|
DEMANDAN A HONDURAS ANTE LA CIDH POR
UN CASO
DE TORTURAS Y EJECUCION EXTRAJUDICIAL.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos interpuso en septiembre
del año pasado una demanda ante la Corte Interamericana contra el Estado
de Honduras por el secuestro, tortura y asesinato de Juan Humberto Sánchez,
ocurrido en la aldea Santo Domingo, Intibucá, el 22 de julio de 1992.
En representación de los familiares de la víctima, el Centro por
la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y el Comité de Familiares
de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH), presentamos en el mes de octubre
un memorial con los argumentos, pruebas y pretensiones, basados en los derechos
consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Es la segunda vez que el Estado hondureño asiste como acusado ante la
Corte Interamericana, catorce años después de la sentencia condenatoria
en 1987 por la desaparición forzada de Manfredo Velásquez y Saúl
Godínez Cruz, cuyos casos junto al de los costarricenses Francisco Fairen
Garbi y Yolanda Solís fueron los primeros ventilados en el máximo
tribunal regional en materia de derechos humanos.
A pesar del tiempo transcurrido desde las torturas y ejecución
extrajudicial del joven Juan Humberto Sánchez, sus familiares no han
obtenido justicia ni una reparación justa por el daño moral y
material causado por su asesinato. El caso se encuentra en los tribunales desde
mediados de 1992.
Esta segunda interpelación de Honduras en la Corte Interamericana es
importante, porque sienta un nuevo precedente positivo en el sistema de justicia
local e invita a la clase política que gobernaba en 1992 y que casualmente
también lo hace hoy, a que impida que hechos similares se repitan en
nuestra historia.
A través del litigio del caso, los representantes de la víctima
y sus familiares perseguimos alcanzar una reparación integral, no sólo
para la familia Sánchez, sino también para la sociedad hondureña
en general. En ese sentido, CEJIL, COFADEH y los familiares, pedimos a la Corte
Interamericana que ordene al Estado que cese la impunidad del caso, que proteja
la seguridad e integridad de los participantes en el juicio y que haga reformas
legales a su sistema jurídico, para garantizar un proceso más
expedito y confiable en recursos tan fundamentales como el Habeas Corpus.
Asimismo, otra de las garantías de satisfacción y no repetición
del daño que se demanda es la tipificación del delito de desaparición
forzada en el ordenamiento penal; además, que el Estado hondureño
sea signatario de la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas.
ANTECEDENTES DEL CASO
El 22 de julio fue encontrado el cadáver de Juan Humberto Sánchez
en la rivera del río Negro, jurisdicción de Santo Domingo, Intibucá,
después de haber sido privado de su libertad en dos oportunidades. El
joven, en días anteriores había retornado de El Salvador con el
fin de actualizar sus documentos personales, confiado en los acuerdos de paz
firmados en aquél país y en la Amnistía decretada por el
gobierno de Rafael Leonardo Callejas, en julio de 1991. Pero se encontró
con la muerte.
Respecto al estado actual del caso, el Estado de Honduras alegó que no
se habían agotado debidamente los recursos internos, mientras que la
Comisión Interamericana y los representantes de la víctima alegamos
que los recursos ya han sido debidamente agotados. El proceso iniciado en el
juzgado seccional de Colomoncagua desde 1992 resultó ineficaz, ya que
el caso se mantiene impune hasta la fecha.
Los representantes de las víctimas y la Comisión demostraremos
ante la Corte en la primera etapa de excepciones preliminares, que ya se han
agotado las instancias internas y que sus resultados fueron infructuosos.
Tegucigalpa, MDC., 14 de febrero de 2002
Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH)
y CEJIL Mesoamérica.
ii) LA MILITARIZACION DE LA SEGURIDAD PUBLICA PONE EN RIESGO EL CAMINO DE
LA JUSTICIA Y PROVOCA INSEGURIDAD JURIDICA Y AGUDIZA LA EXCLUSION SOCIAL.
Con sumo interés estamos siguiendo paso a paso la evolución de
al menos cuatro hechos iniciados esta semana: el nombramiento del coronel Juan
Angel Arias en la Secretaría de Seguridad, la llamada "guerra" contra
la delincuencia, los cambios en el interior de las Fuerzas Armadas, el aumento
a su presupuesto; y la liberación de un conocido escuadronero.
Sobre el primer hecho resaltamos el nombramiento de un oficial militar en tareas
de seguridad como una incoherencia del discurso de fortalecimiento del Estado
de Derecho que pregona el Presidente Maduro. El mensaje que nos da con esa decisión
es que la inseguridad la producen enemigos a quienes hay que guerrear militarmente
con militares, y deja en segundo plano el imperio de la ley, la lucha contra
la impunidad.
Con toda claridad, deseamos enfatizar como organismo de promoción y defensa
de los derechos humanos que no estamos a favor de la inseguridad, mucho menos
de la criminalidad.
Reclamamos el derecho a pedir que no se movilice a los militares con sus fusiles
apuntados hacia las colonias marginales, porque eso indica que los otros delincuentes
que intervienen teléfonos para espiar a sus competidores quedan libres
de esa disuasión.
Significa, igualmente, que quedan libres de ese mensaje de guerra las maras
que aprueban licencias ambientales para enriquecerse a costa del mar y también
las otras maras que lavan dinero de la corrupción y el narcotráfico
amparadas en el poder. ¿Y quién está persiguiendo a estos delincuentes?
Como ha comentado nuestra Coordinadora General "el mensaje que hemos recibido
en los últimos días es que los militares buscan delincuentes en
las colonias pobres de las principales ciudades, pero no están buscando
en las residenciales donde podrían estar los otros delincuentes".
Ella ha dicho que "debería tener mucho cuidado el nuevo Presidente en
hacer este tipo de discriminaciones sociales de la delincuencia, ya que por
un ánimo de hacerse visible y cumplidor de su principal promesa de campaña,
podría terminar devolviéndole la tranquilidad a los grandes impunes
que están observando su guerra callejera contra la delincuencia desde
sus altos edificios".
Advirtió también que esta "guerra" puede dar una justificación
política e ideológica a los uniformados para quedarse de nuevo
entre nosotros y en contra de nosotros, en momentos cuando resurge en el mundo
la industria armamentista.
Creemos necesario proponer, en aras de la situación del país,
un monitoreo social sobre las Fuerzas Armadas, porque la última estructura
de mandos aprobada indica la continuación política-partidaria
de la anterior, y eso significa que liberales y nacionalistas ejercen para sus
propósitos un control sobre las prioridades constitucionales de una institución
estratégica. El anuncio de un incremento del 80% a su presupuesto, debe
ser mejor meditada y pedimos al nuevo gobierno que escuche nuestro pensamiento
al respecto.
Finalmente, lamentamos que en medio de los operativos militares en las calles,
el Poder Judicial haya dejado en libertad al escuadronero Alexander Hernández
Santos, en una demostración de falta de valoración objetiva de
las evidencias por parte de los jueces y en una acción en exceso previsible
que coincide con el fin de un gobierno y el inicio de otro. El deseo de nuestro
Comité es que haya cero tolerancia a quienes matan y violan la moral
de la gente con sus acciones desde el poder. A ellos queremos que les eche la
fuerza enfáticamente.
De los hechos y los hechores, ¡Ni Olvido, Ni Perdón¡
Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH)
Tegucigalpa, MDC., 01 de febrero de 2002
iii) PARA LA IGLESIA CATOLICA, SE ESTÁ AL BORDE DE LA INGOBERNABILIDAD
DEBIDO A LA APLICACION DE LA TOLERANCIA CERO.
La presencia de policías y militares en las calles de la ciudad,
que ordenó el presidente Ricardo Maduro, no reducirá la inseguridad
ciudadana que vive el pueblo hondureño, denunció ayer el semanario
de la Iglesia Católica "FIDES".
Los operativos de "cero tolerancia" puestos en vigencia por el nuevo gobierno,
demuestran el grado de desesperación al que llega la ciudadanía,
se detalló.
Sin embargo, la única solución permanente al problema de inseguridad
ciudadana, será que el gobierno asigne mayores recursos al pago de la
deuda social que se tiene con el pueblo hondureño.
Para el semanario de la Iglesia Católica, los operativos de "cero tolerancia"
deben ser considerados como una medida de emergencia, que no signifique un mayor
gasto dentro del presupuesto estatal.
El medio de comunicación católico detalló que el gobierno
debe ofrecerle a los jóvenes un futuro en cuanto a salud, vivienda, educación
y trabajo, así como la aplicación de políticas concertadas
para reducir la pobreza. También se señaló que el modelo
económico neoliberal impuesto a partir de la década de los noventa,
que dio prioridad al pago de la deuda externa, ha provocado un aumento de la
pobreza, a tal extremo que la sociedad está en los límites de
la ingobernabilidad.
Con la aplicación de este modelo económico, también se
asignaron recursos deficientes para los sectores de la educación, salud
y el trabajo, lo que generó deficiencia educativa a todos los niveles,
aumento del desempleo y la desigualdad en la aplicación de la justicia.
Otra de las consecuencias que se han visto en los últimos años
es la masiva migración de hondureños a Estados Unidos, así
como un clima delincuencial que afecta a los pobladores del campo y la ciudad.
(La Tribuna Pág. 11)
iv) CERCA DE 1,000 ORDENES DE CAPTURA GUARDADAS EN ARCHIVOS DE LA POLICÍA
SAN PEDRO SULA. Mientras policías y militares andan en las calles deteniendo
delincuentes comunes, como parte del operativo "guerra contra la delincuencia",
en los archivos de la Policía Metropolitana existen más de mil
órdenes de captura por delitos mayores a las que no se ha dado cumplimiento,
cuestionaron ayer fuentes judiciales. Por su parte, el comisario Juan Carlos
Bonilla, jefe de la Policía Metropolitana, aceptó ayer que
tiene "entre 800 y 1000 órdenes de captura, las cuales no se ejecutan
porque los documentos no tienen la dirección".
"Al no tener la dirección es también una barrera para nosotros
poder cumplirlas", señaló, tras agregar que hace un mes se reunió
con varios jueces "y ellos se comprometieron en facilitar algunas las direcciones
de las personas buscadas por la justicia".Consultada al respecto, la juez Inés
Yadira Cubero, del juzgado de Letras Segundo de lo Criminal, dijo que esa judicatura
está facilitando "en la medida de lo posible la mayor información
sobre los sospechosos, pero la falta de una dirección no es justificación
suficiente para que la policía no cumpla con sus funciones".
Cubero enfatizó que "el trabajo de la policía es capturar a los
sospechosos y si desconocen su paradero tienen que investigarlo, en conjunto
con la Dirección General de Investigación Criminal". Luego agregó
que "si por falta de una dirección nadie se va a dedicara a capturar
a los delincuentes el sistema social se convertiría en un caos,
porque nadie tiene un rótulo en su casa anunciando que ahí
hay una persona requerida por la justicia y por eso hay que llegar a ellos
por cualquier medio".
Cubero señaló que su tribunal tiene "por lo menos 700 expedientes
con personas prófugas de la justicia y todas esas órdenes están
en poder de la policía", por lo que estimó que el archivo policial
debe ser mayor al señalado por el comisario Bonilla. (Tiempo Pág.
36)
v) DIPUTADOS UTILIZAN SU PODER PARA GARANTIZARSE UN AUMENTO DE SUELDOS DESPROPORCIONADO
A LA SITUACION HONDUREÑA.
Un movimiento encaminado a exprimir aún más el presupuesto de
la República han emprendido los diputados del Congreso Nacional, quienes
están exigiendo que la directiva les apruebe un salario de más
de 40,000 lempiras. Con voces tímidas, pero amenazantes, los "Padres
de la Patria" están exigiendo un incremento salarial de alrededor de
5,000 lempiras, en el momento que el gobierno de la República ha anunciado
un régimen de austeridad y de' reducción en el gasto público.
Los congresistas, que hace cuatro años se recetaron similar ajuste salarial,
hoy vuelven a la carga alegando que el sueldo no les ajusta por el alto costo
de la vida y los gastos que tienen que efectuar.
Además, aducen que su salario nominal es de 36,000 lempiras, pero con
las deducciones del Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados Públicos,
el pago del Impuesto sobre la Renta y las cotizaciones al partido reciben un
salario real de 28,000 lempiras. El sueldo de los diputados incluye gastos de
representación, viáticos y otras prebendas, especialmente los
que provienen del interior del país, pero según las explicaciones
del parlamentario liberal Ramón Villeda Bermúdez, no todos gozan
de tales privilegios; El parlamentario apuntó que los diputados que están
en las comisiones de trabajo realizan viajes al interior del país y no
reciben viáticos, como lo reciben los secretarios y otros funcionarios
del Poder Ejecutivo.
Villeda Bermúdez, admitió que la crisis económica la padecen
todos los que no perciben un sueldo digno y antes de clamar porque les reduzcan
el sueldo a los diputados, hay que clamar porque le aumenten a todo aquel que
devenga menos de tres mil lempiras. Otro de los argumentos esgrimidos por los
diputados es el hecho de que la mayoría que resultó electo está
pagando a su correspondiente partido político diez mil lempiras mensuales
para amortizar la deuda de la campaña electoral del reciente proceso.
Por su lado, el diputado liberal Jack Arévalo Fuentes aseguró
que existe un compromiso del Congreso Nacional anterior de ajustar el sueldo
de los diputados y, de hecho, aseguró, se designó una partida
presupuestaria para hacer efectivo los aumentos a partir del mes de enero de
este año. Subrayó que las nuevas autoridades del Poder Legislativo
tiene que honrar ese compromiso que ya está contemplado en el Presupuesto
del ejercicio fiscal 2002 por el orden de 26 millones de lempiras.
Acerca de la petición de los diputados, la presidencia del Congreso Nacional
se pronunció en forma negativa, afirmando que lo expuesto por Arévalo
"carece de veracidad". El Congreso de la República "apoya de manera irrestricta
la política de austeridad que está practicando el Poder Ejecutivo,
contribuyendo así a resolver la situación económica de
nuestro país", expresan en un comunicado de Prensa los directivos
de ese Poder del Estado. (El Heraldo Pág. 5)
vi) MATAR A MADURO ERA OBJETIVO DE BANDAS CRIMINALES
Gracias a la información que les proporcionó un "soplón",
la policía e inteligencia militar logró evitar un atentado contra
el presidente, Ricardo Maduro, quien estaba en la mira de dos bandas de criminales
internacionales, una de ellas desmantelada el pasado viernes en la comunidad
de Las Flores Lempira.
Gracias a los operativos realizados y la seguridad montada en torno a los desplazamientos
que hizo Maduro por la costa norte, previo a la toma de posesión, no
se detectó ninguna acción extraña, pero se hicieron las
pesquisas necesarias para tratar de descubrir más de lo que sabían.
Agentes "encubiertos" de la policía confirmaron la acción bélica
contra Maduro, por lo que de inmediato se conformó un grupo elite de
rastreo, ataque y sustracción por la costa norte, encontrando solamente
rastros de una banda que cruza a cada momento a Guatemala por la zona de Puerto
Cortés.
Mientras que en las pesquisas realizadas en el occidente del país, se
tuvo la información de un grupo de personas apostadas en Las Flores,
Lempira, que de la noche a la mañana estaban radicados en la zona y tenían
todos los lujos "como narcotraficantes".
Esta situación despertó sospechas en la policía y después
de las averiguaciones, acordaron acordonar la zona y desplazas a los mejores
elementos del grupo "Cobras", quienes con el apoyo de la policía lograron
desarticular la banda, a la que le apodaron los "benedictos". Por el factor
sorpresa, la refriega entre facinerosos y policías no duró ni
45 minutos, al someter a la impotencia al jefe José Benedicto Villanueva
(38) y darle muerte a su hijo, Johnny Anthony Villanueva López (19),
ambos originarios de El Salvador.
Los otros integrantes de la banda son el guatemalteco Victoriano Ramírez,
conocido en el bajo mundo como "El Socio" y José Villanueva (hermano
de José Benedicto), quienes se encuentran prófugos hasta el momento.
Los cuerpos de seguridad encontraron un lote de armas pesadas en la casa y que
según los datos preliminares, son de uso exclusivos para ejércitos,
pero no se ha podido determinar si son traídos de El Salvador o robados
de los depósitos militares en Honduras, ya que las series fueron cuidadosamente
borrados para evitar identificaciones.
FACTURA A NOMBRE DE MADURO
También se encontraron muchos documentos militares, posibles blancos
a bancos del país, así como fotografías de personalidades
empresariales, políticas y militares.
Con los recortes de periódicos, los facinerosos tenían marcado
con asteriscos las fotografías, señalando posibles blancos, pero
será hasta que se interrogue a José Benedicto Villanueva Ortiz,
cuáles eran sus pretensiones con las armas y los objetivos trazados.
Lo que más preocupó a las autoridades fue que se encontró
una factura de compra a nombre de Ricardo Maduro. Aunque la cantidad no sobrepasaba
los 400 lempiras, con ella se adquirió equipo de transmisión (cables,
antenas para confeccionar una pequeña parabólica, tornillos, entre
otros accesorios), que sería utilizado para captar señales o frecuencias
policíacas.
Por la experiencia que tienen con personas inmiscuidas en el narcotráfico,
la plana mayor de la policía y el ejército acordó trasladar
a José Benedicto Villanueva Ortiz, al Hospital Escuela en Tegucigalpa,
en donde se recupera de las heridas recibidas, resguardado bajo un fuerte dispositivo
de experimentados "Cobras".
Las investigaciones continúan al más alto nivel, ya que los facinerosos
tenían una lista de personalidades, la que se dará a conocer en
su oportunidad de parte del ministro de Seguridad, Juan Ángel Arias,
quien se mantiene al tanto de cada movimiento que hace el grupo elite "Cobra",
rastreando a los demás miembros de la banda, de las que se dicen la conforman
14 personas de diferentes nacionalidades.
TOMA DE POSESION
La policía tiene información una de las bandas pretendía
atentar contra Maduro, mientras participaba en los actos de toma de posesión
del alcalde sampedrano, Oscar Kilgore, en el gimnasio Olímpico Metropolitano,
el 25 de enero pasado.
El jefe de la Policía Metropolitana sampedrana, comisario Juan Carlos
Bonilla, sostuvo que días antes de la ceremonia, recibió a un
informante que le dijo que pretendían atacar al presidente electo. Sostuvo
que el hecho ni siquiera fue comunicado al presidente, porque no le dieron mayor
importancia al aviso, por la credibilidad del informante. No obstante, con inteligencia
militar se montó un dispositivo de seguridad que pudo haber evitado cualquier
accionar y por tanto al final todo se desarrolló normalmente. "Sabemos
la intención que tiene el señor presidente con relación
a la delincuencia y no se podía descartar que se diera cualquier cosa,
por lo que se tomaron las medidas a tiempo", acotó. (La Tribuna Pág.
69)
vii) RAMÓN MATTA BALLESTEROS PIDE A LA FISCALIA ENJUICIAR A QUIENES
LO ENTREGARON
El supuesto narcotraficante hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros
o del Pozo, preso en una cárcel de máxima seguridad de los Estados
Unidos, envió una nota al fiscal general, Roy Medina, pidiéndole
que agilice el juicio contra aquellas personas que lo entregaron ilegalmente
a las autoridades estadounidenses.
Matta Ballesteros fue sacado de su residencia de la colonia Los Angeles y entregado
a agentes del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, para que respondiera
en ese país por la muerte del agente de la DEA, Enrique Camarena, ocurrida
en México cuando éste le seguía la pista al hondureño,
considerado el jefe del narcotráfico en Centroamérica.
Varios sectores hondureños consideraron ilegal la entrega del supuesto
"capo", porque de acuerdo a la Constitución de la República ningún
compatriota puede ser extraditado si no existe un tratado.
En ese sentido, en 1997 la Fiscalía interpuso una acusación contra
varios oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía por los delitos
de detención ilegal, abuso de autoridad y violación de los deberes
de los funcionarios. Y como a este juicio se encuentra engavetado en el despacho
de la jueza Thelma Cantarero, del Juzgado de Letras Segundo de lo Criminal,
Juan Ramón Matta del Pozo, envió una nota al fiscal general pidiéndole
que intervenga sus buenos oficios para que se le haga justicia, ya que- según
él- se le lesionaron sus derechos como ciudadano hondureño.
La Oficina de Relaciones Públicas del Ministerio Público confirmó
la llegada de la nota al despacho del fiscal general, pero no se conoció
si ya fue admitida la petición de Matta Ballesteros. (La Tribuna Pág.
10)