran capital.
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