OPINAN CUATRO ECONOMISTAS
¿Hay salida del laberinto de la exclusión?
Arturo O’Connell, economista
"Subsidios específicos"
"La perspectiva de la economía es de una gradual recuperación.
Pero como esa recuperación va a ser muy lenta y el problema de la pobreza
es masivo y evidentemente urgente, entre otras cosas por la desnutrición,
hay que subrayar todo lo que sea elementos de sostén para los grupos
que han quedado más postergados, pero con más énfasis de
lo que se ha hecho hasta ahora. Se debe implementar un mecanismo de acceso a
una canasta básica de alimentos, que no tiene necesariamente que ser
por distribución directa, sino que se puede instrumentar por medio de
subsidios específicos. Así se hace en el paraíso de la
economía de mercado, que es Norteamérica, en donde se reparten
lo que ellos llaman estampillas de comida, que permiten comprar alimentos. La
prioridad debe ser hacer acceder a una nutrición básica infaltable
a los chicos de menor edad, porque el daño físico y cerebral que
produce la falta de alimentos en los primeros años de vida es irreversible.
Aunque soy optimista en cuanto a la recuperación gradual, se requiere
hoy un extra que no puede esperar a los resultados que vamos a tener después
de un período prologado."
Claudio Lozano, economista de la CTA
"Modelo de devastación"
"Señalar que más de la mitad de la población está
en promedio bajo la línea de pobreza no remarca que hay zonas del nordeste
y noroeste argentinos que tienen niveles que superan el 70 por ciento de la
población en esa situación. Y a su vez, el 70 por ciento de esos
pobres son menores de 18 años. Esta vulneración del nivel de vida
presente de los jóvenes significa que no vamos a tener niveles de productividad
superiores en el funcionamiento de la economía en el futuro. Los últimos
cuatro años se produjo un proceso recesivo que triplicó la indigencia.
El nivel de la evolución de la indigencia triplica la evolución
de la pobreza. La cantidad de pobres aumenta y también su intensidad.
Todo estos datos son es la consecuencia del predominio de la acumulación
financiera. Es la estrategia de la desigualdad del paradigma neoliberal, que
se sostuvo tanto durante la convertibilidad como a través de la actual
salida devaluacionista. Si la tendencia a futuro sigue siendo el acuerdo bajo
los condicionamientos con el Fondo, el trasladarle a los grandes exportadores
y a los bancos la capacidad de definir nivel de tipo cambio y restaurar el sistema
financiero en favor de la banca extranjera, el futuro de la Argentina es de
una factoría de exportación de recursos naturales baratos y de
mano de obra barata, con tasas de desempleo altas y salarios inferiores a los
100 dólares. Esa factoría de exportación tiene dificultades
para sostenerse dentro del sistema democrático. Esta devastación
del aparato productivo y del mercado interno indica que sólo rompiendo
la matriz de desigualdad, por vía de un shock distributivo que amplíe
el consumo popular y reindustrialice la Argentina, hay salida."
Eric Calcagno, economista y dirigente de Frente para el Cambio
"La prioridad es alimentar"
"El hecho de que la mitad de la población esté bajo la línea
de pobreza plantea la cuestión del hambre y del empleo. La gente se muere
de hambre o por enfermedades causadas por la mala alimentación. Otro
hecho importante a tener en cuenta es que una enorme masa excluida de la sociedad
impide la posibilidad del crecimiento económico. Durante muchos años
dominó la economía de la oferta, que postulaba que toda oferta
crearía su propia demanda. Esto significaba que basta que alguien haga
algo para que otro lo compre. Ahora vemos los resultados. Entonces, ahora una
las prioridades básicas son proveer de alimentos a las personas que sufren
hambre, y la otra es, en base a la enorme capacidad ociosa que tiene lo que
queda de la industria argentina, posibilitar una política de distribución
del ingreso a través del aumento de los salarios más bajos y darle
un salario a quien no lo tenga. A su vez, estas personas debido al consumo de
supervivencia primero y después más normalizado, como comer, vestirse,
educarse, permite que toda la máquina económica vuelva a funcionar.
Esto no es inflacionario porque estas personas compran bienes y servicios de
lo que produce la industria local. No creo que el Gobierno hoy haga un giro
hacia una política de intervención del Estado, más heterodoxa.
Este gobierno, como todos desde 1976, sólo sirve al sector financiero
y no tiene más programa que salvar a los bancos a costo de la Argentina.
Así como hay un ‘que se vayan todos’ político, hay que construir
un ‘que se vayan todos’ económico."
Héctor Valle, economista
"Dar seguro de empleo"
"Creo que la perspectiva de la economía argentina es de un estancamiento
o, lo que es peor, un retroceso fuerte del mercado interno que viene siendo
afectado por la regresividad distributiva del ingreso. El estancamiento de la
actividad económica y el bajo nivel de productividad y del empleo, combinado
con el aumento de los precios, hacen que aumente la pobreza. A su vez, con este
nivel de pobreza, el mercado interno continúa cayendo y con esto la crisis
de la economía se aumenta. Hay una interacción muy fuerte entre
ambos factores. Es un ida y vuelta. El Gobierno debería implementar una
reorientación del gasto público para garantizar un seguro de empleo
y formación a los sectores pobres que tienen necesidades básicas
insatisfechas. Con este seguro se gastaría menos de lo que el Gobierno
le ha transferido a los bancos con el corralito. Una canasta de alimentos y
la reactivación de la demanda se contradice con las prescripciones del
FMI. Con el seguro de empleo y formación, como propone el Frenapo, se
revitaliza la economía porque esa plata va al consumo, lo que implica
una mayor demanda de bienes básicos y más cobranza de IVA. Es
un efecto dinamizador."