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Tras 48 horas de reclusión volvió al poder el principal aliado de Fidel Castro
Alegría y alivio en Cuba por la vuelta de Chávez
La alegría y el alivio del gobierno de Cuba por el retorno al poder de
Hugo Chávez en Venezuela, su más cercano aliado político
y económico, se vieron reflejados en la televisión local con el
festivo titular de "Victoria Revolucionaria" y una imagen de archivo en la cual
Fidel Castro y Chávez se funden en un abrazo.
Para Cuba, que enfrenta lo que académicos locales denominan "una ola de derecha" en América Latina, un alejamiento definitivo de Chávez del poder en Venezuela hubiera significado la pérdida de su más cercano aliado político, coincidente en posiciones en muchos foros internacionales y el más ferviente opositor al aislamiento de la isla.
También hubiera puesto en crisis un acuerdo de cooperación bilateral suscrito en 2000, mediante el cual Venezuela se convirtió en el primer socio comercial de Cuba y en su principal proveedor de combustible, 53.000 barriles diarios, con facilidades de pago.
El efímero gobierno provisional del empresario Pedro Carmona en Venezuela anunció el fin del envío de combustible a Cuba, a lo que la isla respondió oficialmente que ese petróleo "lo pagábamos centavo a centavo y lo podemos comprar en otra parte".
Pero el corte definitivo del suministro de combustibles hubiera sido un golpe para la economía cubana, que este año enfrenta serias dificultades por la contracción de la industria turística tras los atentados del 11 de setiembre contra Estados Unidos, además de una cosecha azucarera pequeña y los efectos de la crisis internacional.
Desde el derrocamiento de Chávez, el gobierno de Castro apostó por su retorno como única solución, desconociendo a la junta cívico-militar y llegando a anunciar el retiro de sus colaboradores, en respuesta al corte de los suministros petroleros anunciado por Caracas.
"No puedo imaginar un escenario de consolidación de un golpe de Estado en América Latina en el siglo XXI.
No puedo creer que eso sea posible", señaló el canciller cubano Felipe Pérez Roque.
De inmediato, el gobierno cubano comenzó a acudir a las Naciones Unidas, el Movimiento de Países No Alineados, el Grupo de los 77 (de la ONU), y otras organizaciones internacionales, en busca de restar legitimidad al gobierno interino de Carmona y propiciar el retorno de Chávez.
Incluso, cuando Carmona anunció un inminente envío al extranjero de Chávez, y todos los ojos miraron hacia La Habana, Castro mostró su determinación de recibirlo y regresarlo de inmediato a Venezuela.
"Si Chávez fuese enviado a Cuba a la fuerza por los golpistas, el mejor y más rápido de los aviones de nuestra línea aérea estaría listo para que pueda regresar de inmediato al seno del heroico pueblo que lo espera", señaló una nota oficial difundida por la televisión cubana.
Todo ello motivó el despliegue informativo de los medios cubanos.
El diario Juventud Rebelde, único de circulación nacional los domingos, dijo en grandes titulares en primera plana: "El pueblo libera a Chávez", "La revolución bolivariana sigue en pie", para después dedicar siete de sus 16 páginas al tema.
Aunque Granma y Trabajadores no circulan este día, sus ediciones digitales también incluyeron titulares como "Rescata el pueblo venezolano a su presidente". De forma inusual, el canal Cubavisión desplegó desde la víspera una amplia cobertura de los sucesos que comenzaron a las 15H00 locales (19H00 GMT) para encadenarse a la medianoche con la estatal Venezolana de Televisión y transmitir en vivo todos los incidentes hasta el regreso de Chávez en la madrugada.
Una columnista del diario Juventud Rebelde fustigó este domingo la cobertura de la cadena CNN y dijo que la televisión cubana fue una suerte de Al Jazeera, en referencia a la cadena qatarí y sus transmisiones sobre la guerra en Afganistán.
La Habana se despertó tarde este domingo, después de que muchos ojos estuvieron atentos toda la madrugada a los acontecimientos en Venezuela.
Un mecánico automotor del barrio Santos Suárez, poco versado en política, pero que enfrenta cada día los rigores de la economía, comentó tras bajar el volumen de su radio portátil, "viste, regresó el hombre, menos mal". *