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Internacional

25 de julio del 2002

El PNUD y su informe anual

Una democracia a la medida de los grandes
Sergio Ferrari
SERPAL
El proceso de democratización de los años 80 y 90 ha perdido fuerza y numerosos países han reacaído en procesos autoritarios que afectan sensiblemente toda perspectiva de desarrollo humano. Así lo afirma el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano(PNUD) que presentó este tercer miércoles de julio su informe anual, unos de los instrumentos estadísticos y análiticos más compactos de todo el sistema internacional.
Este decimotercer documento, « Profundizando la Democracia de un Mundo Fragmentado » constata una cada vez más irreversible polarización económica que hace del hambre y la miseria dos males de difícil -casi imposible- extinción en el actual marco del sistema planetario dominante. La globalización profundiza la brecha ya enorme entre ricos y pobres.
El aporte « novedoso » de este nuevo Informe oficial del sistema de la O.N.U. consiste en examinar la participación política como una dimensión de desarrollo humano y la importancia de la gobernabilidad para el mismo. El organismo de las Naciones Unidas reconoce que en la década pasada el número de personas que padecen hambre se ha reducido solamente en seis millones anuales . Si esta tendencia continúa a tal lentitud, se necesitarán más de 130 años para liberar el planeta de este flagelo.
Democracia "formal" en entredicho
« La crisis de la democracia formal y representativa es uno de los aspectos centrales de nuestro informe » admite a este corresponsal Sakiko Fukuda-Parr, responsable de la elaboración del informe, durante una reciente visita a Ginebra.
Al hablar de crisis, no se escatiman fenómenos casi universalmente imperantes, tanto en países ricos como en naciones empobrecidas: el desgano por la participación electoral marcada por el aumento del abstencionismo; la brecha creciente entre la clase política y el *ciudadano de la calle* y la delegación de éste de su capacidad de decidir a partir de una marcada apatía participativa.
El informe del PNUD constata que 140 de los 200 países organizan elecciones pluralistas. Sin embargo, sólo 82 de ellos (un 57 %) podrían ser considerados (siempre según los parámetros de la ONU ) como « completamente democráticos » en el sentido de garantizar el respeto a los derechos humanos, asegurar la existencia de una prensa libre y de una justicia independiente.
Cero democracia internacional
El Informe presentado este miércoles enfatiza el carácter poco democrático de numerosas instituciones internacionales, tales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Los tres, igualmente criticados en los últimos años por el ascendente movimiento anti-globalización neoliberal y por numerosas organizaciones que exigen reformas y restructuraciones democráticas.
« Esta crítica significa un punto de partida de todo un proceso a recorrer » reconoció a este corresponsal Sakiko Fukuda-Parr, quien trató sin embargo de atemperar la naturaleza de los señalamientos: no significan una deslegitimación de esas organizaciones sino una constatación de hechos en miras a ser corregidos, expresó.
El documento indica que, por ejemplo, al seno de la OMC, incluso si cada país dispone teóricamente de un voto, las decisiones más importantes son tomadas por un pequeño grupo de naciones poderosas. La influencia de Estados Unidos, Canada, Japón y la Unión Europea es dominante. En tanto las naciones más empobrecidas del otrora "Tercer Mundo" no tienen prácticamente ningún poder real de negociación y de incidencia.
Recogiendo una exigencia cada vez más generalizada entre organismos no gubernamentales progresistas y movimientos sociales de todo el planeta, el PNUD indica que los procesos de consulta, negociación y decisión en la OMC deben « convertirse en realmente transparentes, abiertos, participativos y democráticos ». La OMC debe evitar de « dar la impresión de ubicarse al lado de los países más poderosos en detrimento de las naciones en desarrollo » advierte.
Es de recordar en los últimos años de la década pasada la intensa campaña internacional de denuncia contra el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), negociado casi clandestinamente al interior de la OMC con la intención de imponer el poder de las grandes transnacionales aún por sobre los Estados nacionales.
Por otra parte , « Profundizando la Democracia en un Mundo Fragmentado » critica que en el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, sólo siete naciones poderosas concentran casi la mitad de los votos y de la capacidad de decisión. Los Estados Unidos y Europa se reparten, regularmente, la capacidad de designar las cabezas de ambas instituciones.
¡Pobre el ser humano!...¡Pobre Latinoamérica!
En una de sus conclusiones el PNUD señala que un gran número de países que concentran la mitad de la población mundial, viven un evidente retardo en cuanto al cumplimiento de los objetivos del desarrollo del Milenio, definidos hace dos años en el marco de las Naciones Unidas. Al ritmo actual, sólo 55 países (el 23 % de la población mundial) han partido con buenas posibilidades para cumplir con los ochos objetivos de dicho plan.
Por otra parte, el PNUD denuncia una constatación condenatoria: casi 130 países corren el riesgo de no asegurar un crecimiento suficiente como para reducir a la mitad la pobreza que viven sus pueblos de aquí al año 2015. Cincuenta de esas naciones han registrado un crecimiento negativo en los últimos 10 años.
* Desde Naciones Unidas, Ginebra, SERPAL, 24 de julio de 2002