Un pañuelo de Madres y un afiche del Che, "pruebas" en un juicio
En el juicio oral contra Carlos Bértola y Diego Quinteros,
detenidos después de que les explotara un artefacto en su automóvil,
fue exhibido material de difusión de organismos sindicales y de derechos
humanos como si fuera prueba acusatoria.
Rodolfo Canicoba Corral, el juez de instrucción que estuvo a cargo de
la investigación. Los policías explicaron que buscaron "material
ideológico" en los allanamientos.
Por Laura Vales / PAGINA 12
Un grupo de organismos de derechos humanos, entre ellos Abuelas, Hijos, Madres-Línea
Fundadora y Familiares de Desaparecidos y Detenidos, expresó su malestar
por la presentación, en el juicio oral contra Carlos Bértola y
Diego Quinteros, de afiches, banderas y símbolos de sus organizaciones
secuestrados a los dos acusados. En las audiencias orales se juzga a los dos
detenidos bajo los cargos de tenencia de explosivos para atentar contra la seguridad
común. El episodio ocurrió en la madrugada del 12 de abril de
2001, en el microcentro, cuando una bomba casera estalló dentro del auto
en el que viajaban Bertola y Quintero. Ambos fueron arrestados minutos después,
a tres cuadras del lugar. Estaban heridos, el segundo de ellos con pérdida
del brazo derecho.
El juicio comenzó la semana pasada y se extenderá hasta el lunes
próximo en los tribunales federales de Comodoro Py. Como en todo proceso
oral, la función de los jueces (Luis Di Renzi, Guillermo Gordo y Guillermo
Madueño) es valorar la prueba reunida durante la etapa de instrucción,
que estuvo a cargo de Rodolfo Canicoba Corral. En ese marco llegaron a la sala
de audiencias, como parte de las pruebas contra los acusados, un pañuelo
de las Madres, una pancarta de la Marcha de la Resistencia, volantes de la Asociación
de Trabajadores del Estado, afiches del Che, que ahora son mostrados a los testigos
para su reconocimiento.
Ayer pasaron por el tribunal los policías Luis Tavella y Enzo Pedro Gentile,
quienes participaron de los allanamientos a los domicilios de Bertola y Quintero.
Lavella identificó los afiches requisados por él. "Es la
foto del Che Guevara, estaba pegada en una de las habitaciones, no sé
si además había algún otro personaje", rememoró
el oficial. Después reconoció otros de los elementos: el pañuelo
blanco y la remera de las Madres, un volante con la inscripción "Juicio
y castigo", una gorra del MST.
–¿Se desarrolló con normalidad la diligencia? –le preguntó el
tribunal
–Sí –contestó el oficial.
–¿Con qué criterio secuestró los afiches y volantes? –preguntó
la defensa.
–Porque estarían relacionados con lo pedido en la orden de allanamiento
–dijo Lavella.
El segundo de los oficiales, Enzo Gentile, fue más explícito.
Gentile participó en el segundo de los allanamientos, en los que se secuestró
(junto a un bidón de nafta, parafina y tuercas) volantes de ATE, revistas
del mismo sindicato y una carpeta de HIJOS.
–La llevé porque es bibliografía, documentación relacionada
al material que se estaba trabajando: tenía algo que ver con los partidos
de izquierda –explicó.
Y más tarde: "Seleccioné fotos, folletos y todo lo que estaba
vinculado a la ideología".
Graciela Daleo, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, estaba
en la sala de audiencias, entre el público. La escena le pareció
"terrible y grotesca". La vinculación "entre la tenencia
de material de derechos humanos, sindical y político con la comisión
de un delito va en la línea de criminalizar a todo aquel que integre
una organización. Es un muy mal precedente", dijo a Página/12.
El domingo, Madres-Línea Fundadora, Abuelas, Hijos y Familiares difundió
un comunicado de prensa sobre el tema. "De ninguna manera podemos aceptar
que lo producido en nuestra lucha pueda ser considerado material acusatorio
para ningún tipo de delito" señalaron en él. "Muy
por el contrario, debería ser un orgullo para quienes lo poseen, porque
a través de ellos reivindican la vida, la libertad, la verdad y la justicia.
Por ello esperamos que Sus Señorías no admitan como prueba este
material." Bértola (28 años) y Quintero (23) son defendidos
por los abogados Liliana Mazea, Gerardo Etcheverry, Gustavo Piantino y Eduardo
Soarez. "Inicialmente fueron detenidos por tenencia simple de explosivos,
pero luego de los allanamientos en los que se secuestró este material
ideológico el juez Canicoba Corral agravó su situación
procesal, acusándolos de tenencia con el fin de atentar contra la seguridad
común", relató ayer Soarez.
Los dos acusados se negaron a declarar en estas audiencias. En su momento, la
hipótesis de los investigadores policiales fue que intentaban poner un
explosivo de bajo poder en un cajero automático de la zona y el artefacto
les estalló encima. En las casas de ambos acusados, junto a los afiches
y banderas, se secuestraron tuercas, parafina y un bidón de nafta. En
la audiencia del viernes, el perito Horacio Lopardo (Policía Federal)
declaró que esos elementos no tenían ninguna vinculación
con la explosión en el auto, producida por un explosivo de mediano a
bajo poder y fabricación casera, lo que habitualmente se conoce como
"caño". Los alegatos de fiscales y defensores están
previstos para el lunes próximo, luego de lo cual el tribunal dará
a conocer su fallo.