El periodista Juan Salinas denunció que el juez Juan José Galeano "tiene mis líneas telefónicas intervenidas" desde hace mucho tiempo por haber publicado en 1997 el libro "AMIA. El atentado. Quienes son los autores y por qué no están presos" y haber presentado posteriormente en su Juzgado voluminosos informes que lo pusieron en evidencia.
Salinas cuestiona la investigación de la voladura de la mutual israelita y declaró en el juicio que se sustancia contra policías de la provincia de Buenos Aires y el reducidor de autos, Carlos Telledín, acusados de haber proporcionado a los terroristas la camioneta que hizo las veces de coche bomba. Salinas sospecha que el juez preparó pruebas y se apresta a querellarlo por los innumerables perjuicios "que me ha causado y me causa".
"Entre ellos: que se me aparezcan como 'mensajes' en mi contestador telefónico fragmentos de conversaciones que yo mismo o mis allegados hemos mantenido por teléfono y la recurrente desaparición de e-mails, tanto que yo envío como que me son enviados (Según el programa 'firewall' que utilizo, las 'intrusiones' en mi computadora se producen sistemáticamente desde las viejas oficinas de Telintar, en Tucumán casi Leandro N. Alem)".
El único organismo que está legalmente habilitado para ejecutar las intercepciones telefónicas ordenadas por un juez es la SIDE, quien las ejecuta a través de su Oficina de Observaciones Judiciales, que no está donde opera ese extraño organismo.
El periodista sospecha de ex agentes de la SIDE que fundaron una pagina web llamada "Seprin", que ellos mismo aclaraban quería decir "Servicios Privados de Inteligencia" que hace poco puso en circulación un "informe" "sobre mi persona en el que entre otras lindezas, me acusaban de cocainómano y depravado sexual" entre otras por el estilo.
Salinas acusa a ese núcleo de "hurgar en mi computadora" ya que en la web que disponen "han decidido publicar el informe inédito, con añadidos que no son de mi autoría, sino de la suya, presumo que con el obvio ánimo de crearme nuevas dificultades" sobre supuestas actividades del ex secretario de la presidencia, Alberto Kohan, hombre del riñón de Carlos Menem, y de un socio suyo