27 de diciembre del 2002
Perspectivas de la economía argentina
Edgardo J.Ferrer
Notas
1- "La Argentina ha dejado de caer" dijo Oscar Tangelson, secretario de Política Económica del gobierno nacional. Paul Krugman, por su parte, economista norteamericano y profesor de la Universidad de Princeton, destacó que Argentina "ha llegado a un piso desde el cual se puede crecer" (en:
http://nuevamayoria.com). Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial, en una nota en el diario El País de Madrid del 20/09/02, señaló que "se pueden ver los primeros indicios de la recuperación de Argentina. La devaluación estimuló varias fuerzas restauradoras. Las exportaciones son más baratas ... el turismo está en pleno auge. La sustitución de importaciones salta a la vista", para concluir luego, contradictoriamente, que "lo que inhibe a estas fuerzas restauradoras es la falta de crédito" (en:
http://cinterac.com.ar). Krugman y Stiglitz piensan que es obligación de la Argentina afrontar sus "compromisos" externos pero, a diferencia de los economistas "ortodoxos", suponen que no lo logrará mediante nuevos ajustes monetarios y fiscales sino a través de la reactivación. Para ellos la devaluación ha sido el arma mágica. "Sólo" habría que agregar que el FMI no imponga condiciones contractivas y que se abran para las exportaciones argentinas las puertas del mundo desarrollado. ¡Nada menos!
2- Ésta es la famosa "teoría del derrame" según la cual, satisfechas las condiciones exigidas por los grandes inversores, en particular los extranjeros, éstos "recuperan su confianza en el país" e invierten en él, generando finalmente, por la gracia de su majestad, mayor actividad económica y empleos.
3- El FMI ejerce la jefatura de un verdadero cartel de instituciones financieras públicas y privadas internacionales que se coluden entre si para imponer condiciones a los países deudores del mundo subdesarrollado (Véase Mark Weisbrot, economista radical norteamericano, en declaraciones al diario Clarín del 28/10/02). Detrás de las cuales, habría que agregar, está la mano, no tan invisible, de las grandes potencias del G7.
4- Las ideas-fuerza del mal llamado "neoliberalismo" desplegadas en el mundo en las últimas décadas y aplicadas a pleno en nuestro país con el Plan de Convertibilidad, pueden resumirse en unas pocas líneas: apertura de la economía (tanto para movimientos de capital como de mercancías), cesión de soberanía monetaria mediante la creciente atadura al dólar estadounidense, desregulación de mercados incluyendo el de la fuerza de trabajo, equilibrio fiscal compatible con los pagos a los acreedores externos y privatización de empresas del Estado nacional.
5- Desde ya la "falta de confianza" siempre juega un papel en las crisis -que puede llegar a ser de gran importancia en determinadas circunstancias- pero este factor subjetivo está condicionado por la situación objetiva. No es obra del "malhumor" de Anne Krueger o del "fastidio" de otros funcionarios de organismos financieros internacionales (que si se limitase a eso el problema tal vez se podría resolver con un "asadito"). La "falta de confianza" internacional nace cuando los operadores del capital financiero registran que nuestro país no puede vivir sin pedir dinero prestado para cubrir el servicio de los préstamos anteriores, por lo que la incapacidad de atender esos servicios se acrecienta en forma exponencial. Allí aparece la necesidad de sacar los fondos del país antes de quedar atrapados en el inevitable default y todos tratan de ser los primeros en hacerlo para evitar el llamado "efecto puerta 12" (remitiendo a un episodio ocurrido en el estadio de River años atrás, cuando tras un disturbio miles de espectadores asustados pretendieron salir por esa puerta en forma simultánea, produciéndose numerosos muertos y heridos). Al fugarse los capitales de este modo, la declaración de quiebra de la economía nacional sobreviene más temprano que tarde, con lo que todo el proceso se les presenta a muchos como si se tratase de una profesía "autocumplida". Esta sería una versión estilizada del proceso real de fuga de capitales ocurrido a lo largo del año 2001 y que culminó con la incautación de los ahorros de la gente desinformada.
6- El salario promedio en la Argentina medido en dólares, según estimaciones de CEPAL, es hoy el más bajo de América Latina.
7- Según Eduardo Baglietto, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción y del grupo Techint, "hay una caída de 53% en el producto bruto de la construcción en el período 1998-2000", y esto se ha agravado posteriormente a esa fecha. La inversión en equipo durable, por su parte registró una caída interanual en el segundo trimestre de 2002 de un 50,9%, según datos del Ministerio de Economía.
8- Las condiciones que impone el FMI para un nuevo acuerdo y que el gobierno está dispuesto a aceptar, tienden a agravar la situación. Algunas de las medidas, según lo trascendido, consisten en sancionar un aumento tarifario (lo que implica una nueva y gigantesca transferencia de recursos desde los sectores populares a favor esta vez del sector de monopolios montado en los servicios públicos), comprometerse a un mayor superávit fiscal para que la economía Argentina vuelva a ser "sustentable" (es decir esté en condiciones de cumplir, a costa de sangre, sudor y lágrimas con los pagos de la deuda), y emitir nueva deuda para "compensar" a los bancos por los pagos bajo amparos. Todo lo cual implica acentuar las condiciones "contractivas" de la economía nacional en perjuicio del mercado interno y de la masa del pueblo. La perspectiva sobre esta base, la "única salida para el país" según ellos, que los economistas del sistema como Daniel Artana dibujan para los próximos 10 años, consiste en: "crecimiento liderado por exportaciones (¿?) ... e inversión, creación de empleo, niveles de consumo apretados y salarios reales deprimidos. No hay espacio para nuevas fiestas ni para soluciones mágicas". (en: Indicadores de Coyuntura, FIEL, octubre de 2002).