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Argentina: La lucha continúa

Resultado de la globalización capitalista
Pobreza y desigualdad social en el Mercosur

Por Alcira Argumedo
(Informes especiales de Argenpress.info/ 26-08-02)

El 4 de agosto del 2000, en el Microcine de la Biblioteca del Congreso de la Nación, tuvo lugar el Seminario "Pobreza y desigualdad social en el Mercosur", como parte de los encuentros organizados por el Centro de Estudios y Capacitación, referidos a la situación socioeconómica de América latina. A continuación se publica la exposición completa de la profesora Argumedo.
El problema de la pobreza y la desigualdad social en el Mercosur requiere un análisis, a grandes rasgos, sobre que nos sucedió en el mundo en los últimos cincuenta años. Porque esto tiene mucho que ver con relaciones de poder. O sea: la pobreza no es un fenómeno natural. Acá hay relaciones de poder y orientaciones económicas, que han generado este fenómeno y que si no tocamos las causas fundamentales de este fenómeno, si no tenemos un diagnóstico de por que se producen, como todo el mundo sabe, no se pueden dar respuestas. Y muchos dicen que el problema de América Latina no son los pobres sino los ricos, los poderosos que están llevando adelante determinado tipo de políticas cuya consecuencia es el crecimiento de la pobreza.
Si uno analiza un primer período que va desde fines de la Segunda Guerra Mundial hasta 1973 verá que se produce lo que se ha dado en llamar La Revolución del Tercer Mundo. Por primera vez en cuatro siglos y medios, estos dos tercios de la población mundial, sometidos al dominio de las potencias occidentales y que habían llevado adelante diversas formas de resistencia ante el dominio y la expoliación, toman la ofensiva y a través de los llamados movimientos de liberación nacional, los procesos de descolonización y las experiencias populares que vivimos en América Latina, comienzan a formar nuevos valores y una ética solidaria. Libertad e igualdad también para ellos, la justicia social, la defensa de sus identidades étnicos culturales ante la pretensión de una cultura universal que dividía al mundo en civilización y barbarie, la imposición de relaciones horizontales entre los pueblos del mundo sin expoliación ni subordinaciones, la existencia de un nuevo orden mundial en la información y las comunicaciones que no casualmente culmina después de un gran debate en un libro que se llama "Un mundo, múltiples voces". Es decir, la posibilidad de los distintos pueblos del mundo de dar su propia versión de la historia y de los acontecimientos del presente frente a la histórica voz del amo que se venía escuchando desde hacía demasiado tiempo.
Esto va a llevar a cuestionar muy crudamente núcleos decisivos del poder de las potencias occidentales en 1973, que es un año equivalente al 1789 de Revolución Francesa donde, reitero, se tocan núcleos decisivos de las potencias occidentales. Es el momento de la derrota norteamericana en Vietnam en términos militares, es el momento del incremento de los precios del petróleo por parte de la OPEP, fuerte golpe económico. Es el momento en que los No Alineados, en su reunión de Argelia plantean la necesidad de un nuevo orden económico internacional y un nuevo orden mundial de la información y las comunicaciones. Son los años en que Salvador Allende en Chile y el general Velazco Alvarado en Perú estaban sentando las bases del Pacto Andino, la primera experiencia contundente de intento de integración autónoma latinoamericana, mientras en la Argentina, Perón, con los errores y aciertos que ha tenido, llevaba adelante un intento de articulación regional autónoma, no como el Mercosur actual. Y esto va a dar lugar a una restauración conservadora planteada por Henry Kissinger, la Escuela de las Américas, etc., que en América Latina tiene como expresión esta ola sincrónica de golpes militares que van a imponer a través del terrorismo de Estado un quiebre en las relaciones del poder político en América Latina que va a ser la condición de la imposición de este tipo de modelos económicos que hay que llamarlos por su nombre: no son modelos económicos de crecimiento sino modelos sistemáticos de saqueo. En realidad lo que se llaman modelos económicos neoliberales no son sino un conjunto de medidas que gracias a la ruptura de este poder y a diferentes formas de disciplinamiento social -primero el terrorismo de estado, después la hiperinflación y luego la desocupación- permiten un descomunal traslado de recursos públicos y sociales hacia grandes grupos económicos-financieros locales y externos, proceso que siguen hasta la actualidad -y yo creo que esta es la clave- en el marco de algo que van a llamar "globalización", y que luego vamos a ver de qué se trata.
Las diferentes formas de saqueo
Si uno analiza la política de los últimos veinte años -y estas no son "leyes naturales del mercado", estas son decisiones políticas que se llevan adelante- encontramos que el primer mecanismo de traslado de capitales fue la estatización de la deuda externa privada que hizo que el Estado se hiciera cargo de veintidós mil millones de dólares, equivalente al treinta por ciento del Producto Bruto Interno del país en momentos en que las tasas de interés subían del cuatro al diecisiete por ciento anual. A cualquier estado eficiente del mundo, que se impusiera una deuda de ese nivel -podemos hablar del japonés, el sueco o el alemán- esa cifra lo pondría en estado de quiebra.
Pero a ello se agregó el mecanismo de la llamada Patria Financiera y fue que permitía esta especulación de los sectores financieros a través de una serie de mecanismos que conocemos, lo que se llamó la "Patria Contratista", que eran situaciones a través de las cuales las compañías como Pérez Companc o Bridas de Bulgheroni, le compraban el petróleo a YPF al cincuenta por ciento de su valor -porque, decían, había que promocionarlo-; luego elaboraba cualquier tipo de procesamiento y se lo volvían a vender al doscientos por ciento de su valor. Por eso en un momento de auge de las petroleras en el ámbito mundial, YPF fue la única compañía petrolera en el mundo que tenía escasas ganancias y números en rojo.
Luego tenemos la Patria Tarifaria, porque se sabía que varios de estos sectores tenían tarifas subsidiadas o no pagaban tarifas a las empresas públicas como ferrocarriles, teléfonos, y otros servicios. A eso se agregó otro mecanismo de traslado que fue el "subsidio a los procesos de descentralización industrial". Estamos hablando aproximadamente de tres mil a tres mil quinientos millones de dólares que se otorgaban para estos procesos de descentralización industrial que, como todos sabemos, terminaron en la construcción de galpones y plantas industriales truchas en distintos lugares del país.
Luego vino otra forma de traslado que fue el subsidio a las exportaciones y cito el caso de Amalia Fortabat porque vi los documentos cuando la privatización de Yacyretá que, además de vender el cemento a un precio equivalente al del polvo de oro se le dio un subsidio a las exportaciones de trescientos cincuenta millones de dólares cada año, como premio por "exportar" cemento desde Olavarría, en la provincia de Buenos Aires, hasta Ituzaingó, en la provincia de Corrientes.
Entonces vino a sumarse a esto -dado que las empresas estaban en quiebra obviamente- el proceso de las Privatizaciones, porque era parte de la denominada "modernización". Como era parte de la modernidad sucedía que algunas empresas como Entel, empresa estatal argentina, para "modernizarla" debía ser privatizada y por eso quedaba en manos de la empresa estatal española y la empresa estatal francesa, o nuestra empresa estatal Aerolíneas Argentinas quedaba en manos de la empresa estatal española Iberia. Es decir que nos estaban tomando por ingenuos.
Nuevas formas de crecimiento con saqueo
Después vino esto que se llama "nuevas formas de crecimiento con saqueo" que fue el hecho de que la posibilidad de estas empresas privatizadas de saquear a la población, mediante mercados cautivos en las distintas áreas a través de tarifas descomunales en dólares: es el caso de los peajes, es el caso de los teléfonos o el de los combustibles cuando los precios del petróleo bajaron en el ámbito mundial, en la Argentina no bajaron los combustibles y ahora se los pretende hacer subir sobre el precio que habían mantenido en la Argentina no sobre el precio al que había bajado en el campo internacional.
Encima nos encontramos ante un modelo que no tiene que ver con ninguna ley económica de nada. Son decisiones del poder político que pretenden llevar adelante y continuar estas políticas de saqueo que hemos tenido. Ultimamente, yo lo he sufrido, se dio una decisión de este tipo: se necesitaban seiscientos millones de dólares para equilibrar el déficit fiscal, por lo tanto se bajan los salarios a ciento cincuenta mil empleados estatales y se nos dice, el gobierno nos dice que las opciones que tenían eran bajar los salarios o echar gente del Estado, pero en el mismo periódico en que se publicó esta justificación, uno lee que sólo el señor Bulgheroni de la empresa Bridas, debe al mismo Estado que necesita seiscientos millones de dólares, le debe mil doscientos millones de dólares en concepto de impuestos que no ha pagado. Y quiero decir que se cobran impuestos muy bajos. Solo la empresa Firestone debe al Estado ochocientos millones de dólares. Es decir que la opción era: tocamos a los grandes y le cobramos legítimamente los impuestos o seguimos perjudicando a distintos sectores de la sociedad. Una vez tomada la decisión, que esta es la opción, de perjudicar a distintos sectores de la sociedad, se ve como se los perjudica, o se los hecha o se le bajan los salarios.
Pero de alguna manera es esta la lógica que ha ido generando la problemática del crecimiento de la pobreza como ayer pude haber leído en Clarín que en la Argentina, en los últimos cinco años, el ochenta y cinco por ciento de la población bajó sus ingresos entre un veintiún cuarenta por ciento. ¿A favor de quién? De un cinco por ciento de la población que los siguen incrementando de manera descomunal. Los datos están ahí. No se necesitan doctorados en Harvard o en Oxford para ver que estas no son políticas de crecimiento económico.
El crecimiento "milagroso"
Porque si uno analiza las tres líneas principales, excluyendo el petróleo, que vieron el crecimiento de los años noventa son, dos de ellas, absolutamente de saqueos. La primera fue el crecimiento de empresas privatizadas. ¿Cómo no iba a ser milagroso el crecimiento de las empresas privatizadas si en la ruta Rosario-Buenos Aires, la concesión Techint sólo tuvo que construir las casetas de cobro y a continuación recibir siete dólares y medio por cada auto que va de Buenos Aires Rosario y Viceversa? En cualquier país del mundo hay autopistas pero también caminos secundarios o trenes. En el caso de la Argentina, el especial caso de la Argentina, si uno no paga la autopista del señor Techint tiene dos opciones: o va caminando o va nadando corriente en contra por el Río Paraná, porque no hay caminos secundarios y porque los trenes prácticamente han sido levantados. Este crecimiento de las telefónicas, de los peajes que -reitero- impusieron tarifas descomunales en dólares sobre mercados cautivos, porque era lo mismo en Telefónica que en Telecom, había dos pero era lo mismo, o uno les pagaba las tarifas o hablaba con el tachito con el hilito. Y se sabe que hasta que equilibraron las tarifas internacionales llamar de Buenos Aires a Nueva York costaba cuatro veces más que llamar de Nueva York a Buenos Aires con el pequeño detalle que si se llama de Nueva York a Buenos Aires se habla un minuto y veinte segundos le cobraban un minuto y veinte segundos, pero si se llamaba desde Buenos Aires a Nueva York, le cobraban dos minutos. Entonces, esto no es una política económica. Obviamente, el crecimiento de estas empresas hacía al crecimiento del Producto Bruto Interno, pero a costa de saquear a la población.
La segunda línea de crecimiento fue la del sector financiero. Si uno compra una licuadora en Nueva York en cuotas paga de un ocho a un diez por ciento anual, en la Argentina entre el cuarenta y el cincuenta por ciento anual. En pesos, pero como los pesos valen igual que los dólares, a la larga los señores se llevan los dólares. Cinco veces más que la ganancia en cualquier país central, insisto: ¿cómo no va a crecer el sector financiero?
El tercero fue el crecimiento de automotrices y acero. Automotrices de Macri, acero de Techint, etcétera, los desconocidos de siempre. Porque son los desconocidos de siempre, si uno va desde la estatización de la deuda privada hasta las privatizaciones encontramos a los mismos, con algunos más. Después vienen los Repsol, los Excel, y otros y les decía que esa tercera línea de crecimiento, automotrices y hacer, se dio con una protección superior a la que tenía la industria nacional en la etapa de sustitución de importaciones, porque no es cierto que se abrieron las fronteras para la exportación de automóviles -que son los más caros de América Latina- de la misma manera que se abrieron para los productos que competían con la producción regional o con la pequeña y mediana empresa. Y no solamente se los protegió, sino que además se les dio un subsidio, porque el "Plan Canje", que permitió la venta, significó un subsidio del Estado de mil millones de dólares a estos mismos señores, mientras los pequeños y medianos productores en todo el país estaban entrando en crisis por la falta total de protección.
¿Qué es y donde funciona la "globalización"?
El tema es que esto se da en el marco de la llamada "globalización". ¿Qué es la globalización?. En realidad yo creo que es un cuento. ¿En qué sentido es un cuento? Porque la globalización significa el creciente control de la producción, los servicios, la comercialización interna e internacional, en las finanzas, los recursos estratégicos, las comunicaciones y la información por parte de mega-empresas en proceso de fusión que solo se guían por el objetivo de lucro sin tener ninguna responsabilidad acerca de las consecuencias sociales o de la estabilidad de la Naciones. En este sentido, si uno analiza donde funciona la globalización se encuentra con algunas sorpresas. Por ejemplo, Japón sólo deja que exista un cinco por ciento de inversiones extranjeras en su país, el noventa y cinco por ciento del sistema financiero y de las inversiones japonesas, son japoneses. Por lo tanto la globalización financiera en Japón no existe. Por supuesto Japón deja abierta sus fronteras para ciertos productos en la cual es altamente competitivo. Le dice a los norteamericanos: vengan, les abrimos las puertas, traigan sus autos. ¿Se acuerdan cuando fue George Bush a Tokio y le terminó vomitando al japonés? Porque coches no le podía vender. Cerquita de ahí, está un país que tiene la quinta parte de la población mundial que se llama China, que es el país que tuvo el más alto crecimiento del mundo en los últimos veinte años, donde el noventa y dos por ciento de las inversiones son de origen estatal, sólo se permite un ocho por ciento de inversiones extranjeras donde la mitad tienen que ser de chinos que viven en el extranjero, es decir de las comunidades chinas. Tampoco en China existe la globalización. Pero si uno va a la Unión Europea se encuentra con que sólo el catorce por ciento de los automóviles que circulan en Europa pueden ser de origen extraeuropeo, es decir el ochenta y seis por ciento de la producción automotriz tienen que ser europea. El cincuenta y uno por ciento de lo que se llama espacio audiovisual, cine, televisión, radio, noticias, publicidad, es de origen europeo, y es así por ley del Parlamento Europeo. El sesenta y cinco por ciento de las importaciones de la Unión Europea son acordadas: te compro si te vendo, y si no te vendo no te compro. No hay una apertura total de las economías. Con algunos detalles como que el cincuenta por ciento del Producto Bruto interno alemán es de origen público, ya sea por empresas estatales, por empresas mixtas o por distintas formas de participación pública en distintas áreas de servicios, comercialización, producción, Y el cuarenta y cinco por ciento del Producto Bruto Interno francés es estatal. Doy estos datos para que nos demos cuenta que en realidad la globalización, tal como nos la vendieron a nosotros, funciona sólo en América latina, en lo que queda de África, en parte de Rusia -hasta la gran crisis de Rusia, porque ahora lo están revirtiendo- y en algunos lugarcitos más. Es decir que esto no es ni más ni menos que una política de imposición, una política que en nombre de la modernidad lleva a la posibilidad de que dadas determinadas relaciones de poder que, reitero, tuvieron como condición el terrorismo de Estado y la continuidad de diversos personajes.
La inviabilidad del "modelo"
El problema es que estos modelos se están volviendo inviables en el ámbito internacional por tres razones fundamentales, dos de ellas de carácter intrínseco. La primera es que en el marco de esta restauración conservadora se plantea lo que se dio en llamar la revolución científico técnica, la revolución de la inteligencia, o como la quieran llamar, que en los hechos permite un salto cualitativo en términos tecnológicos que establece nuevos esquemas productivos y de servicios que son a los sistemas productivos y de servicios de los años setenta lo que el ferrocarril a las carretas indígenas, pero que tienen entre un conjunto de beneficios el gran interrogante de que requieren un setenta y cinco por ciento menos de tiempo de trabajo humano, y la forma en que se está resolviendo. Y reitero, tiempo de trabajo humano no son personas. Cuando la revolución industrial la jornada laboral era de setenta y dos horas semanales y nunca, ni el capitalismo ni el socialismo crecieron a tan buenos niveles como cuando esa jornada bajó a cuarenta horas semanales, es decir un cuarenta y cinco por ciento. Esto plantea opciones por las cuales o se tiende a echar bajo diversas formas de precarización, desocupación, subocupación a este setenta y cinco por ciento de la población, o se plantean nuevas formas de definición. No las de 37 horas de Francia dentro del mismo modelo. ¡No, no!. Estamos hablando de otro modelo de sociedad, de otra lógica económica que permita un cambio de tiempo por calidad de trabajo, manteniendo altos niveles de redistribución social, y donde, de alguna manera se plantea la clave de como se redistribuye el salto cualitativo en la producción de riquezas que significa la productividad de las altas tecnologías.
¿Porqué es inviable este Modelo? Porque en la lógica salvaje de reconversión tecnológica que están haciendo y en el marco de la globalización y las políticas de saqueo, están haciendo crecer esta masa de población que no es pobre, es población sobrante absoluta. No le sirve a este modelo, en su lógica, ni como mano de obra barata, por que pueden reemplazarla por elementos automatizados más baratos aún, ni como productores de determinadas materias primas y mucho menos como consumidores, por sus niveles de pobreza e indigencia. Es una población sobrante, pobreza sin salida equivalente a la que genera la reconversión tecnológica liberal -ahora es neo-liberal pero la cosa es la misma- con la tecnología de la revolución industrial en Europa. En los cien años en que se lleva adelante esa reconversión tecnológica en Europa, el continente europeo, antes de alcanzar los niveles de equilibrio con los estados de bienestar, con la socialdemocracia y demás, es decir entre 1830/40 y 1930/40, expulsó cien millones de personas como emigrantes: nuestros abuelitos blancos. Murieron veinticinco millones en la Primera Guerra, cincuenta millones en la segunda Guerra y quince millones en las guerras coloniales intereuropeas. En cien años hubo tres generaciones. Como los soldados y los migrantes eran población activa y en edad de tener hijos, si no se hubieran muerto o no hubieran partido, tendríamos que triplicar o por los menos duplicar esa población. Estamos hablando de que antes de lograr el equilibrio, luego de una etapa de reconversión salvaje, Europa se sacó de encima entre cuatrocientos o quinientos millones de personas en cien años. Esta revolución científico-técnica actual ha madurado en quince años, no en cien, y se calcula que la población excedente absoluta que está gestando ronda los tres mil quinientos a cuatro mil millones de personas.
El problema que se presenta en América Latina es que estas políticas de saqueo, y esta lógica de incorporación de las tecnologías de avanzada vuelven inviables los modelos. Y esto se da también a nivel internacional, por que esta masa de población excedente absoluta, que no tiene salida, es empujada a diversas conductas de desesperación y de alguna manera son los nuevos bárbaros que están rodeando Europa Occidental, nuevamente acosada por los musulmanes, los turcos y eslavos a los cuales se suman africanos del sur y chinos. Es Estados Unidos con su muro feudal en el Río Grande y es lo que está pasando con esta feudalización de la sociedad en el sentido de ricos y pobres. Es esta idea de población sin salida y obligada a conductas de desesperación.
La nueva invasión de los "bárbaros"
El primer elemento por el cual es inviable este modelo es por las densidades demográficas respectivas que tienen esta población sobrante y los que entran en el modelo. En estas proporciones de ochenta y cinco a quince, o de noventa a diez, como el noventa y siete por ciento de los nacimientos se dan entre los pobres, en no más de diez años los nuevos bárbaros invaden de nuevo el "imperio romano", no hay forma de pararlos. Porque reitero, tienen que matar cerca de tres mil quinientos millones de personas. Ojo, en toda la Segunda Guerra Mundial, entre los dos bandos murieron cincuenta millones, y ahora estamos hablando de ¡tres mil quinientos millones!.
El segundo elemento, por el cual se vuelve inviable es porque el capitalismo necesita mercados y la problemática de esta polarización social ha hecho que las crisis que aparecen como crisis económicas, no son sino, crisis de sobreproducción, como consecuencia del salto en la productividad que se ha dado por las nuevas tecnologías y el brutal achicamiento de los mercados.
Los mercados en el Mercosur
Es lo que pasa en el Mercosur. Se discuten acaloradamente las cuotas de pollo. El tema es que si los ochenta o noventa millones de brasileños que están comiendo raíces y ratas, y los quince o veinte millones de argentinos -los gatos parece que están escaseando- que están comiendo crecientemente comida de la basura, y esto es cierto porque Caritas reparte mil doscientas calorías por día para familias de seis chicos, por lo tanto tienen que sacar comida de otros lados y lo están sacando de la basura según sus propias declaraciones, si ese mercado, si esos brasileños y esos argentinos pudieran comer pollo, ¿se dan cuenta la incentivación en la producción de pollo que hay que hacer en estas áreas?.
El segundo elemento por el cual es inviable es porque, en su propia lógica, tiende a crisis de sobreproducción -no voy a entrar en detalles- porque las características del recurso estratégico en la revolución científico-tecnológica obliga a promover sociedades de alta integración social como condición indispensable para desplegar los potenciales que no pueden desplegarse con estos niveles de polarización social, así como la revolución industrial no podía desplegarse con trabajo esclavo, servidumbre feudal, aristocracia de sangre y monarquías absolutas. También aquellas monarquías absolutas, en una etapa de la historia, tuvieron lo que se llama "crisis de representatividad política", "crisis de gobernabilidad" que no era sino expresión de su retraso y anacronismo en tanto apoyaban determinada lógica del poder frente a los potenciales que abren una nueva etapa de la historia.
Argentina tiene salida
Argentina tiene salida con sólo dos condiciones: primero, que las decisiones dejen de ser continuar saqueando recursos del campo social a favor de estos grupos económicos, y segundo, la voluntad política de creación de una fuerza, con el suficiente grado de participación y consenso como para decir basta. Y acá hay recursos. Porque no es cierto que la Argentina necesita que vengan capitales, lo que necesita la Argentina es que no le sigan robando capitales.

* Alcira Argumedo es Socióloga, profesora de la Universidad de Buenos Aires, investigadora del Conicet y del ILET (Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales)