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Mesa Redonda Informativa
Washington trata de limpiarse el fango
Orlando Oramas León
Estados Unidos trata de lavar su imagen de injerencista, luego de las informaciones
y evidencias de que agencias y funcionarios de ese país estuvieron complotados
con los golpistas en Venezuela.
Los pacientes venezolanos en Cuba desmintieron con su presencia en la
Mesa Redonda las mentiras publicadas en Miami.
The New York Times y la AP, en sendos artículos, afirman que la administración
Bush mantuvo contactos con Pedro Carmona, cabeza civil del golpe, para que no
disolviera la Asamblea Nacional. Eso lo hicieron Otto Reich y el embajador Charles
Shapiro.
Desde antes del jueves golpista, funcionarios norteamericanos no escondían
su impaciencia por salir del presidente Hugo Chávez. Ahora, instancias
legislativas del Capitolio instan al propio Reich, subsecretario adjunto de
Estado, a poner coto a las actividades conspirativas de sus funcionarios.
En la reunión a puertas cerradas, en audiencia en el Congreso, el alto
cargo de la diplomacia norteamericana dijo que la administración Bush
recibió informes de la participación de fuerzas paramilitares
extranjeras, cubanas, pretexto inventado para justificar sus actos.
Así lo explicó Lázaro Barredo en la Mesa Redonda Informativa
de anoche.
En España, entretanto, el presidente José María Aznar fue
cuestionado en el Parlamento por no condenar el golpe en Venezuela. No se haga
el Pinocho, le dijeron, y se le recordó la reunión conspirativa
que el canciller Piqué, el presidente de la patronal española,
y el entonces presidente de FEDECÁMARAS y a la postre presidente de facto,
Pedro Carmona, mantuvieron en vísperas de la intentona.
Julio Montes, embajador venezolano en Cuba, se refirió en entrevista
con la TV Cubana a la lección del pueblo, que en rápida reacción
detuvo la maquinaria contrarrevolucionaria, junto a la oficialidad media y los
soldados de las fuerzas armadas. "Tenemos que llamar a Fidel", contó
que le dijo Chávez cuando se abrazaron en el reencuentro aquella madrugada
de victoria en el Palacio de Miraflores. Otra vez el bravo pueblo levanta las
banderas, concluyó el embajador.
Renato Recio se refirió a la condición de Venezuela como el tercer
proveedor de petróleo a Estados Unidos, lo cual forma parte de las razones
de la hostilidad de Washington hacia la política independiente del gobierno
bolivariano.
Rogelio Polanco, a su vez, subrayó que lo sucedido en el país
sudamericano no fue fruto de una espontánea sucesión de acontecimientos,
sino un complot bien preparado de antemano por la reacción, que ya está
orquestando nuevas campañas desestabilizadoras.
Mucha tela por cortar queda en el análisis del papel de los medios de
comunicación privados como factor desencadenante e instigador de la asonada
golpista, teledirigida por los poderes oligárquicos y empresariales y
alineadas con Estados Unidos, apuntó Arleen Rodríguez.
Entretanto, en Miami, la mafia, de la mano de la derecha venezolana, derramando
hiel por sus heridas, arremetían contra la labor de los médicos
y técnicos deportivos cubanos en Venezuela, y mentían sobre el
programa de cooperación bilateral de salud, algunos de cuyos beneficiarios,
venezolanos que se recuperan entre nosotros, desmentían la infamia en
el propio estudio de la Televisión Cubana.
MENSAJE DE RAMÓN, DESDE SU CELDA EN TEXAS
Y desde su celda injusta en Texas, Ramón Labañino Salazar, uno
de nuestros cinco compatriotas encarcelados en el imperio, envió una
carta al pueblo venezolano donde dice: Bolívar hoy les observa y conmina
con el honor a multiplicar y eternizar sus ideas. Luego les dedica un poema,
en nombre de sus compañeros de causa, en cuyas estrofas dice: ...sé
que puedes, sé que puedes hacer paraísos, eternizar rosas en medio
de tempestades y eternizar sol en medio de la noche... Sé que puedes
hacer proezas... sé que puedes pueblo, porque tú eres inmortal,
solo levántate y lucha.