A un año de la ocupación y puesta en marcha de la fábrica
Los obreros de Zanón resisten una provocación montada
Elio Brat
Desde Neuquén. Cerca de trescientos trabajadores ceramistas de la fábrica Zanón, encabezados por el secretario general del sindicato de ceramistas neuquinos Raúl Godoy, prácticamente están día y noche dentro de las instalaciones de la empresa que desde hace un año decidieron ocupar para preservar su fuente de trabajo. Esta actitud se mantiene al haberse instalado frente a ellos –ruta de por medio y un discreto operativo policial de prevención- un grupo de aproximadamente un centenar de personas que, liderados por la anterior conducción del gremio ceramista, no deja de hostigar a los ocupantes de la fábrica con el objetivo declarado públicamente que sean desalojados por la fuerza. Mientras el gobierno provincial de Jorge Sobisch mira para otro lado argumentando que "es un problema privado", el propio Raúl Godoy reafirmó que "Zanón sigue trabajando".
¿Porqué se llegó a tomar la fábrica hace un año y cómo están ahora?
"Fue una respuesta de los trabajadores ante el cierre ilegal de la Cerámica Zanón al apagar los hornos de la fábrica. Y luego de haber sobrevivido gracias a la solidaridad de la comunidad de Neuquén - nos alimentaron especialmente los docentes, estatales, estudiantes y sobre todo los desocupados y sus organizaciones- decidimos volverla a poner en producción hace unos siete meses atrás. Hoy estamos trabajando unos 270 obreros, más la incorporación de diez compañeros desocupados que multiplicaron los puestos de trabajo a veinte. Resolvimos un sueldo igualitario de 800 pesos mensuales para todos. Se ha tratado de restablecer, aunque en forma artesanal, la cadena de comercialización de lo que fabricamos. Para esto incluso hemos tenido el apoyo de las asambleas barriales y populares de Buenos Aires y de distintas organizaciones que han sido solidarias".
¿Realmente llegan a poder mantener esta estructura?
"Todo lo que se logró es a menos del diez por ciento de la capacidad productiva de la planta. Por tanto nuestra apuesta es que Zanón pase a manos de la provincia de Neuquén con la administración de los mismos obreros que hemos demostrado como se puede mantener, aún en forma de subsistencia, la producción de cerámicos. El Estado puede contar con nosotros para un plan de obras públicas... Nosotros aseguramos que esta fábrica a pleno, da lugar a 800 trabajadores con trabajo genuino y con los mismos sueldos que tenemos nosotros".
¿Quiénes son los que acamparon frente a la fábrica y qué quieren?
"Justamente cuando Zanón llegó a tener más de 700 obreros, una burocracia negoció cada despido y entregó a los compañeros de pies y manos. Y esa dirigencia sindical encabezada por Oscar Montes fue desplazada hace dos años en la fábrica primero y luego en el sindicato. Pero estos personeros llegaron a un arreglo personal con la empresa, llegando hoy a ser prácticamente el brazo armado de la empresa .Y con el apoyo de algunos ingenieros, punteros políticos del Movimiento Popular Neuquino y hasta de la CGT de la zona, esta gente está operando de manera brutal... Lo que no pudieron hacer judicialmente porque todos los fallos los ganamos los obreros de Zanón, lo están tratando de hacer de una forma paramilitar con gente armada además de los aprietes y amenazas telefónicas. Y esto es gravísimo para todos".
¿Cuál fue la respuesta del gobierno provincial ante la presencia de este grupo?
"Un silencio cómplice. Y escalofriante por otro lado, porque ahí es donde uno se da cuenta que realmente actúan con la impunidad que les brinda el aparato estatal. Incluso las agresiones no fueron sólo a obreros de Zanón sino también a periodistas que cubren el tema".
¿Con todo este clima ustedes pueden seguir produciendo?
"A pesar de este grupo armado, en el cual lamentamos muchísimo que haya pibes que vienen porque les pagan explotando el hambre y la miseria que sufren, nosotros seguimos produciendo con una guardia permanente y la solidaridad de muchas organizaciones populares".