En las internas se vota por todos, pero en marzo sólo se eligen dos
Si bien en los comicios partidarios de noviembre se elegirán senadores, diputados, presidente y vice, en marzo de 2003 se votará sólo la fórmula del Ejecutivo. Salen los decretos.
Los problemas que tendrá la justicia electoral se suman al cronograma de votación enrevesado.
Por Raúl Kollmann /Página 12
De la idea original, que se vayan todos, prácticamente se llegará a que se votarán algunos cargos, otros más adelante y los demás seguirán en sus puestos hasta el 2005 o el 2007. Todo indica que las elecciones del 30 de marzo serán sólo para presidente y vicepresidente, por cuanto los senadores serán elegidos en octubre de 2003 y la mayoría de las provincias tampoco convocará a elecciones para elegir diputados nacionales ese 30 de marzo. Eso sí, por ahora el único hecho insólito es que, de acuerdo a los proyectos de decreto que estaban elaborados hasta anoche, igualmente los partidos tendrán que hacer internas abiertas para todos los cargos -presidente, vice, diputados y senadores– el 24 de noviembre. O sea que un candidato a senador afrontará la interna en noviembre y recién 11 meses más tarde participará de la elección. Los decretos de convocatoria a elecciones serían firmados hoy por Eduardo Duhalde aunque hay resistencia en la justicia electoral y en los partidos.
El Presidente anunció hace más de un mes el adelantamiento de las elecciones, pero eso nunca se concretó en ninguna medida legal. Supuestamente se hará hoy, con lo que quedará esbozado un asombroso calendario electoral. Sería el siguiente:
- 24 de noviembre de 2002. Internas abiertas para elegir los candidatos a presidente, vice, diputados y senadores de cada uno de los partidos.
- 30 de marzo de 2003. Elección nacional a presidente y vice. A las provincias se las invitará a que ese día también se haga la elección de diputados –deben renovarse la mitad de las bancas–, aunque la mayoría de los distritos no está convencida de elegir legisladores en marzo que asumirán recién el 10 de diciembre de 2003.
- 27 de abril de 2003. Ballotage: segunda vuelta de la elección presidencial si es que ninguno de los candidatos saca más del 45 por ciento de los votos u obtiene un 10 por ciento de diferencia sobre el segundo.
- 25 de mayo. Duhalde renuncia y entrega el gobierno al presidente electo.
- Octubre de 2003. Se vota un tercio de la Cámara de Senadores. Dos tercios de los senadores se quedan.
- 10 de diciembre de 2003. Asumen los diputados y senadores electos.
Cualquiera que quiera ser candidato a los cargos nacionales debe estar inscripto el 25 de septiembre de este año dentro de una lista que compita en la interna de su partido. Si hay lista única en esa fuerza, automáticamente quedará nominado como candidato y de lo contrario tendrá que ganar la interna del 24 de noviembre. Pero lo seguro es que quien no esté inscripto el 25 de septiembre no será candidato a nada. Hasta ese día, por ejemplo, tiene tiempo Carlos Reutemann.
En las normas y estrategias que se firmarían hoy, hay obstáculos políticos y prácticos. En el terreno político, al PJ y tal vez también al ARI, les conviene hacer la elección presidencial junto a la de diputados. Básicamente porque hoy el candidato del PJ, cualquiera que sea, o Elisa Carrió aparecen como favoritos y entonces la lógica es que arrastren votos con lo cual conseguirían más diputados. A otras fuerzas, en cambio, les conviene que primero se vote a Presidente y vice y que recién después se haga la elección de legisladores: la gente tal vez los ve más para ser oposición, en el Congreso, que para administrar el país y entonces se verían favorecidos con una elección exclusivamente parlamentaria.
El gran problema que afronta el Gobierno es que quiere hacer la elección toda junta porque al PJ le conviene, pero después tendrá diputados esperando ocho meses para asumir, ya que no hubo voluntad para acortar los mandatos y menos todavía para que se renueven las dos cámaras completas.
La organización de la interna del 24 de noviembre recaería en la justicia electoral, que casi no tiene estructura. Igualmente, no tendríaproblemas en hacer la interna presidencial, pero si a ello hay que agregarle la interna para diputados y senadores, todo será más complejo. Por ejemplo, en una provincia como Tucumán, es muy posible que haya diez listas en la interna del PJ para diputados y otras diez, distintas, para senadores. En la provincia de Buenos Aires puede haber todavía más. Organizar la interna y después contar los votos no será nada fácil.
La idea inicial es que para todas las internas se utilicen los mismos locales electorales y las mismas mesas y urnas. O sea que un ciudadano entra al cuarto oscuro, elige una boleta de la interna que quiera, la pone en un sobre y al final del día la mesa hace el escrutinio de las internas de todos los partidos. El escrutinio general correrá también por cuenta de la justicia electoral. El gran problema es que los jueces tienen dudas de poder organizar una interna tan vasta y encima para elecciones de diputados y senadores que se van a hacer bastante más adelante.