MANILA, 3 de junio.— Personalidades politicas de Filipinas consideraron hoy una injerencia en los asuntos internos la exigencia de Washington a Manila de ampliar y extender la presencia de militares del Pentágono en el sur de este país.

El presidente de la Comisión Parlamentaria de Relaciones Exteriores, Apolinario Lozada, rechazó en esta capital la propuesta de prolongar la participación de militares de Estados Unidos en la ofensiva antiseparatista impulsada por el gobierno filipino.
Igualmente, advirtió que la existencia en su país de bases o campamentos del Pentágono, temporales o permanentes, requiere la aprobacion del Congreso.
PL señaló que Ramón Magsaysay, titular del Comité de Defensa del Senado, expresó, por su parte, que es vergonzoso que el Ejército nacional dependa de la Casa Blanca para resolver el conflicto secesionista, y señaló que la presencia de uniformados foráneos viola la soberanía.
Esas declaraciones surgen a raíz de las exigencias hechas por el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, a la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, de prolongar la participación de tropas norteamericanas en el sur de Filipinas para exterminar al grupo separatista islámico Abu Sayaaf.
Wolfowitz, quien llegó a este archipiélago la víspera, le propuso también a la mandataria trasladar al mar de Joló uno de los portaaviones estadounidenses que fueron utilizados en la guerra contra Afganistán, según el periódico local The Philippine Star.