El terror, de López Rega a la UOM de Lorenzo Miguel
Uno de los documentos desclasificados informa sobre el terrorismo de ultraderecha.
Sostiene que no empezó ni terminó con López Rega y describe
sus orígenes diversos, desde el policial al sindical.
Por Martín Granovsky / PAGINA 12
"Si el gobierno de Isabel Perón protege y usa el terror de derecha, queda
expuesta a la acusación de que no se comporta mejor que los extremista
que usan el terror desde la izquierda." Esa es la conclusión de un largo
informe de la embajada de los Estados Unidos en la Argentina titulado "El terrorismo
de ultraderecha desde López Rega".
El documento enviado desde Buenos Aires al Departamento de Estado el 9 de diciembre
de 1975, tres meses y medio antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976,
contiene una descripción de la Triple A y su relación con José
López Rega cuando el secretario privado de Juan Perón y consejero
de su esposa fue ministro de Bienestar Social. Sin embargo, su tesis es que
no hay evidencias de que la AAA fuese "una organización con estructura
jerárquica y una rígida cadena de mandos".
López Rega vivió su momento de mayor poder desde la muerte de
Perón, el 1º de julio de 1974, hasta que la ofensiva sindical terminó
con su reinado un año después. Durante ese tiempo la Triple A
desplegó el grueso de su actividad, centrada en el asesinato de peronistas
disidentes y militantes de izquierda o los atentados con bombas.
Según el informe, la huida de "El Brujo" produjo una declinación
del terrorismo de ultraderecha pero no su desaparición. "Ni López
Rega lo creó, ni su salida terminó con él", dice el texto.
Agrega que la ofensiva había recomenzado en los últimos meses
de 1975, y detalla de este modo sus características: "Los actos terroristas
del tipo AAA fueron y todavía son cometidos por numerosos autores: policías,
escuadrones sindicales, personal de seguridad y militar retirado, algunos por
cuenta propia, algunos inspirados y dirigidos oficialmente". Para el autor del
documento, no había ninguna duda de que, aunque la participación
oficial fuese difícil de probar, esa responsabilidad existía.
El informe cita fuentes según las cuales, una vez que López Rega
se fue, existió un mensaje informal que circuló entre oficiales
de alto rango de la policía: el terror debía cesar. De acuerdo
a la embajada norteamericana, dado que el mensaje era cierto y que el terrorismo
de extrema derecha amenguó, parece obvio que la culpabilidad policial
en la AAA era real.
La señal de que, a la vez, el terrorismo de ultraderecha no se redujo
a la nada la dio, por ejemplo, un operativo ejecutado por un supuesto Comando
Nacional Justicialista de Restauración, que asesinó a la familia
de Mariano Pujadas, "un izquierdista que había sido muerto en 1972 en
la masacre de Trelew". El hecho ocurrió el 14 de agosto. Para la embajada,
el adelanto respecto de la fecha de la masacre podía interpretarse como
"una advertencia a los izquierdistas que habitualmente celebran ese aniversario
con actos terroristas de su propia autoría".
El informe consigna 50 asesinatos entre julio y octubre. Ninguno de ellos fue
reivindicado por la Triple A ni llevó la marca de fábrica de la
Triple A, "como dinamitar o quemar los cuerpos de las víctimas".
Las siglas volvieron a aparecer después de esa fecha, justo cuando Isabel
Perón reasumió la presidencia tras un interinato cubierto por
el entonces senador Italo Lúder. También reaparecieron los cadáveres
mutilados y las bombas. Una fue colocada en la casa del senador radical Eduardo
Angeloz y otras en locales de partidos de oposición.
Esa ofensiva coincidió, según el informe, con el resurgimiento
de la revista de ultraderecha El Caudillo, que no aparecía desde el 19
de marzo de 1975. "Uno de sus editores recientemente admitió a un empleado
de prensa de la embajada que la publicación había sido financiada
por José López Rega. Ahora, agregó, es financiada por Lorenzo
Miguel."
El Caudillo solía incluir listas de "enemigos" que luego sufrían
atentados o directamente eran blanco de asesinatos. El informe no lo dice abiertamente,
pero si su primera etapa estuvo vinculada a López Rega y a la Triple
A y la segunda etapa a Miguel una conclusión es posible: elrecrudecimiento
de la violencia de ultraderecha pudo haber tenido como auspiciante a la Unión
Obrera Metalúrgica