Por Partido de la Liberación

La convocatoria a elecciones despierta cada vez menos interés en el pueblo. Incluso está en duda su realización, al punto que el presidente aseguró que "corren riesgos". Las internas no se harían el 15 de diciembre y también es dudoso el 30 de marzo para la presidencial.
Más allá de obstáculos legales y maniobras de las fracciones del PJ, sobre todo la menemista y la duhaldista, creemos que las demoras tienen que ver con la crítica de masas a una salida tramposa. Vaciados de legitimidad popular, los comicios hacen pelear a sus promotores.
Las encuestas siguen cantando que la mayoría de los consultados no votaría por ninguno de los propuestos. Y de éstos, los mejor ubicados no superan el pobrísimo 15 por ciento de intención de voto, como Rodríguez Saá y Menem.
Duhalde llevó su renuncia al Congreso, para forzar aparentemente una ley que confirme la salida electoral. Pero esto, en vez de darle aire a las elecciones, va a generar una mayor pelea en el PJ. Este se puede romper y varios candidatos irían por afuera.
En este marco, el Partido de la Liberación reitera su postura favorable al Argentinazo para echar a todos ahora y pulverizar la trampa electoral. Esta política, por lo ya mencionado, tiene muchas posibilidades de empalmar perfectamente con la realidad.
Es equivocado que los partidos de izquierda pongan el centro de sus propuestas en la cuestión electoral. Sin embargo, también en este campo hubo noticias favorables ya que están "bajándose" algunos dirigentes que iba a participar con candidaturas. Por ejemplo, fue positivo que Luis Zamora declinara su candidatura y que otras corrientes populistas, electoralistas a ultranza, ahora propongan "abstenerse, votar en blanco o anular el voto".
El único sector electoralista que persiste en su táctica de acompañar a Duhalde en la salida electoral, claro que explicándolo como parte de "la lucha", es Izquierda Unida (PC-MST). ¿Tanto les cuesta atender a los datos de la realidad?.