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Argentina: La lucha continúa

ASALTO A UNA ABOGADA DE DERECHOS HUMANOS EN CORDOBA

"Robaron sólo información"

El estudio de María Elba Martínez, abogada defensora de los derechos humanos e integrante del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), fue asaltado el domingo en Córdoba. Se llevaron dos computadoras con importantes archivos sobre la represión durante la última dictadura militar y casos actuales de abuso policial. "Llama la atención la prolijidad con que realizaron su tarea, y que no se hayan llevado otras cosas de valor comercial, ni siquiera unos 170 pesos que estaban a la vista", declaró ayer Martínez, y afirmó que "en realidad, entraron a robar la información". En el marco del Juicio por la Verdad que se lleva a cabo en esa provincia, fue citado a declarar hasta el represor Luciano Benjamín Menéndez.
–¿Qué información tenían las computadoras robadas?
–Tenían documentos, fotos, datos sobre la represión militar, que desde hace tres años se venían tipiando. Y como acá hemos llevado bastantes causas sobre la actuación de la Policía provincial, también había bastante información sobre eso. Nosotros participamos en algunos casos donde están cuestionadas seccionales policiales e incluso hace 48 horas yo había pedido el desplazamiento de algunos oficiales, y notablemente hoy una de esas personas estaría a cargo de la investigación sobre el robo.
–¿Se llevaron algo más aparte de las computadoras?
–Sólo se llevaron las máquinas completas (incluso las impresoras y el scanner) y la fotocopiadora. Pero no se llevaron los teléfonos ni los fax. Acá también había algo de dinero, unos 170 pesos, y no los tocaron. No abrieron cajones y no se forzaron puertas ni ventanas.
–¿Le parece que el hecho está vinculado con sus investigaciones?
–A mí me cuesta un poco decirlo, aunque indudablemente yo creo que hay una intencionalidad de sacar información, porque es muy extraño que el robo haya sido tan limpio. Ayer los policías, a los dos minutos de investigar, me comentaron que era muy extraño cómo se habían llevado a cabo las cosas, y que los ladrones se dirigieron al objetivo, fueron directamente a las computadoras. E incluso había una tercera computadora, sin información importante, que ni siquiera se la llevaron. Era una persona que sabía claramente qué computadora era mejor. Nosotros tenemos amenazas, pero nunca las relacioné con un hecho concreto como éste. Cada tanto aparecen algunos mensajes en el contestador automático del estudio, pero yo ya lo tengo como un gaje del oficio. Lo que es más común ahora es que amenazan de muerte a los querellantes que presento.