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Argentina: La lucha continúa

1 de diciembre del 2002

Argentina: Vinculan a la empresa Ford con la dictadura,
denuncia en The New York Times

Al sur del sur

El fiscal federal Félix Crous denunció que la compañía automotriz Ford Motor Argentina tuvo vinculaciones con el Ejército, durante la dictadura, en la lucha contra la subversión y que en esa planta habrían sido secuestrados varios operarios que aún hoy están desaparecidos.
La denuncia fue narrada por el diario The New York Times, en un artículo firmado por el periodista Larry Rohter que refleja la experiencia sufrida por Pedro Troiani, delegado sindical de la planta automotriz en abril de 1976, que estuvo detenido clandestinamente durante un año en tres prisiones.
Troiani relató cómo fue retenido por hombres fuertemente armados que irrumpieron en la fábrica mencionada. A punta de pistola, fue llevado a lo largo de la planta y conducido a bordo de un camión de la compañía hasta una cancha de fútbol en el complejo de la fábrica donde, dijo, el Ejército Argentino había establecido unas barracas y un centro de detención.
Consultado por el periodista, el vocero de Ford en la Argentina, Rolo Ceretti, dijo que no podía negar ni confirmar la versión de Troiani "porque estos sucesos ocurrieron hace 26 años y la mayor parte de la gente que trabajó en la compañía ya no está allí". Pero, añadió, "hablar de un centro de detención dentro de nuestra planta no es correcto. Esa fue una época muy triste y amarga". Continuó: "Nadie puede defender lo que ocurrió; pero intentar colocar sobre la compañía la responsabilidad de cosas que ocurrieron en el nivel de gobierno me parece un tanto absurdo".
Basándose en el relato de Troiani, Crous presentó una denuncia contra Ford Argentina este mes, y ordenó una investigación de la conducta de la compañía bajo la junta militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983. En su presentación, denuncia que la Ford y sus ejecutivos más altos "arreglaron, participaron o encubrieron la detención ilegal" de Troiani y cerca de dos docenas de otros empleados de la compañía. El caso es una derivación de acusaciones similares presentadas contra Mercedes-Benz, en la actualidad una subsidiaria de DaimlerChrysler. Un total de 16 trabajadores de su planta en las afueras de Buenos Aires fueron secuestrados en su hogar o en su lugar de trabajo entre 1976 y 1977. Se da por supuesto que todos, menos dos, fueron asesinados.
Cooperación alemana
Las audiencias en el caso de Mercedes-Benz se efectuaron durante cuatro años, impulsadas fundamentalmente por una periodista alemana, Gabriele Weber, que publicó sus descubrimientos en un libro en alemán, "Los desaparecidos de la Mercedes-Benz". Ursula Mertzig, una vocero de la compañía matriz en Alemania, dijo que la empresa estaba cooperando plenamente y confiaba en que no habían ocurrido actos criminales.
"No tenemos ni la menor señal de que la gerencia estuviera involucrada en la desaparición de 14 trabajadores, algo que lamentamos mucho", dijo. En la década del 80, una investigación de la Comisión Nacional de las Personas Desaparecidas (Conadep) descubrió que los secuestros de trabajadores ocurrieron en las fábricas de Ford, de Mercedes-Benz y de otras que eran propiedad de intereses argentinos y extranjeros, incluyendo astilleros, plantas siderúrgicas y plantas farmacéuticas.
Según algunas versiones, se estimó que entre 15.000 y 30.000 personas que desaparecieron durante la dictadura eran trabajadores o líderes sindicales. Crous sostuvo que ambas compañías automotrices no sólo habrían cooperado con los militares, sino que también se beneficiaron cuando la campaña de secuestros y asesinatos de la dictadura tomó como blanco a los trabajadores y líderes sindicales. Cada una de estas compañías, dijo, tenía vínculos particularmente estrechos con los militares como abastecedores.
Mercedes-Benz hacía camiones para la junta militar, mientras Ford fabricaba los Falcon verdegrises utilizados por los escuadrones de la muerte en el secuestro de miles de personas. Ken Zino, director ejecutivo de asuntos públicos internacionales de las oficinas generales de Ford, dijo: "Nuestra situación no es análoga a la de Mercedes-Benz. Estamos enterados de las acusaciones, pero todavía tenemos que ver algo, y responderemos en el momento apropiado".
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