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El líder de Batasuna califica de escandaloso el dispositivo policial que le impidió ir a Bayona
"Aznar pidió mi expulsión de Francia", acusa 
  Otegi 
  Ibarretxe se solidariza con obispos vascos que rechazan dejar en la ilegalidad 
  a la coalición 
  ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL 
  
  Madrid, 2 de junio. El líder y vocero de la coalición separatista 
  vasca Batasuna, Arnaldo Otegi, acusó hoy al gobierno español presidido 
  por el conservador José María Aznar de haber pedido "expresamente" 
  a autoridades francesas su expulsión del vecino país, donde la 
  víspera fue detenido en el paso fronterizo en un amplio dispositivo policial 
  que le impidió acudir a un mitin político de su formación 
  en Bayona. 
  Mientras, el presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José 
  Ibarretxe, manifestó su apoyo a los obispos y sacerdotes vascos que criticaron 
  las acciones emprendidas por Madrid para disolver a la coalición separatista, 
  y advirtió que "no pensar como Aznar se ha convertido en delito". 
  Ibarretxe manifestó su solidaridad con los sacerdotes vascos ante la 
  polémica surgida por el apoyo de la mayoría de la Iglesia católica 
  vasca al reconocimiento del derecho de autodeterminación, y su rechazo 
  a la proscripción de Batasuna. "Lo que han dicho los obispos es lo que 
  pensamos la mayoría, porque estamos en contra de la violencia de (la 
  organización separatista armada) ETA; estamos en contra de las torturas 
  y a favor de la vida, del acercamiento de los presos vascos y pensamos que nuestro 
  futuro está en nuestras manos", dijo Ibarretxe. 
  Pero "al parecer, decir lo que pensamos se ha convertido en delito, si no coincidimos 
  con el gobierno español, porque quien mantiene posiciones diferentes 
  a las que manifiesta Aznar es inmediatamente arrastrado al suelo y condenado 
  al infierno", añadió. 
  Los casi 400 sacerdotes vascos que enviaron una carta a la Conferencia Episcopal 
  Española, en oposición a la postura oficial de la jerarquía 
  eclesial y política española, advirtieron en ese texto que "una 
  forma particularmente grave de discriminación" es "negar a grupos étnicos 
  y minorías nacionales el derecho fundamental a existir como tales". 
  Por su lado, Otegi -a cuya coalición se considera brazo político 
  de ETA- consideró que lo ocurrido ayer en Biriatu, frontera con Francia, 
  se incluye en los ataques que sufre Batasuna en los últimos meses. Entre 
  ellos destacó la aprobación de la nueva ley de partidos políticos 
  propuesta por Aznar y apoyada por la oposición socialista, hecha ex profeso 
  para dejar en la ilegalidad a la formación, así como las numerosas 
  detenciones de sus dirigentes y militantes acusados de colaboración o 
  pertenencia a ETA. 
  Otegi denunció que ayer, desde el momento de abordar su vehículo 
  junto a otro miembro de su partido, fue seguido por otro coche. Una vez cruzada 
  la frontera francesa, un amplio dispositivo policial les cerró el paso 
  y policías "fuertemente armados" les pidieron la documentación, 
  para luego trasladarlos a un comisaría, donde permanecieron alrededor 
  de hora y media, tiempo que tardó la redacción del expediente 
  de expulsión y el interrogatorio sobre un acto proselitista ocurrido 
  hace un par de meses, en el que Otegi finalizó su discurso con el grito 
  de Gora Euskadi eta Askatasuna (que en euskera significa "Viva el País 
  Vasco en libertad" y que además coincide con las siglas de ETA). 
  El líder de la izquierda separatista vasca calificó de "escandoloso" 
  tanto el dispositivo policial como la medida de expulsión, ya que a su 
  juicio se basó en una petición expresa de Aznar. La policía 
  francesa argumentó que Otegi tenía abierto un expediente de expulsión 
  dictadado por un juzgado francés en 1984, en el que se le vinculaba a 
  la estructura de ETA, pero el líder de Batasuna aseguró que este 
  proceso fue revocado hace varios años. 
  El político separatista advirtió además que se cerciorará 
  de si la orden de expulsión que se le dio "es posible de aplicar hoy 
  en la Europa de la libre circulación, pues no es sólo mi caso, 
  y la paradoja es que muchos vascos no tenemos derecho a transitar en nuestro 
  propio país". 
  Para entender su expulsión de Francia, sostuvo que hay que recordar cuatro 
  hechos recientes: la sentencia que dictó la semana pasada el Tribunal 
  Supremo, en la que revocó una querella criminal presentada por la Fiscalía 
  General del Estado en contra del líder vasco, precisamente con el citado 
  grito del mitin de Bayona; la postura pública asumida por la Iglesia 
  vasca; las crecientes movilizaciones sociales contra esta medida y la huelga 
  general que vivirá España el próximo 19 de junio. 
  "Desde esa posición de debilidad, lo que montó (el gobierno español) 
  fue una operación político-mediática que no va a alterar 
  en nada el curso político en este país (...) este pueblo está 
  reforzando una dinámica a favor del cambio político", dijo Otegi 
  en entrevista publicada en el diario vasco Deia. "Nosotros no abandonaremos 
  el campo político ni institucional. Que nadie se asuste. No nos iremos 
  al monte. Sin embargo, si nos declaran ilegales, la respuesta debería 
  ser colectiva porque ya no sería tanto un problema sólo de Batasuna, 
  sino del propio país", añadió. 
  En cuanto a una salida de paz al histórico conflicto vasco, señaló 
  que "la violencia de ambas partes, la del Estado que es permanente y la de respuesta, 
  que es la de ETA, es un escenario que habría que superar (...) No decimos 
  que la lucha armada es un instrumento político para alcanzar fines. Eso 
  lo dice ETA. Sí afirmamos que se puede resolver el conflicto armado, 
  pero trabajando en el terreno de las soluciones y no desde el de la moral". 
  
  Por otro lado, dijo que Aznar y el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, 
  quien instruye la mayoría de los procesos judiciales contra la izquierda 
  abertzale, "son la misma cosa. Los dos son peligrosos. Aznar porque es 
  un viejo militante de Falange Española y es un castellano que entiende 
  mal Castilla. Ve al país en clave de imperio (...) Garzón es un 
  títere en manos de Aznar, además de un pésimo instructor 
  de causas, un mal profesional, tal como dicen voces más autorizadas que 
  la mía. Si a eso le añadimos que le gusta la fama, estar en el 
  papel de juez estrella, vemos el retrato de un hombre peligroso". 
  En Venezuela, en tanto, dirigentes de la comunidad vasca en ese país 
  denunciaron que el presunto miembro de ETA Juan Víctor Galarza fue deportado 
  la víspera por las autoridades venezolanas de manera ilegal, luego de 
  ser secuestrado. "No había orden de detención" contra Galarza, 
  quien tenía sus documentos "completamente en regla", dijo a la agencia 
  Dpa el vocero de la comunidad, Luis Trincado.