|
23 de mayo de 2002
Lecciones de Venezuela (1a. Parte):
Los 4 objetivos del golpe contra Chávez
Diego Delgado Jara*
ALTERCOM
Todos los hechos políticos y económicos apuntan a objetivos
predeterminados, y son esos objetivos e intereses los que alinean a los distintos
protagonistas sociales en uno u otro sentido. Analicemos pues, de entrada, los
4 más notorios objetivos (simultáneos en importancia) de este
golpe de Estado, fallido tanto por la tenaz resistencia popular, ocultada por
la conducta inmoral de muchos medios de engaño colectivo, como por la
decidida presencia de militares patriotas, dignos herederos de las mejores causas
independentistas encabezadas por el Padre de las Naciones y Libertador de los
Pueblos de América, Simón Bolívar:
1. Despojar del poder político y recursos naturales al pueblo
El objetivo más visible de los golpistas al servicio del Departamento
de Estado, el Pentágono, la Central de Inteligencia Americana, CIA, en
definitiva el gobierno fascista de los EE. UU., era quitarle el poder al coronel
Hugo Chávez Frías, pues de este modo le despojaban del mismo a
las fuerzas populares y nacionalistas que a él lo eligieron y a quienes
él representa. Los dominadores del mundo y las transnacionales saben
a la perfección que el que tiene el poder en una nación es quien
dispone del control de sus recursos naturales de ese país; por ello buscan
títeres sumisos, criados civiles o militares, que les hagan sus mandados
y les faciliten sus reservas. El gobierno de EE. UU. sabe muy bien que el que
tiene el poder lo tiene todo; y el que no lo dispone está incapacitado
para decidir o actuar a todo nivel. Por eso se aterroriza cuando un pueblo accede
al poder.
El Departamento de Estado apuntaba, en su calidad de representante del régimen
de EE. UU. y sus transnacionales, así como coordinador de las fuerzas
coaligadas en este golpe de Estado, a tener expedito el camino, con el manejo
de regímenes lacayos, para llevarse el mayor bocado posible de las más
grandes reservas petroleras del hemisferio occidental. Venezuela es el cuarto
exportador anual de petróleo en el mundo, y ha venido colocando 2´450.000
barriles diarios de crudo en el mercado internacional. No puede pasarse por
alto, además, que las reservas petroleras y energéticas en países
tan poderosos como Brasil o Argentina ya fueron privatizadas, merced a gobiernos
entreguistas y traidores a sus naciones; en Venezuela un vigoroso adalid en
contra de las privatizaciones del sector energético, y de los recursos
naturales en general, ha sido precisamente el coronel Hugo Chávez Frías.
No olvidemos tampoco que mientras en 1972 mandaban en el mercado mundial las
grandes empresas transnacionales como la Exxon (Standard Oil de Nueva Jersey)
que controlaba el 10,8%, la BP Amoco el 10,1%, la Shell el 9,1%, la Texaco el
8,2%, la Chevron el 7,0%, la Gulf el 7,0% y la Mobil el 5,0%; en el año
2000 los cinco primeros puestos de explotación y comercialización,
a consecuencia de las políticas autónomas de la OPEP y de las
nacionalizaciones de estos recursos, tenían empresas estatales, pues
los países productores en vez de regalar sus beneficios decidieron capitalizar
esas colosales ganancias. Así la Aramco (Arabia Saudita) controla el
11,7% del mercado mundial, NIOC (Irán) el 5,0%, PEMEX (México)
el 4,6%, PDVSA (Venezuela) el 3,9%, INOC (Iraq) el 3,4%, Exxon Mobil el 3,4%,
Shell el 3,0%. (Vistazo nro. 832, abril 18 del 2002, pág. 9). ¡Resultando
obvio el interés y desesperación del régimen de Bush por
controlar en forma directa los gobiernos de estos países, pues de ese
modo manejaría la orientación y administración de estas
empresas estatales así como el flujo de sus recursos!
Es evidente, además, en forma adicional, que los EE. UU. ha mantenido
durante más de 40 años un brutal e inhumano cerco económico
sobre la hermana República de Cuba, situación que la ha reforzado
a toda costa; incluso determinados préstamos a Rusia, facilitados por
organismos de crédito internacional bajo su control, ha pretendido condicionarlos
al perverso desabastecimiento de crudo a la isla caribeña. En la actualidad,
no es ningún secreto que ese elemento imprescindible para cualquier país
lo facilitaba Venezuela, en el gobierno de Hugo Chávez, circunstancia
que condujo a exclamar a los golpistas fallidos, en su primer instante de euforia
incontrolable ante la falsa noticia de la renuncia "ya presentada" por el coronel
Chávez Frías, que no darían una sola gota de petróleo
a la Patria de José Martí.
2. Neutralizar a la Organización de Países Exportadores de
Petróleo
El gobierno norteamericano anda furioso hace tiempo porque desde que los
bolivarianos accedieron al poder, el motor de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo, OPEP, es Venezuela y más específicamente
Hugo Chávez, quien en forma personal ha visitado a todos los países
miembros y a sus dignatarios (incluyendo a Saddam Hussein en Irak, Moammad Jatami
en Irán y a Muammar Al Gaddafi en Libia) y ha coordinado con firmeza
impecable la regulación del mercado internacional para subir los precios
del crudo al triple, situación que favorece en importante grado a los
productores de hidrocarburos, Ecuador incluído, y hace egresar muchos
dólares adicionales a los más grandes consumidores, con EE. UU.
a la cabeza.
Por la decisiva coordinación de Chávez, como elemento dinamizador
de la OPEP, el petróleo subió, a nivel mundial, entre 1999 al
2002, al triple de su valor, aunque para ello varios países tuvieron
que reducir su cuota de extracción diaria, en forma planificada, como
lo hizo la propia Venezuela. ¡Es verdad que extrae menos barriles pero al triple
de su valor unitario! ¡Sacar menos petróleo resulta positivo, además,
en el sentido que duran las reservas más tiempo! Por ello aparece develadora
la aspiración de los golpistas cuando el director ejecutivo de Petróleos
de Venezuela, PDVSA, Edgar Paredes, exclamaba "Siempre hemos sido los tontos
útiles de la OPEP", anunciando que en forma inmediata sacarían
más crudo, de modo tal que bajen los precios en el mercado internacional.
¡Allí se ve quien se desenvuelve como tonto útil, pero de los
intereses norteamericanos! La revista Newsweek admite que sólo la noticia
de la "caída" de Chávez "hizo que los precios bajaran 1,52 dólares,
a 23,43 dólares el barril en la bolsa mercantil de Nueva York". (Edición
en español, del 24 de abril del 2002, pág. 14).
Es evidente, además, que la consumación o precipitación
del golpe no estuvo desconectado de la decisión de algunos países
árabes que en solidaridad con Palestina, cuyos jóvenes están
siendo asesinados ante el silencio cómplice y vergozoso de gran parte
del mundo "occidental y cristiano", resolvieron suspender las alzas planificadas
de exportaciones, dándose incluso el caso de Irak, donde Saddam Hussein
decidió pocos días antes no exportar un sólo barril en
un mes, decisión que elevó el precio de los hidrocarburos en el
mercado internacional en forma inmediata!
Los principales objetivos del golpismo pronorteamericano fueron por lo tanto
apoderarse del poder político de Venezuela, y, de este modo, apropiarse
e imponer sus propios afanes sobre sus reservas petroleras, por un lado, y,
por otro, destruir la política energética de la Organización
de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, dinamizada en forma
sustancial desde la llegada de Hugo Chávez Frías al poder. Pero
de manera simultánea y no menos crucial para sus intereses, y de la oligarquía
de ese país, fueron los otros fines que los destallamos a continuación.
3. Involucrar a Venezuela en la guerra de Colombia
Apuntaban con ansiedad irreprimible los círculos político-militares
que anhelan controlar el mundo desde EE. UU. a utilizar a Venezuela, con un
régimen entreguista, para complementar o cerrar el círculo de
acero del "Plan Colombia", procurando derrotar a las fuerzas insurgentes de
esta nación con el apoyo de los ejércitos de todos los países
vecinos. Buscaban reunir todos los alfiles posibles para saquear a favor de
las multinacionales, sin réplica alguna, de carambola, también
los no menos inconmensurables recursos naturales de Colombia. En este sentido,
Venezuela es la última barrera del cerco que requerían levantar
en la pretensión de "rodear" a los insurgentes colombianos, a quienes
no ha podido vencer la oligarquía de su país, a pesar de todo
el apoyo militar de los EE. UU., en más de medio siglo de lucha y después
que 14 gobiernos los han declarado "la guerra a muerte". Por ello buscaban también,
para este efecto, la colaboración de un régimen títere
en Venezuela, para sumarse a las posiciones ya asumidas por los gobiernos entreguistas
y lacayos de Ecuador y Perú, que ya disponen de varias decenas de miles
de soldados en la frontera Sur de Colombia.
No olvidemos que Venezuela, en la presidencia de Hugo Chávez, ha proclamado
el derecho inalienable de cada pueblo a su plena y absoluta autodeterminación,
y que en esta línea de principios y de respeto al Derecho Internacional
ha sido muy firme; incluso se ha opuesto a que sobrevuelen naves norteamericanas
de guerra sobre su espacio aéreo soberano, en conducta muy distinta a
la de los gobiernos agachados y sirvientes del Ecuador, donde incluso le entregaron,
violando cuando menos diez normas constitucionales, la importantísima
Base Aérea de Manta, y donde en forma inconcebible "A las naves que estén
exclusivamente al servicio no comercial de los Estados Unidos, y que éstos
posean u operen, se les otorgará en las Bases Navales Ecuatorianas el
mismo trato que a las naves de la Armada Nacional del Escuador", según
lo determina el art. XVI del inconstitucional "Convenio entre el Gobierno de
la República del Ecuador y el Gobierno de los Estados Unidos de América,
concerniente al acceso y uso de los Estados Unidos de América, de las
instalaciones en la Base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta." (El
texto íntegro de este Convenio está publicado en el Registro Oficial
nro. 340, del jueves 16 de diciembre de 1999.).
Con el gobierno del coronel Hugo Chávez Frías en el poder no habría
ninguna posibilidad de involucramiento en una guerra ajena para Venezuela y
sus fuerzas armadas, a no ser que este país fuese atacado desde fuera,
posibilidad poco viable; en cambio que con un monigote de la oligarquía
venezolana en el poder, y al servicio incondicional de los EE. UU., sus fuerzas
armadas serían empujadas a involucrarse en el criminal y fratricida Plan
Colombia, donde se pretende controlar los recursos naturales de este riquísimo
país, según el proyecto norteamericano, mediante la inconcebible
y mortal utilización de otros latinoamericanos; esto es de quienes se
dejan. (¡Unos latinoamericanos matando a otros latinoamericanos para que los
gringos no dejen de apoderarse de los inmensos recursos naturales propiedad
común de quienes están enzarzados en una lucha fratricida entre
pueblos hermanos!).
Es más que evidente que a mediano plazo, de haber triunfado el golpe
de Estado en Venezuela, habrían involucrado a los oficiales y tropas
de sus fuerzas armadas en el conflicto interno de Colombia, como lo tienen previsto
hacer con las de Ecuador y Perú, a quienes pretenden usar sobre todo
en la "limpieza" de los Departamentos del Caquetá y Putumayo, vecinos
de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, para que la compañía
norteamericana Occidental Petroleum Company (OPC) saque el petróleo del
mar común de hidrocarburos que subyace y se extiende bajo las provincias
ecuatorianas de Napo, Orellana y Sucumbíos, así como de los departamentos
aludidos de Colombia! Al principio se habla de la operación "Yunque y
Martillo", en el sentido que desde el Norte se atacaría, como martillo<
a las fuerzas insurgentes -para que éstas vayan hacia el Sur-, donde
el papel de yunque o "contención" lo harían las fuerzas armadas
del Ecuador en la frontera colombo-ecuatoriana.
Debemos no olvidar, además, que en el caso ecuatoriano, en el citado
Convenio entre los gobiernos de EE. UU. y el Ecuador, en su art. XIX, el Gobierno
de este país renuncia a reclamar todo "daño, pérdida o
destrucción de bienes gubernamentales a consecuencia de actividades relacionadas
con este Acuerdo, o por concepto de lesiones o muertes" del personal ecuatoriano
"en el desempeño de sus obligaciones." ¡Norma escandalosa, inmoral e
incalificable con precisión! Recordemos además que para subir
las tropas de Ecuador y Perú hasta la frontera colombiana, en forma previa,
le obligaron al Gobierno del Ecuador, por parte de los EE. UU., con la entusiasta
complicidad de Mahauad, Moeller y otros mequetrefes de la oligarquía
ecuatoriana vendepatria, que en el Acuerdo Mahauad Fujimori, del 28 de octubre
de 1998, no sólo se ratifique el reconocimiento del Protocolo de Río
de Janeiro del 29 de enero de 1942, donde ya perdimos 180.000 Kms.2, sino se
le entregue en forma adicional a la oligarquía del Perú como "prenda
de paz" todo el valle del Cenepa, una de las zonas auríferas más
ricas del planeta, con una área total de 14.300 kms.2, esto es una superficie
más grande que los 12.915 kms.2 que tiene Pichincha, la provincia más
extensa de toda la sierra ecuatoriana, o los dos tercios del Guayas, o de las
Repúblicas de Israel o El Salvador! Esta dimensión del área
perdida se obtiene en base a los datos y mapas del Ecuador, aprobados por la
cancillería y el Instituto Geográfico Militar, donde las cifras
oficiales daban 270.670 kms.2 hasta antes del Acuerdo Mahauad-Fujimori, y luego
del mismo se establecen en 256.370 kms.2. Por eso hemos sostenido que el Plan
Colombia empezó con el inaudito cercenamiento adicional de la República
del Ecuador para "amigarse" con la oligarquía del Perú y complacer
como mascota sumisa el proyecto norteamericano!
El Plan Colombia, además, refresquemos la memoria, es el preludio del
asalto y control a la Amazonía, la mayor reserva de agua dulce que fluye
y oxígeno limpio y renovado del planeta, así como el más
colosal muestrario de flora y fauna del orbe. Tomemos en cuenta que este plan
se diseñó a mediados de la década del 80, por parte del
gobierno norteamericano, y se llama FINRAF (Farmer International Reserve of
Amazon Forest), y donde en forma textual se lee: "Su fundación (del FINRAF)
se debió al hecho de que la Amazonía está ubicada en Sudamérica,
en una de las regiones más pobres del planeta y formada por países
crueles, autoritarios e irresponsables. Esta área era una parte de 8
distintos y extraños países, que en la mayoría de los casos,
son reinos de la violencia, comercio de drogas, analfabetismo y de pueblos primitivos
y sin inteligencia."(Sic). Incluso en mapas escolares y de importantes universidades
de los EE. UU. ya se presenta a toda la Amazonía como parque mundial
bajo la tutela de la ONU! No debemos pasar por alto que en abril de 1990 el
comandante de la Escuela Superior de Guerra del Brasil, el general Oswaldo Muñíz
Oliva, advertía de la necesidad de que las FF. AA. de Brasil se preparasen
para un estado de guerra inexorable "en defensa de la Amazonía y en contra
de los intentos de las superpotencias de limitar la soberanía de Brasil
sobre la región". No al acaso existe un importante acercamiento entre
las fuerzas armadas de Brasil y Venezuela con la finalidad de resistir el embate
que se presagia a mediano plazo. Varios estudiosos advierten ya que si Ecuador
no se plega a la política de resistencia latinoamericana de este entente
político-militar, para intentar sobrevivir como Estado independiente,
acabaría absorbido a mediano plazo como abierta colonia de los EE. UU.
4. Devolver la dirección del Estado a la oligarquía
La oligarquía venezolana también sabe del mismo modo, por
su experiencia de siglos y generaciones, que el que tiene el poder lo tiene
todo, empezando por la capacidad de decidir a quien cobra o no impuestos, a
quien se persigue o brinda impunidad, y en qué se gasta el dinero fiscal.
Según el escritor Uslar Pietri en las varias décadas del período
petrolero la casta dominante de este país ha usufructuado 260 mil millones
de dólares, monto que significa 20 (veinte) veces los 13.000 millones
de dólares que EE. UU. prestó a Europa, luego de la Segunda Guerra
Mundial, para su reconstrucción!
Esa oligarquía teme ser desplazada del poder no sólo en forma
temporal sino definitiva si acaso se profundiza el proceso de cambio en este
país. Nunca antes todos los partidos tradicionales han sido excluidos
del usufructo político y económico incontrolado, y ahora andan
alejados de su costumbre lacayuna de hacerle los mandados a su amo instalado
en Washington. El coronel Chávez ha enfurecido además a esa oligarquía
apátrida -como todas las oligarquías, roscas, trincas o argollas
que nos desgobiernan-, porque suspendió de un tajo las privatizaciones
y muchas de las demás imposiciones del Fondo Monetario Internacional
y el Banco Mundial, donde participaba dicha casta antinacional del saqueo a
su propio país.
El coronel bolivariano se ha negado y se ha resistido en forma rotunda a esquilmar
a su Patria para abonar las imposiciones de la deuda externa determinadas en
condiciones draconianas por los acreedores internacionales. La suspensión
de pagos reduce el valor de los papeles de la deuda -perjudicando a sus tenedores-;
papeles que en buena parte ha sido recomprada por la propia oligarquía,
situación que también los mortifica en grado sumo.
Pero eso tampoco es todo; ha emprendido en una reforma agraria que impide que
alguien posea en los hechos áreas ilimitadas de tierra, y se ha opuesto
en forma radical al cobro de la educación y la salud para que el dinero
que antes iba a estos menesteres ahora vaya al pago de la deuda externa! ¡El
odio de la oligarquía y del gobierno más poderoso del mundo, el
nuevo César de la nueva Roma instalado con fraude electoral en Washington,
representante de las multinacionales y otros tiburones de aguas profundas, los
mayores depredadores del mundo, no es al acaso ni se ha presentado en forma
gratuita! ¡Su papel de patrocinador del golpe, acobardado ante la derrota, lo
dice todo! ¡Las revelaciones de Newsweek (El Comercio, martes 16 de abril del
2002, pág. A8), y del New York Times (El Comercio, miércoles 17
de abril del 2002, pág. A8), no pueden ser más contundentes y
evidencian a George W. Bush como el más grande hipócrita y fariseo
de los tiempos modernos!
Recordemos que en Venezuela las leyes que regulan la tenencia de la tierra,
el control de los bancos, y ratifican la posesión nacional de los hidrocarburos
y minas, entre otras más, que sumaban en total 49 cuerpos legales, se
expidieron el 14 de noviembre del 2001, en tanto la primera huelga patronal
secundada por viejos dirigentes sindicales transadores se lleva a efecto en
menos de 30 días, el 10 de diciembre del mismo año.
Respecto a la trascendencia que tiene para el Departamento de Estado, el Pentágono
y la CIA (en definitiva para el gobierno de EE. UU.) Venezuela, debe anotarse
que toda la coordinación con los golpistas estuvo a cargo del teniente
coronel del ejército norteamericano James Rodgers, quien "permaneció
con ellos hasta la caída de los sediciosos el 13 de abril" (El Comercio,
de Quito, domingo 21 de abril del 2002, pág. A8). Por su parte el primer
pronunciamiento a favor del golpe lo dió el vocero de la Casa Blanca,
Ari Fleischer, quien manifestó que su gobierno "estaba complacido de
que Chávez ya no estuviera en el poder" (El Universo, de Guayaquil, sábado
20 de abril del 2002, pág. 14A.). Ese mismo mensaje se lo repitió
en Venezuela cuando "Charles Shapiro, embajador de los EE. UU. en Caracas, calificó
como extraordinario el jueves 11 de abril." (El Universo, sábado 13 de
abril del 2002, pág. 2A.).
Calzando en esta misma dirección, pero desde la óptica del Plan
Colombia, el presidente de este país, Andrés Pastrana, egresado
de la escuela de "gobernabilidad", nido de víboras o madriguera de serpientes
de Harward -al igual que Jamil Mahauad, Alejandro Toledo, Salinas de Gortari
o Domingo Cavallo, entre otros elementos venenosos-, manifestaba al conocer
la "caída" de Hugo Chávez Frías: "Le damos a Pedro Carmona
Estanga todo el apoyo y la solidaridad expresa del pueblo colombiano en este
proceso de transición. Además le ofrecemos nuestra ayuda para
el restablecimiento del orden democrático." (El Comercio, domingo 14
de abril del 2002, pág. A10.). Debe recordarse que Carmona ha sido, desde
1988, presidente de la Cámara de Comercio e Integración Venezolana
Colombiana, Cavecol.
Y como si ello no fuese suficiente, el Fondo Monetario Internacional fué
el primer organismo en ofrecer dinero para el régimen espúreo
y dictatorial, cuando, según publica el cable internacional (El Universo,
sábado 13 de abril del 2002, pág. 2A): "El Fondo Monetario Internacional
(FMI) se convirtió ayer en la primera institución financiera en
no solo reconocer al nuevo régimen de Venezuela sino también en
ofrecer su colaboración. "Estamos listos para ayudar al nuevo gobierno
en lo que puedan ser sus necesidades inmediatas", expresó Thomas Dawson,
director de relaciones externas de la institución."
Respecto al sometimiento a la política de los EE. UU., una vez que Pedro
Carmona tomó el poder, Edgar Paredes, director de comercialización,
refinación y suministro de Petróleos de Venezuela PDVSA, señalaba
"No hablemos de cuotas (de la OPEP), hablemos de las posibilidades que tiene
Venezuela en el negocio petrolero. Si tenemos la base de recursos y la posibilidad
que el mercado nos brinde, tenemos que aprovecharlas." (El Universo, sábado
13 de abril del 2002, pág. 2A.). ¡Es a esta política entreguista,
inconsecuente, traidora y antinacional, que defendían ciertos "dirigentes"
sindicales petroleros, bajo el argumento falaz que protegían la "meritocracia"!
¡Meritocracia a los ojos de Washington y la CIA, debe haber sido!
Hugo Chávez, empero, está en mitad de un remolino y, para no ahogarse
y salir adelante, debe bracear mucho más duro que antes. Debe vigorizarse
con el apoyo de un pueblo organizado y decidido a seguirlo en la medida que
no se detenga ni claudique en su manifestado empeño de servir a los más
pobres y desvalidos. Nada sería más grave que detenerse ante los
golpistas y paralizar los cambios que con tanta angustia y necesidad requiere
con toda urgencia la Patria de Bolívar y Sucre, motivos centrales que
empujaron a salir a las calles a un pueblo cuyo sistema nervioso central empieza
a estructurarse a través de los círculos bolivarianos. No debe
olvidarse, además, que otra forma de "putch" es la eliminación
física, y que los grupos reaccionarios vinculados a la CIA, son expertos
en beneficiarse sobre todo de "accidentes de aviación" y atentados cometidos
por un "loco solitario". Vienen a la memoria entonces, a propósito de
ello, las extrañas muertes del general panameño Omar Torrijos
Herrera, del presidente ecuatoriano Jaime Roldós Aguilera, del general
peruano Jorge Rubio Hoyos, y hasta del mismo Olof Palme, primer ministro de
Suecia.
¿Por qué no existen golpes de Estado en los Estados Unidos? refiere una
vieja pregunta, y la respuesta es sencilla: ¡Porque en EE. UU. no existe embajada
americana! Pero en Caracas sigue existiendo esa legación diplomática,
que ahora será mucho más cuidadosa en cometer nuevas tropelías,
pues cuando menos pretenderá dejar menos rastros en sus nuevos y seguros
intentos de nuevas desestabilizaciones. Si de algo debe estar seguro Hugo Chávez
es que intentarán hacer lo imposible por derrocarlo, y que ello sólo
podría facilitarse si el pueblo llanero es defraudado en sus irrenunciables
anhelos históricos. Ceder ante el embate de los golpistas sería
el más terrible de los errores, porque ello entrañaría
caer del poder en medio de la más grande horfandad y la más grave
de las frustraciones populares. Y, del mismo modo, profundizar el cambio con
el apoyo de una colectividad organizada lo enraizaría no sólo
en sus funciones, sino en la historia de su Patria y de América Latina.
Respecto al criterio y lenguaje engañoso de concertar y abrazarse con
todos -incluyendo a los que están con el puñal homicida en la
mano-, como lo están "aconsejando" a Chávez, eso no es más
que una hábil red para amarrarlo e inmovilizarlo. Nadie puede servir
a dos señores, a los opresores y a los oprimidos, a los verdugos y a
sus víctimas, a la oligarquía depredadora y al pueblo escarnecido.
Cierto que el mismo Cristo decía que debe mostrarse la otra mejilla,
pero cuando te golpean en la naríz o en el alma no tienes otra para enseñar;
y siguiendo su mismo ejemplo debería tomar el látigo de la justicia
social y expulsar a los mercaderes desalmados que han profanado al templo vivo
del Espíritu Santo, que éso es cada ser humano según la
doctrina católica, confesión religiosa que profesa el presidente
constitucional de Venezuela!
*Diego Delgado, ecuatoriano, doctor en jurisprudencia, profesor
de la Universidad de Cuenca, ex-legislador, escritor y analista de varios medios
de comunicación