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TERRITORIOS FUNDADORES
Escribe Alfredo Grande
En homenaje a 25 años de luchar siempre...
"Debemos endurecernos, sin perder la ternura jamás"
nos enseñaba el Che. Aunque a lo mejor cada vez se fue haciendo mas duro
y algo de la ternura se le extravió en los caminos del eterno sueño
revolucionario. Los que caminan, no solamente hacen camino al andar. También
hacen su destino, porque se construyen caminando, luchando, peleando, sufriendo,
modelando cuerpos y almas en la desigual batalla por mejores tiempos y mejores
lugares.
Una madre abre el territorio fundante de la vida. Lo abre y si es una madre
"suficientemente buena" al decir de un autor, lo abre , lo
sostiene y lo prolonga. Una madre es paridora de un cuerpo y de un vínculo,
la única alianza por la vida, que podrá sostener el despliegue
del poder vital del recién nacido y llegado. A un valle de lágrimas,
a mesetas de dolor, a montañas de alegría, a mares y playas de
esperanza...Los afectos, las emociones también se organizan en una geografía
pulsional y deseante que marcará para siempre el nomadismo de nuestras
pasiones.
Caminando se hace destino, se hace sujeto, se hace otro de nosotros mismos.
Hebe es "la otra mujer". Las Madres de Plaza de Mayo son
"las otras formas de ser Madres". Otra capacidad de prolongar
la vida, otra forma de construcción de la alteridad donde se ratifica
que la libertad de los demás prolonga la mía hasta el infinito.
Estas Madres han abierto multiplicidad de territorios fundadores, porque no
han sido solamente garantes de la vida, sino de seguir sosteniendo "honrar
la vida".
Dicen las Madres: "Si algo ha caracterizado a nuestra organización
fue demostrarle a los jóvenes que la violencia y la venganza no eran
los caminos correctos. Que el único camino es el compromiso político,
que la política es la mejor acción del hombre, lo único
que nos puede liberar. Pero cuando la política se hace con ética,
con principios y sin claudicaciones". Las Madres prolongan la
vida del compromiso militante, la coherencia, consistencia y credibilidad que
solamente puede brindar una entrega sin claudicaciones. No tener claudicaciones,
para el sistema de las diversas formas de gerenciamiento político cuya
base son las claudicaciones permanentes , es una muestra de rigidez.
Las Madres han abierto otros territorios, desde los cuales la vida pasa a ser
una geografía deseante que merece ser vivida. La ética, la justicia,
la dignidad, el coraje, la alegría , la lucha, el conocimiento, el compromiso,
son otras formas de territorializar la vida. Las Madres son enamoradas de la
vida, por eso su reclamo fundacional es "aparición con vida".
"Con vida los llevaron , con vida los queremos". Pero la
vida no es solamente la prolongación corporal de una determinación
biológica. La vida es el compromiso político que en su nivel fundante
siempre es transgeneracional. Y como el sistema represor en su permanente y
sostenida crueldad decretó la no aparición, decretó la
burocratización del desaparecido, decretó que para que no haya
recuerdos tiene que haber memoria, entonces las Madres, que tienen y sostienen
otra forma de pensar y vivir la vida, sin claudicaciones, sin vacilaciones,
nos dicen: "con vida, con toda la vida, con la honrada vida de
los militantes comprometidos con la lucha de los pueblos".
Y esa vida aparece. Esa vida que era la que en realidad quería sustraerse.
Se invisibilizaron los cuerpos para opacar las ideas. Esa otra forma de vida
no deja de aparecer. En diferentes foros nacionales e internacionales, en los
piquetes de los que tienen voz y se hacen oir, en los reclamos de los trabajadores
que quieren seguir siendo trabajadores, la otra forma de vida no deja de aparecer.
Y aparece también en el territorio fundador de la Universidad Popular.
Otra torre que sin ser gemela con la torre de la Asociación Madres de
Plaza de Mayo, sostiene la génesis política y social que las hermana:
la lucha de los hijos, de los enamorados de la vida.
En "Cambiar el mundo" de Betty Raiter, una joven militante le escribe
una carta de despedida a su madre: "y quiero contarte que esta
puede ser una derrota, pero momentánea. No significa que nos vencieron,
a nuestros sueños de un mundo mejor, digo. No nos vencieron. Solamente
te pido que no niegues, nunca niegues, mi lucha , mis ideales. Yo no soy una
rebelde sin causa. Mi causa es clara: cambiar el mundo."
Cuando el sistema represor niega que niega para sostener sus crímenes,
las Madres reafirman sin claudicaciones el enfrentamiento a vida con el monstruo
genocida. "Estamos para decirles que el dia que el pueblo sea feliz,
que la revolución triunfe, ahí habrá sido recogida para
siempre la sangre de todos los nuestros. La sangre de nuestra furias y de nuestros
amores".
Para el "gran diario argentino", la pobreza es un tema de seguridad. Para las
Madres, la pobreza tiene que ver con un tema de felicidad. Por eso las Madres
son vida, son alegría, son poesía. Escribió Vicente Zito
Lema: "yo no soy la dueña de la vida de mis hijos, yo no
soy la dueña de la aventura y el martirio de mis hijos, solo ellos podrán
tener piedad y perdonar, de ellos es la paz porque de ellos fue la fortaleza".
Por eso cuando atacan al monstruo, el mismo que conocía José Martí
por haber vivido en sus entrañas, especialmente con la cuña de
un palo engendrado en sus mortíferas entrañas, puede ocasionar
la fugacidad de una alegría que también hay que saber honrar.
Las Madres, acero y miel, paridoras de multiplicidad de territorios fundadores.
Nadie como ellas tienen el derecho a la felicidad de un día y de todos,
todos los días.
(Escrito en Octubre de 2001 y reafirmado en este 25 aniversario de
lucha)