Raúl, alias El Boli, está desaparecido desde el 10 de mayo, cuando lo llevó detenido una patrulla de la comisaría de Munro..
En la conferencia de prensa organizada por la Interbarrial de Vte. López para hablar de los abusos policiales de la zona, estuvo la Mamá de Raúl, quien está desaparecido hace cuatro meses. Este es el relato de lo que pasó, y sigue pasando. (Notarán que hay datos que parecen increíbles por la precisión y lo difíciles de conseguir, pero lo increíble es todo lo que esta mujer hizo y sigue haciendo por encontrar a su hijo y saber que fue lo que pasó). .
Raúl volvía de salir con sus amigos, alrededor de las 10 de la mañana, cuando lo paró la policía. De una camioneta comando de patrulla bajó un policía, el mismo con quien días antes había tenido una discusión, mientras tomaba cerveza en una esquina con amigos, y que lo había amenazado diciéndole que ya lo iba a agarrar solo. .
El cana lo quiso meter a la camioneta. Cuando Raúl intentó defenderse, bajaron 3 policías más, le pegaron y lo llevaron a la comisaría de Munro. Todo esto que pasó lo vio una vecina del barrio, pero se desdijo después de recibir varias amenazas. En Munro le volvieron a pegar, después lo trasladaron a la comisaría de Florida, donde lo golpearon nuevamente. Pasaron 3 días. El estado del Boli era tan grava que ellos mismos se asustaron y lo llevaron, supuestamente, a una clínica, en un auto particular. Ahora nadie encuentra ni a la clínica ni a Raúl. .
Ahora la comisaría de Munro no reconoce que estuvo ahí detenido y aseguran no conocerlo, aunque en una cámara oculta realizada por el programa de Lanata, el comisario reconoce que había estado en esa comisaría y que estaba desaparecido. .
La familia lo sigue buscando con la esperanza (en realidad, la convicción) de encontrarlo vivo. Al parecer, la policía se habría asustado por lo que le habían hecho, dijeron que "había que pegarle una paliza y largarlo, nada más". El policía dijo que a ellos no les convenía que el Boli recordara lo que le habían hecho, por eso la familia cree que lo tienen en alguna clínica mal de la cabeza o imposibilitado, que lo están drogando o haciéndole algo para que pierda la memoria. El sentimiento lo resumió la madre en una frase: "Ellas (las otras madres de víctimas de la policía que estaban sentadas a su lado) por lo menos saben que a sus hijos los mataron, yo no sé que le han hecho a mi hijo." En la voz de esa mujer se sentía muy fuerte el dolor y la desesperación que causa no saber, ni siquiera poder llorar la muerte, la búsqueda interminable por hospitales, clínicas, comisarías. Un dolor que no se puede cerrar nunca. .
Los padres no piden la pena de muerte, sino cadena perpetua "porque lo que nos están haciendo es una cadena perpetua. Si el chico hizo algo malo, para eso hay un juez ¿o es que estamos en el tiempo de antes? Ya no hay policías, hay torturadores." Tampoco piensan en bajar los brazos. "Yo voy a seguir luchando, por todos, porque en cada uno de los chicos desaparecidos está mi hijo, y así pido justicia por el mío. Yo voy a seguir luchando, en cada marcha, en cada asamblea, porque necesito apoyarme en ustedes. Fuerza y voluntad no me falta.".
(Fuente: Indymedia).