RUCKAUF, JOSE RODRIGUEZ Y LA EX MERCEDES BENZ EN UNA QUERELLA
La desaparición de los delegados En Alemania se formó una comisión
para investigar. En Argentina se inició una querella patrocinada por
familiares de los obreros.
Canciller Carlos Ruckauf, involucrado en la querella. En 1975 era ministro de
Trabajo. Según la documentación, "los despidos eran pedido
urgente" tanto de Ruckauf como de Rodríguez.
Por Irina Hauser / PAGINA 12
Dos nuevas investigaciones sobre la desaparición de 14 obreros de la
filial argentina de Mercedes Benz durante la dictadura comenzaron ayer.
Una de ellas empezó a desarrollarse en Alemania, donde el consorcio automotor
Daimler-Chrysler acaba de crear, ante la presión de los llamados "accionistas
críticos", una comisión investigadora independiente para
reconstruir los hechos y el papel de la empresa en los secuestros. Otra pesquisa
se inició en Buenos Aires con una denuncia que hizo ante la Justicia
federal un grupo de familiares de los operarios desaparecidos. La querella involucra
al canciller Carlos Ruckauf, al secretario general de Smata José Rodríguez,
a los ex directivos de la automotriz y los responsables militares, y los acusa
de asociación ilícita y homicidio.
Los empleados de Mercedes Benz desaparecidos entre 1976 y 1977 pertenecían
o apoyaban a la comisión interna de aquella época, conocida como
grupo de los nueve, que estaba enfrentada a la conducción de Rodríguez
en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata).
Los secuestros quedaron asociados a un conflicto laboral que atravesó
la compañía en octubre de 1975, que incluyó 115 despidos.
En aquel entonces Ruckauf era ministro de Trabajo. Dos días antes de
la huelga de los trabajadores de la compañía automotriz firmó
el decreto conocido como "de aniquilamiento de la subversión".
La denuncia penal presentada ayer por familiares de las víctimas -patrocinados
por el abogado Ricardo Monner Sans–, que cuentan con apoyo de un grupo de ex
empleados de Mercedes Benz, quedó radicada en el juzgado federal 3, que
subroga Rodolfo Canicoba Corral. Está basada, como adelantó el
domingo Página/12, en la investigación que realizó la periodista
alemana Gabriela Weber, quien entre los últimos elementos a los que logró
acceder obtuvo un informe de la propia empresa, según el cual en 1975
Ruckauf pidió, como titular de la cartera laboral, "eliminar los
elementos subversivos de las fábricas". De acuerdo con la documentación
"los despidos eran pedido urgente" tanto de Ruckauf como de Rodríguez.
La creación de la comisión que puso a trabajar desde Stuttgart
la firma alemana para esclarecer las desapariciones fue anunciada oficialmente
ayer. Está presidida por el catedrático alemán Christian
Tomuschat, un experto en derecho internacional que investigó violaciones
a los derechos humanos en Guatemala y Los Balcanes. "Tenemos que establecer
la verdad, no presentar acusación ni juzgar, sino establecer la verdad",
dijo ayer. "Puede ser que la empresa haya contribuido a la desaparición
de miembros del consejo de empresa de la filial de Mercedes Benz en la localidad
de González Catán, en Buenos Aires", señaló.
El equipo de investigadores tendrá un año de plazo para plasmar
su trabajo y trabajará tanto en Alemania como en Argentina interrogando
a testigos y ex empleados y analizando los archivos de la empresa. El acceso
a esa documentación es, según Tomuschat, "una de las condiciones
fundamentales para la investigación" al igual "que se autorice
los empleados y ex empleados a pronunciarse libremente sobre los hechos".
"Sería muy grave que la comisión comprobara que han sido
destruidas pruebas", agregó.
Entre los objetivos centrales para la investigación, la empresa instruyó
que se analice si directivos de Mercedes Benz Argentina entregaron entre 1976
y 1978 a las autoridades militares los domicilios de los 14 obreros secuestrados.
Pero también indicó que se deben estudiar posibles responsabilidades
de la casa matriz en Alemania.
El abogado Wolfgang Kalek, titular de la Asociación de Abogadas y Abogados
Republicanos de Alemania, cuestionó la demora de Daimler-Chrysler en
constituir el equipo para la pesquisa. Kalek fue quien hizo en 1999 la denuncia
en los tribunales de Nüremberg para que desde allí se hiciera un
juicio por las desapariciones. El letrado responsabilizó por entonces
al directivo de Mercedes Benz, Juan Tasselkraut, de haber "entregado"
a los trabajadores a las fuerzas de seguridad. "Durante estos tres años
-sostuvo ayer– negaron el caso. Recién reaccionaron al elevarse voces
de sus propias filas, como la comisión interna y los accionistas críticos."
De todos modos, Kalek subrayó que el valor de la comisión dependerá
de lo que pueda llegar a lograr. También envió una carta a Monner
Sans en la que anuncia "el apoyo de nuestra organización al trabajo
y a la querella". "Tenemos la esperanza que al menos en este caso
la lucha contra la impunidad desde los dos lados del Atlántico sea exitosa."
La denuncia que analizará en principio el juez Canicoba Corral plantea
como eje que desde 1975 en Argentina "se recurrió a la violación
de derechos humanos como forma de mejorar la rentabilidad de grupos económicos".
Sugiere que se investigue la relación entre la Mercedes Benz, la burocracia
sindical de entonces, las autoridades civiles –anteriores al golpe del ‘76–
y los militares después. También pide que se ratifique la nulidad
de las leyes de obediencia debida y punto final, ya declarada por la Sala II
de la Cámara Federal. Es la primera vez que se intentarán establecer
responsabilidades penales por las desapariciones de la Mercedes Benz, un caso
que hasta ahora sólo había sido tratado en profundidad en el Juicio
por la Verdad que sustancia la Cámara Federal de La Plata para esclarecer
qué pasó con los desaparecidos.