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Argentina: La lucha continúa

"Estado de sitio" o "Que se vayan todos"

 

"Enero de 1919 -Pero mientras tanto la agitación se había extendido al interior: en muchas localidades las reacciones de protesta tomaban la forma de huelga general; en otras eran la solidaridad con marítimos o ferroviarios la que paralizaban la actividad. Santa Fe y Córdoba fueron las provincias más afectadas por estos movimientos, y sus gobernadores solicitaron el envío de tropas para dominarlos. La situación llegó a ser también bastante grave en Buenos Aires y Mendoza y tuvo repercusiones en Entre Ríos, Santiago, Tucumán y Salta. Ante esta multiplicación de los conflictos, el gobierno debió convocar a las reservas y Diputados aprobó el estado de sitio. Las medidas resultaron sin embargo, innecesarias. el 15 los ferroviarios levantaron su huelga y desde entonces también el interior se fue apaciguando poco a poco. Así se extinguió finalmente el movimiento, dejando –según fuentes obreras- un saldo de 700 muertos y 4000 heridos."

de Historia Integral Argentina – Centro Editor de América Latina

 

Por Hugo Alberto de Pedro

El 19 de diciembre pasado cuando el gobierno de Fernando de la Rúa decretó el "Estado Sitio", miles en todo el país salimos a manifestar nuestro desacuerdo con ésa y otras medidas tomadas en contra de los intereses de todos los ciudadanos. Lo que motivó su preanunciada caída y con ella, un proyecto tergiversado e incumplido de gobierno a dos años de asumir no sin antes dejar muchos muertos en nuestras calles, bajo el amparo del herrumbroso decreto ineficaz, injusto e inválido, cuestiones éstas aún pendiente de investigación y sanción judicial.

Cualquiera que en éstos días transite por las calles de la Patria podrá observar que miles de uniformados las están vigilando, y nos están vigilando, durante todo el día. Ello nos trae a la memoria los tristes y oscuros días del último y genocida gobierno de facto, como también los años anteriores cuando López Rega inició el camino de la represión y la desaparición de civiles dándole rienda suelta a las fuerzas policiales en ése cometido. Un verdadero "eterno retorno".

Algunos creerán que es necesario ésta situación para detener la ola de secuestros y robos, en muchos casos seguidos de muerte, y ello no se ajusta a la verdad. No es la forma de hacer frente a esos delitos, que según nuestra memoria además de muchas confirmaciones de los tiempos pasados y actuales, son realizados generalmente por bandas organizadas que cuentan seguramente con el aval de políticos y policías corruptos y mafiosos.

Argentina es hoy un país saqueado, postrado en la peor de las miserias conocidas, con los ejemplos de corrupción institucional más escabrosos de la historia, con organizaciones delictivas policiales y parapoliciales que operan al amparo de políticos y políticas, con una justicia totalmente inoperante y siempre comprometida con el poder político de turno -cuando no- a su servicio y necesidades, con una clase política que intenta perpetuarse en el poder con maquillajes para cautivar las voluntades del electorado.

¿Cómo entonces, no permitirnos pensar y denunciar que Policías, Gendarmería, Prefectura y el siempre latente deseo de muchos de ver a las fuerzas armadas en las calles puede convertirse en el nuevo escenario nacional, el de un verdadero "Estado de Sitio" sin decretarlo?

Todo esto se trata de algo mucho más serio y que es tener movilizadas a las fuerzas represivas, controlar los movimientos de personas o grupos de éstas, hacer un seguimiento de las acciones de resistencia que desde las organizaciones sociales y populares se están realizando en todo el territorio y, además, tener la información necesaria de las actividades realizadas por los militantes políticos, asambleas, piqueteros y cualquier tipo de organización o movimiento social de los miles que existen y se multiplican todos los días.

¿Quiénes son los que están detrás de la droga, el narcotráfico, el juego, la prostitución, los servicios privados de seguridad, los secuestros, las bandas armadas, etc.? Seguramente que no son los ciudadanos que con gran esfuerzo se están organizando y movilizando para oponerse al sistema imperante.

Cuando leemos en las crónicas e investigaciones periodísticas que muchas organizaciones delictivas están amparadas por los mismos que nos pretenden cuidar, la cuestión es demasiado grave y será siempre poco el nivel de alerta que debemos tener. ¿Cómo los zorros van a cuidar a las gallinas?.

La única forma de prevenir éstas cuestiones es la activa y verdadera acción del ciudadano, denunciando cada uno de los sitios de corrupción y organizaciones delictivas que conozcamos. Pero he aquí el más grave de los problemas:

¿Quién puede confiar en éstos políticos y ésta justicia que tenemos?

La única solución es seguir exigiendo como lo hacemos en los últimos ocho meses:

¡QUE SE VAYAN TODOS!

20 de agosto del 2002