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Exigen antiglobalizadores cero impunidad y defensa de los derechos indígenas
Evitar la destrucción de AL por el neoliberalismo, demanda
en Madrid el Foro Social Trasatlántico
Identifican los activistas al menos "14 razones de lucha" contra la depredación
capitalista
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 17 de mayo. El Foro Social Transatlántico, la llamada
contracumbre del encuentro oficial en Madrid de los mandatarios de la Unión
Europea y América Latina, finalizó hoy una primera fase de análisis
en la que mediante debates, mesas redondas y talleres se identificaron al menos
"14 razones de
lucha" para evitar la "destrucción" de nuestro continente, entre las
que destacan la defensa de los derechos y la cultura indígenas y el reclamo
de que la impunidad no persista frente a los crímenes del pasado.
En el Foro Social había emisarios de la mayoría de los movimientos
contestatarios de la región: los zapatistas mexicanos; el Movimiento
de los sin Tierra, de Brasil; or-ganizaciones campesinas e indígenas
guatemaltecas, colombianas, bolivianas y ecuatorianas, las Madres de la Plaza
de Mayo, entre otras, herederas de las luchas a partir de la década de
los 70, además de sindicatos y grupos españoles y europeos, como
la Conferencia General de Trabajadores.
Después de una semana de largas discusiones y mesas de trabajo, el foro
apuntó que lo primero que deberían reconocer los mandatarios que
se reúnen en su ya habitual "jaula de cristal", protegidos por un hermético
cordón policial, es que "al comienzo del milenio en América Latina
hay más injusticia, más pobreza y más desigualdad, y sus
gentes están más lejos de la democracia y de la ciudadanía",
ya que "los regímenes neoliberales han incrementado estos rasgos profundizando
el sufrimiento social".
Los activistas, entre los que había académicos y líderes
sociales, apuntaron que la "implantación de estos regímenes ha
venido precedida en muchos casos de la acción de dictaduras terroristas,
única respuesta de las clases dominantes a las aspiraciones de cambio
y justicia social de los pueblos, y de la preparación de una sociedad
de súbditos del imperio", en alusión a la hegemonía de
Estados Unidos, país al que acusan de activar "un dispositivo global
de guerra" a raíz de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York
y Washington.
Entre sus reclamos están la condonación de la deuda externa a
sus países, que "fueron contraídas por gobernantes corruptos y
dictaduras diversas que hipotecaron el porvenir de varias generaciones de latinoamericanos
y redujeron las posibilidades de una política redistributiva y de justicia
social".
Los representantes del movimiento antiglobalización advirtieron que la
mundialización impuesta desde el poder político y económico
"abandona a la identidad ciudadana para ser sustituida por la condición
de súbditos imperiales y consumidores-clientes, por lo que la crisis
permanente del Estado social y democrático contribuye a acelerar el proceso
de descomposición social, desenraizamiento cultural y la caída
en la anomia y la delincuencia, que justifica el dispositivo de represión
y criminalización".
En un documento, que será entregado a los mandatarios europeos y latinoamericanos,
también se asienta que "las resistencias diversas apuntan a un auténtico
proceso constituyente de refundación de las sociedades latinoamericanas,
con el protagonismo directo de sectores tradicionalmente ex-cluidos de la acción
política", como son los campesinos, indígenas, obreros y perseguidos
y exiliados políticos.
Añade que frente a la barbarie cotidiana de la civilización capitalista,
"nuevas formas de sociabilidad se están apuntando en América Latina
para hacer frente a todo tipo de problemas, desde los más elementales
a los más complejos, entre otras cosas porque el derecho de rebelión
proclamado tempranamente por los ciudadanos españoles en el siglo XVI,
y sancionado en el vi-gente derecho internacional, es la forma de expresión
de esta nueva sociabilidad.
Y en él reside "la dinámica positiva de la evolución histórica
frente a la negatividad y destrucción del tejido social por la civilización
capitalista", dicen los activistas, y emulan los tres principios básicos
abanderados por el zapatismo, "democracia, igualdad y justicia", ideas que son
esenciales para lograr profundizar en la sencilla enunciación por la
que se han reunido: "Otro mundo es posible"... "Otra América es posible".
Marcha multitudinaria
Después de los debates y la proyección de diversos documentales,
alrededor de 4 mil activistas se manifestaron pacíficamente por la calles
de Madrid en el contexto de la campaña Reclama la calle, vigilados
por decenas de furgones policiales y un helicóptero que siempre sobrevoló
la zona.
En medio de una fuerte lluvia, los manifestantes permanecieron incólumes
y a rit-mo de batucada recorrieron las calles bajo el lema "América Latina:
la esperanza. En rebeldía contra el imperialismo", mientras exhibían
máscaras de George W. Bush, José María Aznar y otros mandatarios,
y lanzaban consignas contra el gobierno es-pañol y lo equiparaban con
el franquismo.