Contrainformación
Popular Nº2 – Filo, Semana del 18 al 25 de setiembre
"LA HISTORIA NO SE DETIENE NI CON LA REPRESION NI CON EL CRIMEN. ESTA ES UNA ETAPA QUE SERÁ SUPERADA. ESTE ES UN MOMENTO DURO Y DIFICIL, ES POSIBLE QUE NOS APLASTEN. PERO EL MAÑANA SERÁ DEL PUEBLO, SERÁ DE LOS TRABAJADORES. LA HUMANIDAD AVANZA PARA LA CONQUISTA DE UNA VIDA MEJOR."
Salvador Allende. 11 de septiembre de 1973
Gano la derecha en En Contrainformación nº1 habíamos dado un panorama de la crisis desatada en la Facultad de Filosofía y Letras con el caso Felicetti, y apuntamos algunos elementos sobre la espuria relación entre la Franja Morada (alias Unidad Académica) y los informadores (ahora en el burdo Canal 9) Hadad, Laje y Feinmann. Decíamos que era sorprendente cómo una típica "denuncia" plantada en un medio con el accionar de los organismos de inteligencia había llevado a la recientemente asumida gestión progresista de la Facultad a una crisis institucional sin razón de ser. El desenlace de la situación está lejos de ser claro, pero ya hay indicios preocupantes de que parte de la gestión, encabezada por el decano Félix Schuster, asustada por la ferocidad del ataque y porque, de alguna forma, comparten el fondo del cuestionamiento (la Secretaria de Posgrado, E. Arnoux, llegó a afirmar que a Felicetti lo habían mandado los servicios para hacer caer a Schuster), han cedido a las presiones y reorientado su política hacia la conservación del status quo que prometieron combatir al asumir. Esto provoca el azoramiento y la confusión de aquellos funcionarios, consejeros y agrupaciones que apoyaron al actual decano con otros propósitos, marcando una diferenciación cada vez mayor entre estos, en especial en el claustro estudiantil, y el decano.
Por eso, poco a poco, los distintos sectores que hicieron saltar el caso se van dando por satisfechos y pretenden aún más. Hadad consiguió lo que quería: Roberto Felicetti volvió al penal y sus salidas restringidas sus estudios en Sociales, y el decano Schuster, en una medida inconsulta y sorprendente, dio de baja el contrato de Felicetti, argumentando problemas administrativos y presiones del Rectorado.
La oposición de derecha, encabezada en forma burda por la Franja a través de su página puan480.org., ha logrado separar a Schuster del grueso de su frente de apoyo, pasando ahora a concentrar sus ataques en el Centro de Estudiantes, adjudicándoles a sus adversarios sus propias conductas corruptas. Lo sorprendente es cómo no se ha tomado ninguna medida frente al evidente abuso de información confidencial por parte de estos sectores. Así como la Franja a través de su consejero en Artes Gastón Méndez armó la segunda cama en el programa Después de Hora, es evidente que la primera, es decir, la aparición en las pantallas de la TV de la resolución interna por la cual se contrataba a Felicetti, no pudo haber salido de otro lugar que de las propias oficinas de la Facultad. Más concretamente, la información que se mostró en televisión forma parte del legajo personal del trabajador, y sólo tienen acceso al mismo el decano, el interesado, y la Dirección de Personal. Siendo obvio que ni el decano ni Felicetti hicieron llegar la información, se cae de maduro que el Director de Personal, Pedro Petschanker, delegado de la comisión interna, abogado de la Facultad y notorio fogoneador de una protesta contra la gestión por el tema horas extras pocos días antes del hecho, tiene, por acción o por omisión, responsabilidad en el caso. Nos animamos a decir, sin lugar a dudas, que su papel en esto fue protagónico, al ser quien en los días previos había hecho todo lo posible, por cuestiones ideológicas, para evitar que Felicetti pudiera trabajar en la SEUBE. Sin embargo, no se ha iniciado, pese a que el Consejo Directivo votó una resolución en ese sentido, ningún tipo de investigación interna para no dejar impune el hecho, por lo que la documentación de todo el personal, docente y no docente, y también de los alumnos, está, de hecho, a disposición de los servicios de inteligencia y de los medios de derecha para que hagan con ello lo que quieran como les plazca. La conclusión momentánea de todo esto es que en la Facultad de Filosofía y Letras, pese a la tradición que sostiene que es un bastión de la izquierda y el progresismo, y a que jamás haya ganado en las urnas sino todo lo contrario, ha ganado la derecha. Pese a los constantes ataques, el silencio y la parálisis han sido la única respuesta. Los próximos pasos serán evitar toda posibilidad de reforma democrática de los organismos de cogobierno interno de la Facultad, como las Juntas departamentales, agitando ante el elitismo de muchos profesores (elitismo que las más de las veces esconde el acceso incuestionado a privilegios económicos y de status social) el fantasma de la movilización estudiantil, La otra línea de agresión serán las becas de apuntes y el Centro de Estudiantes, avanzando aún más en la derechización de una Facultad que no se lo merece ¿o sí?