Argentina: La lucha continúa

Pablo Almirón
Rebelión
"La desobediencia civil es un arma poderosa y justa. Es un arma única en la historia, que corta sin herir, y que ennoblece a la persona que la porta"
Martin Luther King
1-La enorme cantidad de argentinos que hoy se encuentran en una encerrona histórica, más temprano que tarde deberá resolver sobre una disyuntiva de hierro y cuya resolución nos afectará a todos y cada uno por igual. En la medida en que la crisis se profundice, y nos lleve a lugares inéditos de desesperación, la tolerancia a la impunidad y a la injusticia darán paso a la bronca y al odio social ; factores que si encuentran blanco y organización modificarán abruptamente los tiempos con que el sistema intenta supervivir. Esos plazos se acortan dramáticamente.
2-Violando una de sus reglas básicas -que es operar desde las sombras-, y a través de los mecanismos que le ofrece la democracia representativa, el Poder se hizo visible. Cooptando voluntades en aquellas zonas del sistema que le permitieron perpetuarse y maximizar los beneficios del ejercicio fáctico del Poder Real, los poderosos violaron una regla de oro: se hicieron visibles. Ensimismados en el montaje del colosal aparato delincuencial, olvidaron borrar sus huellas (condición necesaria para continuar el saqueo), y en ese camino depredador dejaron su marca sobre todo el cuerpo humano social. Esto sucede muy pocas veces en la historia.
El gran Leviatán está con las entrañas al aire, aquí y también más allá.. En el final del siglo pasado (1999), la batalla de Seattle lo puso a merced de las miradas, y poco antes (1994), cuando todos asistían a las exequias de las ideologías un levantamiento indígena en la selva Lacandona mexicana arruinó para siempre la fiesta del neoliberalismo. Ya transcurrido el nuevo siglo, un suceso solo imaginado por un afiebrado guionista de Hollywood terminó de desnudarlo y le puso fecha en su costado: 11 de septiembre de 2001. Lo vimos por televisión, fuera de su guarida, obsceno, grotesco e iracundo. Teleespectamos la caída de las torres del World Trade Center, y en ese hecho tardío auscultamos el presente.
3-En el mientras tanto, La Multitud -y también digo El Pueblo-, se retuerce, se mueve, avanza, retrocede, delibera, se junta, propone usinas de pensamiento y praxis, retorna a los modos de la democracia directa y participativa, conmoviendo los pilares simbólicos del sistema.
La autoconciencia y el saber de sí, construye a la vez al enemigo (lo hace visible) y la resistencia adquiere así, sentido y dirección. Ahí están: el sistema terrorista financiero nacional e internacional y sus intelectuales, los gurúes de la city, la lamentable burguesía nativa, la Corte Suprema que diseñó el andamiaje jurídico del saqueo, el sistema político todo, la burocracia sindical, las empresas prestadoras de servicios enajenadas a precio vil y los holding de comunicación cerrando el círculo ominoso con periodistas a sueldo.
Cómo es que ocurrió este saber sobre el enemigo?. Cómo ocurre el milagro de la multitud en la calle construyendo el frágil y a la vez poderoso discurso colectivo?. Cómo es que en ese espasmódico andar, crea y recrea saber?.
Qué hacemos, entonces, con el Estado Nacional Liberal sobre el que teorizó Max Weber?. Qué hacemos con la democracia representativa y sus sacralizados mecanismos?.
El magisterio del piquete y la asamblea asumirá la intemperie que reclama?. La clase media abandonará su atávico egoísmo y extenderá su mano al piquetero, el sin nombre, el oscuro, el ninguno, ampliando la base de la revuelta con los desheredados de todo y nada?.
Y aquí es donde se platea la disyuntiva de hierro: se llegará a la desobediencia civil total?, -condición necesaria y suficiente de la acción política directa-, para fundar la democracia que nace del barrio. El saber de la multitud soportará el vacío que propone?.
4-La geometría de la solidaridad en momentos de crisis es horizontal y hacia abajo, y su aritmética, multiplicadora. Porque en la ecuación anticapitalista, la cantidad si posee calidad suele albergar la revuelta. Esto es: conflicto + consenso.
La visión del mismo enemigo nos hace amigos. Mirarlo es desnudarlo. La debilidad del Leviatán es que no soporta la solidaria y letal mirada de La Multitud.
Algo extraño y aun innombrable sucede en estos días. Extraño por impredecible y también por que esa ruta no está escrita en mapa alguno. El gesto de buscar las claves en viejas hojas de ruta, es una confesión de impotencia en el proceloso mar del nuevo milenio. Tiempos fundacionales recorren el continente y recorremos el nuevo siglo pariendo incertidumbres, cada hora de todos los días. Esto es lo que podríamos definir precariamente y provisoriamente como El Movimiento Cero.
Tony Negri le preguntó Gilles Deleuze, refiriéndose al acontecimiento del Mayo Francés: "¿Cómo es posible mantener o sostener el fulgor del acontecimiento?".
Deleuze le respondió: "No hay que sostener nada; sólo hay que producir microacontecimientos todos los días. Porque los fenómenos de producción de nuevas subjetividades son los que producen el devenir revolucionario, que hoy es tal vez más importante que la revolución. Eso es la micropolítica".
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