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Los estudiantes tienen códigos de acceso y materiales secretos, y la ubicación de sus clases también es secreta
La Universidad de la CIA, campo de entrenamiento para espías
El inocuo edificio oscuro con ventanas de vidrios polarizados está oculto
a simple vista. Es donde los espías estadounidenses aprenden a hablar
otros idiomas y a escribir informes para el presidente, o estudian cómo
sobrellevar una crisis mundial.
TABASSUM ZAKARIA, WASHINGTON, REUTERS
Bienvenido a la Universidad de la CIA. Los estudiantes tienen códigos
de acceso secretos, cursos y materiales secretos, y la ubicación de sus
clases también permanece en secreto.
El edificio principal se combina con oficinas a su alrededor en un área
del norte de Virginia. Afuera no existe ningún cartel que lo relacione
a la CIA, pero cuenta con un estacionamiento de vehículos en el cual
un guardia revisa las identificaciones.
La Universidad de la CIA, formada en marzo, incorpora 11 escuelas --algunas
que existen desde hace años y otras nueva-- en un intento por mejorar
la coordinación de la agencia en los entrenamientos después de
los atentados del 11 de setiembre contra Estados Unidos.
"Estamos profundizando el entrenamiento que vamos a hacer para toda una nueva
generación", dijo Frans Bax, el presidente de la Universidad de la CIA,
en declaraciones a Reuters durante una reciente visita al campus. "Cientos y
miles de nuevos oficiales van a sumarse a nuestras filas en los próximos
años".
"Ahora, como nunca antes, necesitamos entrenar con toda la intensidad e inflexibilidad
que nos ofrece esta iniciativa. Lagama de riesgos complejos y oportunidades
que enfrenta nuestro país, y la velocidad en que cambian, nos piden al
menos eso", dijo el director de la CIA, George Tenet, en un comunicado transmitido
a los empleados sobre la creación de la Universidad de la CIA.
El protocolo de seguridad para ingresar al edificio es similar al utilizado
en el cuartel general de la CIA. Una señal apunta hacia "teléfonos
verdes y negros" --verde para las líneas de seguridad y negros para las
no clasificadas--.
Uno de los cursos más populares es el de "Escribiéndole al presidente",
de cuatro días de duración. Cada presidente tiene distintas preferencias
en cómo quiere que le sean presentados los informes de inteligencia.
Ardillas voladoras
En "CIA 201", un curso de tres semanas, el foco está en la finalización
en equipo de un ejercicio de un grupo de tareas que trabaja en una crisis determinada.
Los primeros días de clase están dedicados a realizar ejercicios
para la conformación de grupos, como "la ardilla voladora" en el cual
un estudiante es mantenido en el aire a una altura de 10 a 12 metros y tiene
que confiar en que los compañeros que sostienen la cuerda no lo dejen
caer.
También realizan un ejercicio para mantener el balance, en el cual los
estudiantes se van parando sobre troncos y tienen que mantener el equilibrio
en conjunto.
Los grupos, inevitablemente, tienen que lidiar con algunos miembros que simulan
una conducta determinada, explicó el instructor.
Finalmente llega el ejercicio del grupo de tareas ante una crisis en la cual
se le muestra a la clase un video de ficción que muestra cómo
una "nación hostil" invade a un aliado estadounidense. En el falso ataque,
los invasores utilizan misiles, tanques y armas químicas.
A los estudiantes de una gama de las disciplinas de la CIA --técnicas,
finanzas, analíticas y operaciones clandestinas-- se les dan libros con
información de ambos países, cuyos nombres no se permite revelar,
y se les pregunta luego cuáles son los posibles escenarios para la resolución
del conflicto.
Los alumnos tienen que lidiar con una andanada constante de cables, llamados
telefónicos, personas que inesperadamente golpean a la puerta de sus
habitaciones pidiendo información, y tienen que preparar el reporte de
una situación determinada e informar a un funcionario de la CIA antes
que éste salga hacia una reunión en la Casa Blanca.
"La situación es muy ambigua", dice el instructor. "Nos rompemos el alma
tratando de sacar conclusiones en base a información incompleta".
Un grupo de tareas que lidia con una crisis real generalmente trabaja sin descanso
durante un par de meses como punto de contacto individual para reunir información
de inteligencia.
Los más recientes fueron sobre Afganistán en los primeros meses
de la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo y sobre los Balcanes durante
los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia en 1999. Ninguno está actualmente
en operaciones.
Idioma de espías
La CIA también está ampliando su entrenamiento de idiomas. Francés,
español, árabe, chino, japonés y alemán están
entre los idiomas que se enseñan en su universidad. Si un grupo de oficiales
de la CIA necesita algún otro idioma puede ser adiestrado en otro lugar.
La CIA fue criticada por no contar con agentes que hablaran dialectos locales
en Afganistán cuando Estados Unidos lanzó sus operaciones para
destrozar a Osama bin Laden y su red Al Qaeda luego de los atentados del 11
de setiembre, en los cuales murieron 3.000 personas.
La Universidad de la CIA no ofrece cursos en dari, pashto, uzbeco o urdu: las
lenguas de la región afgana.
"Aquí no enseñamos ninguna de esas lenguas. Tenemos gente que
habla esos idiomas", dijo la canciller Mary O'Sullivan.
"Uno de los temas que mejoramos y profundizamos después del 11 de setiembre
es el de estar atentos en cuanto a la seguridad", dijo Bax. "De cualquier tipo,
desde seguridad en computación, personal o de información".
La universidad es tan completa que los funcionarios de la CIA bromean con respecto
a la construcción de un estadio deportivo en los parques aledaños
al edificio principal.
żY qué nombre le darían a su equipo?
Se propone uno, dicen en broma: Los Topos Luchadores. *